Un camino hacia la felicidad. Con gran capacidad de síntesis y pruebas empíricas contundentes que van desde la ciencia genética y la neurociencia hasta el revisionismo histórico, la teología y la arqueología, el catedrático Carlos Delfino traza el mapa de Un Camino a la Felicidad mientras recorre los temas más importantes de la cosmovisión Vida Coherente, como son: la Gran Intervención genética de la raza humana, la programación al ser humano por parte de los controladores, el potenical cuántico-holográfico del corazón y el cerebro humano, y las características del Método Vida Coherente. Es este un video imperdible y fundamental para comprender la realidad del ser humano en la Tierra y su circunstancia como esclavo en la matrix holográfica 3D. Pero sobre todo, este video revela las claves del Gran Misterio para liberarse del control de los programadores planetarios y adentrarse en un camino hacia la felicidad a través de la conciencia y la re-unificación de la humanidad en coherencia con la Conciencia Absoluta. El índice de los temas desarrollados en el documento es el siguiente: (1) Todos los atributos de la conciencia conducen a la liberación y la felicidad. (2) La Gran Intervención genética de la raza humana en la prehistoria. (3) ¿Quién hackeó y reprogramó el ADN humano durante la Gran Intervención? (4) La trinidad sagrada y la programación monoteísta para anular lo femenino. (5) El relato bíblico que justifica la fundación de la nación judía es una mentira y parte de la programación. (6) Reunificar el corazón con la Conciencia Absoluta para liberarnos de la Gran Intervención. (7) La realidad no existe, es una ilusión holográfica proyectada por el cerebro. (8) ¿Cuál es el camino hacia la felicidad desde el método Vida Coherente? (9) Sobre Carlos Delfino y el proyecto Vida Coherente.
Todos los atributos de la conciencia conducen a la liberación y la felicidad
Todos los atributos de la conciencia son parte de un camino hacia la felicidad que se puede lograr incluso viviendo en esta realidad 3D. Por muy difícil que parezca, se puede vivir bien, en tranquilidad, coherencia y plenitud.
El mayor problema que tenemos con la conciencia es que la ciencia oficial no la reconoce como una entidad, sino sólo como la simple “capacidad de conocerse a sí mismo.” Pero la definición de la cosmovisión Vida Coherente no se limita a eso, pues hasta los cuervos, que tienen cerebros diminutos, son auto-conscientes.
Los seres humanos somos mucho más que conscientes de nuestra propia existencia. Después de experimentar la conciencia a través de la meditación, después de descubrir el lugar de la conciencia y de experimentar su paz, lo primero que se siente es seguridad, amor universal, y se logra un perdón real y no meramente cerebral. Pues el perdón cerebral es falso, ya que está respaldado en una base de datos de experiencias dolorosas que constantemente nos recuerda que alguien nos perjudicó.
El verdadero perdón, que se manifiesta a través de la conciencia, es liberador. Y la libertad es un atributo que tiene mucho que ver con la felicidad. Pues aún viviendo en realidades adversas como la que se vive en esta matrix 3D en la que todo está configurado para que una pequeña élite global controle, explote y distribuya la riqueza a su antojo, también es posible sentirse libre a nivel de conciencia. Si logramos sentirnos libres desde la conciencia a pesar de vivir esclavizados y en condiciones inhumanas, sabremos que somos mucho más que cuerpos esclavizados y tendremos una verdadera perspectiva de lo que son las cosas y de cómo empezó todo este problema.
La Gran Intervención genética de la raza humana en la prehistoria
El problema de la humanidad comenzó con un evento al que el catedrático Carlos Delfino se refiere como la Gran Intervención de la Raza Humana. En una investigación titulada “La sorprendente señal del código genético terrestre” , publicada en la revista International Journal of Solar System Studies (Icarus), en 2013, el matemático Vladimir Scherbak (Universidad de Al-Farabi) y el astrobiólogo Maksim Makukov (Instituto Astrofísico de Fesenkov, Kazajistán), analizaron un misterioso código numérico incrustado en el ADN humano y descubrieron que se trataba de un algoritmo informático, como el de una computadora, que consiste en un patrón matemático y semántico que no obedece a nada natural y que necesariamente fue creado de forma artificial.
¿Qué hace un algoritmo como este en el ADN humano? Cambiar resultados aleatoriamente, o a placer de quien lo programó. Es una señal tan inteligente que ha sido llamada “el SETI biológico.” El SETI es un programa para encontrar inteligencia extraterrestre que siempre se ha limitado a buscar vida extraplanetaria a través de un programa de radiotelescopios que intenta captar señales alienígenas por ondas de radio.
