En su informe anual, publicado el 23 de abril, Amnistía Internacional acusa al Reino Unido de socavar los derechos humanos a nivel global por motivos políticos. El director de la organización en el Reino Unido advierte que el país será duramente juzgado por la historia por no intervenir para prevenir la masacre de civiles en Gaza.
Por Mente Alternativa
Amnistía Internacional acusó al Reino Unido de “desestabilizar deliberadamente” los derechos humanos en el escenario global con fines políticos. En su informe anual global, publicado el 23 de abril, la organización afirmó que el Reino Unido estaba debilitando las protecciones de los derechos humanos a nivel nacional y global, en medio de un casi colapso del derecho internacional.
Sacha Deshmukh, director ejecutivo de Amnistía Internacional en el Reino Unido, dijo: “El Reino Unido está desestabilizando deliberadamente todo el concepto de derechos humanos universales a través de sus políticas domésticas y maniobras políticas atroces”.
El contundente informe de Amnistía también critica a los aliados de Israel por no detener la “indescriptible matanza de civiles” en Gaza. En una advertencia severa a los líderes mundiales, la organización afirmó que el mundo está cosechando “consecuencias aterradoras” debido al conflicto creciente y al casi colapso del derecho internacional. Haciendo referencia al desarrollo del derecho internacional y las protecciones civiles después de la Segunda Guerra Mundial, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, declaró: “En 2023, nos vimos arrojados de nuevo a un futuro que no queremos, a un futuro que nos prometieron que nunca volvería a ocurrir”.
El informe de 418 páginas señala el uso del veto de Estados Unidos para paralizar el Consejo de Seguridad de la ONU durante meses, bloqueando la aprobación de una resolución muy necesaria para un alto el fuego en Gaza, mientras continúa armando a Israel con armas utilizadas para cometer lo que podría constituir crímenes de guerra. Amnistía destaca las “grotescas dobles normas” de los países occidentales poderosos, incluido el Reino Unido y Alemania, que siguen protegiendo y fortaleciendo las acciones de Israel, a pesar de las protestas fundamentadas de estos estados sobre los crímenes de guerra cometidos por Rusia y Hamás.
El informe también condena específicamente al Reino Unido por no utilizar su papel de liderazgo dentro de la ONU para prevenir violaciones de derechos humanos en Gaza y por su débil apoyo a la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre violaciones de derechos humanos en Israel y Palestina. También destaca la implicación de Gran Bretaña en el suministro de armas a Israel.
Deshmukh expresó su profunda preocupación por la práctica del Reino Unido de suministrar armas y componentes significativos para armas a Israel. Aproximadamente el 15% de los aviones de combate F-35 utilizados por Israel probablemente contienen piezas o componentes del Reino Unido
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