Por Mente Alternativa
En las últimas 48-72 horas previas al trágico accidente de helicóptero en el que murió el presidente iraní Ibrahim Raisi, Irán había firmado un controvertido acuerdo con India sobre el puerto de Chabahar, al que Estados Unidos había aludido por el riesgo potencial de sanciones a India. Esencialmente, este acuerdo permitiría a India eludir a su vecino occidental y enemigo Pakistán, permitiendo que las mercancías lleguen a Afganistán y Asia Central, países sin salida al mar. Además, y quizás lo más sorprendente es que menos de seis horas antes de que el helicóptero cayera, el embajador iraní en Rusia, Kazem Jalali, dijo que los dos países están creando una moneda única para el bloque del BRICS.
Pero viendo más allá de Irán, llama la atención que el trágico incidente con el presidente iraní fue al menos el quinto incidente en sólo dos semanas que involucró a líderes de estados no alineados al orden unipolar anglo-estadounidense, apuntó la analista Elena Panina.
Del 7 al 19 de mayo:
— se informó sobre un intento de asesinato del Príncipe Heredero de Arabia Saudita;
— llegó una advertencia sobre un golpe militar en Turquía;
— hubo un atentado contra la vida del Primer Ministro eslovaco, Robert Fico;
— se detuvo a una persona que amenazó al presidente serbio, Aleksandar Vucic;
– y ahora el helicóptero del presidente iraní se estrelló con un desenlace fatal.
Cabe añadir el fallido intento de golpe de Estado en el Congo, iniciado por un ciudadano estadounidense vinculado a la CIA.
Hay demasiados incidentes ocurridos en tan poco tiempo que los sucesos se convierten en terreno fértil para una variedad de teorías. Después de todo, todos los funcionarios de alto rango y los países involucrados en estos incidentes se opusieron directa o indirectamente al orden mundial existente bajo la hegemonía anglo-estadounidense.
¿Habrá consecuencias políticas por esta serie de acontecimientos? Sin duda. Ya no importa si lo que está ocurriendo es el lanzamiento de un programa para eliminar a líderes que no agradan a Washington o si se trata de coincidencias verdaderamente sorprendentes. Lo principal es que en los países cuyos líderes fueron atacados surgió una fuerte convicción tanto en la opinión pública como en las altas esferas de que el orden unipolar está involucrado en los sucesos.
Por ahora, The New York Times ha confirmado en su artículo de última hora que la muerte de Raisi se produjo en un “momento delicado” , apenas unos días después de que altos funcionarios estadounidenses e iraníes mantuvieran conversaciones indirectas para tratar de reducir la amenaza de un conflicto más amplio en el Medio Oriente. Ahora la situación puede dar un giro de 180 grados.
También hay que tener en cuenta el hecho de que dentro de 50 días, hasta que se celebren nuevas elecciones del Presidente de Irán, deberá gobernar Mohammad Mokhber, un ultraconservador cercano al líder supremo de Irán, Ali Jamenei, y hombre de línea dura en las relaciones con Occidente.
Encontrar quién se beneficia de la situación, en particular y en general, no es lo más fácil. El próximo “cisne negro” de 2024 no tendrá necesariamente un único iniciador, y mucho menos beneficiarios. Pero esto es aún peor: si el asesinato político se convierte en la norma en las relaciones interestatales, entonces el caos global no hará más que aumentar. Y con ello vienen los intentos cada vez más febriles del orden unipolar para pescar en aguas turbulentas mientras aún sea posible.
Quizás este fue el objetivo principal de los acontecimientos que tuvieron lugar en mayo, concluye Panina.