Tras el descubrimiento de Sherbak y Makukov, algunos estudiosos se animaron a sugerir que ya no había necesidad de buscar señales de vida alienígena en la ionósfera, pues la señal analizada por los científicos de Kazajistán está insertada en nuestro propio código genético. Sherbak y Makukov lograron descifrar de qué se trata este código injertado sobre el código original de la raza humana. “Esta intervención fue posible porque todo el genoma humano —dicen ellos— es en realidad un mapeo flexible entre codones y aminoácidos, y esta flexibilidad permite modificarlo de manera artificial. Pero una vez modificado el código puede permanecer sin cambios para siempre,” pues así como hay cosas que se pueden cambiar en el ADN —como muestra la epigenética de Bruce Lipton— también hay otras que no se pueden modificar.
Lo relevante es que este código cuenta con los criterios necesarios para ser considerado una señal inteligente con sellos de artificialidad que no tienen nada que ver con los procesos evolutivos. Y en efecto:
“El código muestra un orden meticuloso de precisión que coincide con los criterios para ser considerado una señal informática inteligente, pues revela un conjunto de patrones aritméticos e ideógráficos exactos y sistemáticos, y estos patrones subyacentes aparecen como producto de una lógica de precisión y computación compleja, y no de procesos al azar.”
No hay duda de que este código artificial inteligente fue insertado en el código genético original del ser humano, lo que generó una serie de consecuencias que se pueden explicar en términos de separación y de disminución de capacidades espirituales y paranormales, para realzar en cambio las materiales.
En cuanto a la separación, originalmente los seres humanos llegaron a la Tierra a vivir una experiencia 3D de manera individual, pero de alguna manera se mantuvieron unificados como raza. Además se sabe que todo en el universo está interconectado entre sí y con la Fuente. Pero el hackeo del ADN humano separó el Yo verdadero de la conciencia, del Yo falso del ego.
Se sabe que el ego es una construcción foránea porque no existe ni tiene un lugar en nuestro cuerpo, sino que es algo que viene de afuera. La neurociencia contemporánea afirma que el ego es una construcción que el cerebro crea todos los días. De modo que nosotros creemos que somos la historia de lo que nos pasó en la vida, pero en realidad esa es la historia de nuestro ego. Incluso la historia de la humanidad no es la historia de la humanidad, sino la historia de los egos de la humanidad.
Entonces, la separación primordial dio pie a una cantidad más grande de separaciones, de las cuales aquí sólo mencionaremos tres o cuatro por cuestión de espacio. Estas separaciones nos afectan mucho y son las que provocan los graves problemas que tenemos a nivel social y a nivel individual.
¿Quién hackeó y reprogramó el ADN humano durante la Gran Intervención?
No hay duda de que este código fue insertado para esclavizar al ser humano. Quienes ejecutaron el hackeo de nuestro ADN son entidades que necesitaban mano de obra e insertaron ese código en nuestro ADN original para que sufriéramos todos esos cambios (separaciones) y pudiéramos ser esclavos más dóciles y controlables.
Como el ADN original no fue tocado —de hecho sigue allí— y el código artificial sólo fue superpuesto al ADN original, los “genetistas foráneos” tuvieron que complementar el trabajo a través de una programación sistematizada para mantener a los esclavos controlados mentalmente.
La programación ha sido mantenida durante milenios. Y según la última datación, la gran catástrofe del Diluvio Universal que está sustentada por evidencias arqueológicas, ocurrió alrededor del año 9,500 a.C. De modo que es probable que la intervención haya ocurrido hace más o menos once mil años, conforme los grupos humanos bajaban de las tierras altas para asentarse en Mesopotamia, Sumeria, el Valle del Indo, Egipto, y provincias egipcias como Canaán.
La trinidad sagrada y la programación monoteísta para anular lo femenino
Lo que el revisionismo histórico estudia actualmente es cómo se ha mantenido esa programación humano-esclavo a lo largo de toda la historia. El eje que sostiene la programación es una figura religiosa trinitaria que no se puede comprobar a partir de las llamadas escrituras sagradas. No obstante, la estructura de programación trinitaria (padre-madre-hijo) está presente en todos lados. En Babilonia tenemos al dios Nimrod, la madre Semíramis (Reina del cielo) y el hijo Tammuz. El culto a la “reina del cielo” evolucionó a la adoración de Ishtar, diosa asiro-babilónica (cuya homóloga era la sumeria Innana, también conocida como Ninnanna o “reina del cielo”). En Egipto tenemos a Osiris, Isis y Horus; en Nazaret a José, María y Jesús, etc. (cuya relación con la trinidad egipcia ha sido demostrada filológicamente). El caso es que siempre son los mismos, pero con diferentes nombres.
