Por Mente Alternativa
Testimonios recibidos por Euro-Med Human Rights Monitor revelan un nuevo nivel horroroso de muerte en la Franja: víctimas cuyos cuerpos parecen haberse evaporado o derretido como resultado de los bombardeos de Israel a hogares residenciales.
Se debe lanzar una investigación internacional sobre el probable uso por parte de Israel de armas prohibidas internacionalmente, incluidas las bombas termobáricas, que operan mediante la creación de una nube de partículas o gotas altamente inflamables con explosivos convencionales. Un segundo dispositivo explosivo enciende la nube de materiales combustibles, produciendo temperaturas extremadamente altas de hasta 2500 grados Celsius, que causan quemaduras graves de piel y partes internas del cuerpo, carbonizando los cadáveres hasta el punto de su completa fusión o evaporación, especialmente en áreas donde la nube de explosión es más densa. Los investigadores deben determinar el tipo preciso de arma(s) utilizada; estimaciones preliminares indican que ciertos cuerpos también pueden haber comenzado a descomponerse en cenizas después de la muerte, como resultado de las condiciones provocadas por las bombas térmicas.
El Convenio de La Haya de 1899 y 1907, los Convenios de Ginebra de 1949 y el derecho internacional humanitario prohíben el uso de bombas térmicas contra civiles en áreas civiles pobladas. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional también clasifica el uso de bombas térmicas como un crimen de guerra. Israel tiene un largo historial de violaciones graves del derecho humanitario internacional, incluyendo el desprecio por los principios de protección en conflictos armados, como la necesidad militar, la distinción y la proporcionalidad. Los hallazgos de investigaciones realizadas por ciertas organizaciones internacionales creíbles y cuerpos sobre el genocidio continuo de Israel, junto con las estadísticas impactantes sobre el número de personas muertas y el alcance de la destrucción en la Franja de Gaza, respaldan la posibilidad de que Israel haya cometido crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Esto requiere una extensa investigación legal e internacional, mecanismos de rendición de cuentas y un trabajo serio para responsabilizar a los líderes y soldados israelíes, garantizar que enfrenten consecuencias y proporcionar compensación a las víctimas y sus familias de acuerdo con el derecho internacional.