Por Mente Alternativa
En medio de una batalla legal en el Reino Unido por una denuncia colectiva de los familiares de víctimas que fallecieron o sufren secuelas debido a la vacuna anti-COVID de AstraZeneca, la farmacéutica británico-sueca admitió por primera vez que su vacuna puede causar una enfermedad mortal, atribuyendo esto a lo que describen como un “raro efecto secundario”. En otras palabras, se acepta que las vacunas COVID matan seres humanos, como hemos venido advirtiendo en este medio desde 2020.
Abogados que representan a familias han declarado que puede que nunca sepamos el verdadero número de personas afectadas por la “rara” pero devastadora “complicación” relacionada con la vacuna contra el COVID de AstraZeneca. Sin embargo, actualmente, 51 familias ya están emprendiendo acciones legales contra el gigante farmacéutico, argumentando que su vacuna “defectuosa” fue la responsable de las lesiones y muertes de sus seres queridos.
La “complicación”, conocida como síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) o trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por vacuna (VITT), provoca la formación de coágulos sanguíneos peligrosos, potencialmente mortales, en el cuerpo de las víctimas. Los investigadores creen que esto se debe a que el virus del resfriado modificado presente en la vacuna actúa como un imán para una proteína en la sangre llamada factor 4 plaquetario, desencadenando una reacción inmunitaria que resulta en la formación de coágulos.
En octubre de 2021, CBC News hizo eco de datos publicados por la Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC), la cual calculó que la tasa de TTIV en canadienses que habían recibido la vacuna de AstraZeneca se situaba en ese momento entre 1 de cada 83.000 y 1 de cada 55.000, con una tasa de letalidad de entre el 20% y el 50%, y advirtió que la cifra estaba sujeta a cambios a medida que vayan apareciendo más datos (1).
En diciembre de 2021, un estudio científico que analizó el riesgo-beneficio de la vacuna de AstraZeneca utilizando un modelo de redes bayesianas (2), indicó que la enfermedad sólo es fatal en aproximadamente el 20% de los casos, lo cual es una cifra monstruosa para cualquier enfermedad y nada plausible al estar esta asociada a una vacuna supuestamente diseñada para salvar vidas.
Los afectados y sus familias están buscando indemnizaciones bajo la Ley de Protección al Consumidor de 1987, argumentando que la vacuna es “un producto defectuoso” y no tan seguro como los consumidores podrían esperar razonablemente. Aunque la vacuna sigue siendo acreditada, los reclamantes insisten en que la compensación es necesaria para aquellos que han sufrido lesiones graves o han perdido a sus seres queridos.
En diciembre de 2020, los periodistas Jeremy Loffredo y Whitney Webb documentaron evidencia de los vínculos entre los desarrolladores de la vacuna Oxford-AstraZeneca y la rebautizada Sociedad Británica de Eugenesia, así como otras instituciones relacionadas con la eugenesia como el Wellcome Trust británico.
Entre los mayores accionistas de AstraZeneca se encuentran Wellington Management Co. LLP, de la familia Morgan; BlackRock Investment Management (UK) Ltd; The Vanguard Group, Inc.; y Fidelity Management & Research Co. LLC. —tres de los “cuatro grandes de Wall Street” controlados por linajes de la vieja aristocracia europea y la oligarquía estadounidense. En el portal Marketscreener, Marcus Wallenberg aparece como miembro de la junta directiva de AstraZeneca. Marcus Wallenberg es un antiguo miembro del Comité Directivo del Club Bilderberg.
Notas a pie de página
1. Public Health Agency of Canada: Archive 22: Recommendations on the use of COVID-19 vaccines [2021-10-22].
2. Lau CL, Mayfield HJ, Sinclair JE, Brown SJ, Waller M, Enjeti AK, Baird A, Short KR, Mengersen K, Litt J. Risk-benefit analysis of the AstraZeneca COVID-19 vaccine in Australia using a Bayesian network modelling framework. Vaccine. 2021 Dec 17;39(51):7429-7440. doi: 10.1016/j.vaccine.2021.10.079. Epub 2021 Nov 4. PMID: 34810000; PMCID: PMC8566665.