En el siglo XIII a.C., Canaán era una provincia egipcia donde había cierta cantidad de tribus que adoraban a un dios padre llamado “El”. Su principal esposa fue “Asherah” y el hijo de ambos “Baal.” En la lengua cananea, que es muy similar al proto-hebreo, Baal significa “amo” o “señor.” El nombre Baal posteriormente se tiranizó, pues uno de los baales predominó satanizando al resto, a quienes consideró sus enemigos. Entonces los planificadores intentaron unificar a todas esas tribus cananeas que estaban dispersas en la zona, en una sola religión monoteísta cuyo dios sería YHWH (Jehová, Yahvé). Para ello eliminaron a la figura femenina, lo que constituye un antecedente del machismo en la historia. Además, los baales fueron satanizados y se conviertieron en los “malos” de la historia. A partir de estos cambios los planificadores justificaron la destrucción de los templos a Baal que había en toda la zona, y se consagraron al dios único.
Sin embargo, el dios “El” (también nombrado “Eloah”, “Elojá”, “Elohá”) todavía aparece en el Génesis 1, pero nombrado en plural como “Elohim”, nombre que se refería a todos los dioses menores cananeos que según el relato del Génesis fueron quienes “separaron los cielos de la Tierra”, es decir que serían ellos quienes separaron al ser humano de su conciencia. Esta es la referencia histórica a la Gran Intervención de la raza humana que quedó registrada en las sagradas escrituras.
El relato bíblico que justifica la fundación de la nación judía es una mentira y parte de la programación
Además de la siniestra transformación a la religión monoteísta, saltan a la vista otras formas aberrantes que se han usado para programar el devenir histórico. Concretamente nos referimos a la manera en que los relatos bíblicos manipularon una serie de acontecimientos muy relevantes para justificar la creación de la nación judía. Así encontramos que la descripción que se hace sobre la tierra de Canaán en el relato bíblico (supuestamente del siglo XIII a.C.), no corresponde con los resultados de estudios arqueológicos contemporáneos que han demostrado que el Canaán descrito en las sagradas escrituras en realidad corresponde al siglo VII a.C. y no al siglo XIII a.C.
En el siglo XIII a.C. lo que había en Canaán eran pequeñas ciudades sin fortificación y sin murallas que respondían a las órdenes del faraón. Además, cerca de Canaán había tribus de otros pueblos, como los propios amorreos. De este modo, si el faraón enviaba una cuadrilla para abastecerse de agua y alimentos, esta no corría mayor peligro pues la zona estaba patrullada.
En este contexto, lo relevante es que la ciudad de Jericó había sido un caso paradigmático en el que todos los historiadores estaban de acuerdo hasta hace poco tiempo. Según el paradigma de la historia oficial, “el pueblo de Israel, con trompetas y con el arca de la alianza, derrumbó la fortificación y los muros de Jericó para fundar la nación judía.” Sin embargo, la arqueóloga británica Kathleen Kenyon, quien se dedicó a excavar la ciudad de Jericó durante seis años, no encontró ninguna evidencia de destrucción para el siglo XIII a.C. en la ciudad.
El descubrimiento de Kenyon además fue verificado y respaldado por una gran cantidad de arqueólogos. Por ejemplo, el arqueólogo Magen Broschi, conservador de los Rollos del Mar Muerto en el Museo de Israel durante muchos años, dijo lo siguiente:
“La ciudad de Jericó estuvo desierta desde principios del siglo XV a.C. hasta el siglo XI a.C.”
Además, como ya se dijo, en esa zona no se usaban murallas porque era una provincia egipcia constantemente patrullada por los egipcios. Y no fue sino hasta el siglo XI a.C. que se fundó allí un pequeño asentamiento que era “pequeño y pobre, casi insignificante, y que no había sido fortificado.” Sólo siglos después se convirtió en la ciudad de Jericó, que a la postre fue una ciudad relativamente grande. Pero en el siglo XIII a.C. Jericó no existía, por lo que el relato de las sagradas escrituras no corresponde a la verdad histórica.
