Según reporta el Financial Times, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christina Lagarde, ha puesto la política verde como prioridad máxima en la agenda de compra de bonos de la institución. Lo que significa que el Banco Central Europeo ha tomado la delantera entre los bancos centrales al imponer la ruinosa dictadura del crédito verde de los eugenistas de Londres que buscan despoblar y desindustrializar el planeta.
Lagarde pone la política verde en la cúspide de la agenda en la compra de bonos del BCE
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha abierto la puerta al uso de su esquema de compra de activos por valor de 2,8 billones de euros para alcanzar objetivos ecológicos, prometiendo examinar los cambios en todas sus operaciones en la lucha contra el cambio climático.
Es la primera vez que un presidente del BCE se compromete a examinar cambios “más ecológicos” en todas las operaciones del banco central, incluidas las compras de activos. “Quiero explorar todas las vías disponibles para combatir el cambio climático”, dijo al Financial Times en una entrevista en video. “Esto es algo que sostengo con mucha fuerza”.
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La medida convertiría al BCE en el primer banco central principal en utilizar un programa emblemático de compra de bonos para perseguir objetivos ecológicos.
El BCE “tiene que analizar todas las líneas de negocio y las operaciones en las que estamos involucrados para hacer frente al cambio climático, porque al final del día, el dinero habla”, dijo Lagarde.
Los activistas del medio ambiente han pedido al BCE que cambie su programa de compra de activos mediante la venta de bonos “marrones” emitidos por compañías intensivas en carbono y aumentando las compras de bonos verdes. Sin embargo, los críticos dicen que depende de los políticos, no de los bancos centrales, decidir qué empresas favorecer y cuáles penalizar.
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El BCE considerará formas de abordar el cambio climático como parte de la revisión estratégica que la Sra. Lagarde lanzó a principios de año. Recientemente retomó la revisión después de quedar en espera cuando la pandemia golpeó en marzo.
Otros bancos centrales también están bajo presión para hacer más en temas ecológicos. Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, dijo a principios de este mes que consideraría incluir las consideraciones sobre el cambio climático como un factor en sus compras de bonos corporativos después de la crisis del coronavirus. Sin embargo, la Reserva Federal de los Estados Unidos se ha mantenido fuera del debate.
Advirtiendo que la pandemia probablemente dejaría un impacto duradero en el comercio mundial y las cadenas de suministro, Lagarde dijo: “Bien puede ser que esta crisis en particular transforme nuestra percepción de globalización, proximidad, cadenas de suministro cortas [y] control sobre el destino de uno.”
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En respuesta, dijo que “habrá que revisar todo el conjunto de relaciones y modelos de negocio de los países”. En un aparente asentimiento a la fuerte dependencia de las exportaciones de economías europeas como Alemania, agregó que: “Los países no pueden ser impulsados y respaldados exclusivamente por el comercio”.
Bajo el mandato de la Sra. Lagarde, el BCE ha desatado un estímulo monetario multimillonario al aumentar su programa de compra de bonos y prestar a los bancos a tasas profundamente negativas para apoyar la economía y evitar que la recesión desencadene una crisis financiera.
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Estas acciones han “demostrado su eficiencia, su efectividad”, dijo, y agregó que los mercados financieros se han “calmado enormemente” desde que sufrieron “una cuasi convulsión” al comienzo de la pandemia. Sin embargo, advirtió que la recuperación sería limitada, incierta y fragmentada, ya que algunos países se recuperaron más rápidamente que otros.
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Fuente:
Financial Times — Lagarde puts green policy top of agenda in ECB bond buying.