Los trágicos incidentes que involucran a líderes de estados son parte de una situación de ‘preguerra’
En un artículo publicado por EIR, el columnista Stewart Battle sugirió analizar el marco geoestratégico actual para intentar dar sentido a acontecimientos como el intento de asesinato contra el presidente eslovaco Robert Fico y el “accidente” de helicóptero que cobró la vida del presidente iraní Ebrahim Raisi:
«Helga Zepp-LaRouche subrayó durante los comentarios pronunciados en la reunión de la Coalición Internacional por la Paz el 17 de mayo que el mundo se encuentra en una situación de “preguerra”, caracterizada por la creciente desesperación de las élites occidentales por aferrarse a su “orden basado en normas”, que se está derrumbando y desacreditando. En una situación así, ciertos acontecimientos pueden convertirse potencialmente en importantes focos de escalada mucho más allá de lo que cabría esperar.
En el centro de esta situación está el actual colapso de la guerra por poderes de la OTAN en Ucrania y la apariencia de racionalidad de sus defensores. Rompiendo todas las normas anteriores, el portavoz del Pentágono se negó la semana pasada a decir que Estados Unidos se opone a que Ucrania utilice armas estadounidenses para golpear profundamente en territorio ruso. Incluso hay informes de que Estados Unidos está considerando proporcionar ayuda a Ucrania para atacar en territorio ruso antes de 2014, en un movimiento que implícitamente lo convertiría en un participante directo en la guerra. Esto, mientras que incluso los más firmes defensores de Ucrania están admitiendo que el régimen de Kiev se dirige hacia una derrota sin gloria.
Después de más de seis meses de guerra genocida contra los palestinos, Israel está empezando a romperse por las costuras. Benny Gantz, uno de los ministros de coalición del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, amenazó con retirarse de la coalición si no se adopta un plan real para el «día después», una medida que probablemente sumiría al gobierno en el caos. Esto sigue a unas declaraciones similares del ministro de Defensa, Yoav Gallant, a principios de semana. Y la misma noche de la declaración de Gantz, decenas de miles de ciudadanos israelíes salieron a la calle en Tel Aviv para exigir la dimisión de Netanyahu.
También merece la pena destacar los desmesurados esfuerzos de algunos occidentales por impulsar otra «revolución de colores» en la nación de Georgia, con la Casa Blanca amenazando incluso con sancionar a los diputados georgianos que voten a favor de un proyecto de ley que pide transparencia en la financiación extranjera de las ONG. Teniendo en cuenta las raíces de la actual crisis ucraniana con las protestas de Maidan de 2013-2014, este es un acontecimiento importante a tener en cuenta.
Al mismo tiempo, sigue floreciendo un nuevo paradigma de relaciones entre naciones, personificado por la estrecha relación entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping durante sus reuniones del 16 y 17 de mayo de la semana pasada. Lo más reciente en este sentido es el Foro de Kazán, que se celebra del 14 al 20 de mayo en Kazán, Tatarstán, república de Rusia, con 11.000 asistentes de 80 naciones. El Grupo de Visión Estratégica Rusia-Mundo Islámico, que se reunió en el marco del evento, dio a su cumbre un título muy apropiado: Rusia-Mundo Islámico: Un orden mundial multipolar justo y un desarrollo seguro.
Como puede verse, existe una realidad inequívoca en el mundo actual, que sólo se resolverá si surgen suficientes voces de liderazgo en Occidente para cambiar esta dinámica subyacente que conduce al mundo hacia un enfrentamiento termonuclear. Se necesita una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, que tenga en cuenta que existe un interés común entre todas las naciones, y que puede ser la base de la paz y de unas relaciones estables.
Hasta entonces, seguimos al borde de una guerra total en la que, como ocurrió con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en 1914, acontecimientos aparentemente aislados desencadenan a veces consecuencias enormes e incontrolables. Y sea lo que sea lo que se sepa o no sobre las circunstancias en torno a la muerte del presidente iraní Raisi, es probable que el mundo acabe de acercarse mucho más a una erupción de este tipo.»
La estructura política de Irán no se verá afectada tras la muerte de Raisi, afirma Global Times