El propio Israel Finkelstein, arqueólogo judío de la Universidad de Tel-Aviv, reconoció que el relato bíblico es falso y que su difusión se debe a la necesidad de justificar la consolidación de la nación judía a través de un “relato” que la validara, aunque tal manipulación implicara usar elementos del siglo VII a.C. para hacerlos pasar como si fueran del siglo XIII a.C. Israel Finkelstein se expresó de este modo sobre el engaño de Jericó, que hasta la fecha (siglo XXI) sigue siendo motivo de guerras y otras abominaciones en la Tierra:
“La famosa escena de las fuerzas israelitas marchando con el Arca de la Alianza en torno a la ciudad amurallada y provocando el derrumbamiento de los poderosos muros de Jericó al son de las trompetas de guerra fue, por decirlo de alguna manera, un espejismo romántico de los narradores del siglo VII a.C.” (Fuente: Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman en La Biblia desenterrada, 2001)
Otra evidencia de la manipulación del Antiguo Testamento es que está plagado de relatos que hablan de camellos que eran usados como medio de transporte, desde los tiempos de Abraham en adelante. Lo cierto es que en el siglo XIII a.C. los camellos ni siquiera se habían domesticado:
“Los relatos bíblicos de Abraham, José y Jacob hablan de camellos domesticados que se utilizaban como animales de carga. Pero, ahora, arqueólogos demostraron que estos animales no fueron domesticados en la Tierra de Israel hasta siglos después de la época de los patriarcas (2.000-1.500 a.C.). Utilizando la datación por radiocarbono, expertos de la Universidad de Tel Aviv deteminaron el momento en el que los camellos domesticados llegaron al Levante sur, adelantando la estimación del siglo XII al IX a. C.” (Fuente: BBC – Los camellos anacrónicos de la Biblia)
Por lo tanto, de todo esto se puede concluir que si bien al pueblo judío le pareció normal manipular la historia para consolidarse como nación, para el resto de la humanidad esta siniestra ambición mentirosa constituye una prueba más de que hemos sido engañados durante toda la historia.
La disciplina científica conocida como historia, que tiene por objetivo contar la verdad sobre el pasado y el transcurrir de los tiempos, en realidad ha sido usada como un medio de programación por parte de las élites. Pues la historia siempre la escriben los vencedores. Pero también es cierto que ningún poder puede borrar completamente las pruebas empíricas, pues estas permanecen en su lugar por siglos y milenios en espera de historiadores y arqueólogos honestos que las desvelen y divulguen.
Reunificar el corazón con la Conciencia Absoluta para liberarnos de la Gran Intervención
La gran separación de nuestra alma apunta al corazón, pues ha sido el Instituto HeartMath (Matemática del Corazón) el que con una cantidad de experimentos científicos demostró que este es el único órgano humano que está conectado con una inteligencia superior a la que el catedrático Carlos Delfino se refiere como la “Conciencia Absoluta.”
La Conciencia Absoluta es el campo unificado, que desde el punto de vista de la física podría ser el “vacío cuántico”, que de vacío no tiene nada. David Bohm al principio lo llamo “potencial cuántico” y más tarde lo denominó “el orden implicado.” Pero fue el lúcido investigador Jacobo Grinberg, misteriosamente desaparecido en 1994, quien realmente comprobó, a través de un experimento incuestionable y sin dejar lugar a dudas, que TODOS SOMOS UNO y constituimos una unidad global colectiva.
Es precisamente esa conciencia de unidad lo que hay que activar para liberarnos de la Gran Intervención y de la programación milenaria que nos hacen sentirnos separados. La conciencia separada del ego es una construcción del cerebro, por eso al hablar del ego nos referimos al cerebro, y al hablar de conciencia nos referimos al corazón que nos conecta a la Conciencia Absoluta.
Nos separaron como raza, como colectividad, y para volver a sentir esa unidad hay que activarla. Generalmente nos sentimos solos, pero jamás podemos estar solos ya que todos somos UNO. Pero hay una programación con énfasis social y psicológico para mantenernos separados, aunque tarde o temprano nos vemos obligados a pedir ayuda cuando tenemos algún problema. Nos guste o no, todos necesitamos de todos porque además somos un solo organismo, la raza humana es un colectivo y no es individual. Pero hay que activar esa unidad. Al genio Grinberg le tomaba sólo veinte minutos activar una conciencia de unidad.
Nos separaron de la característica esencial de cualquier raza en el universo, que es la libertad. Y lo que es peor, nos dejaron una falsa sensación de libertad, porque el código implantado al ADN durante la intervención de la raza humana es el que le da órdenes al cerebro y hace que este envíe la mayor cantidad de datos al inconsciente. Es decir que cerebralmente nosotros somos puro inconsciente al 99.9%.
El inconsciente es once millones de veces más grande que la parte consciente que maneja el cerebro. El inconsciente nos empuja porque trabaja con estímulos-respuestas y así nos empuja a decir cosas o a ejecutar acciones de las que después nos podemos arrepentir. El inconsciente, por reflejo, nos empuja a decir o ejecutar acciones. Y cuando esas respuestas pasan por el hilo de conciencia que tenemos activado, nos provocan la sensación de culpabilidad.
De este modo, tenemos un cerebro que no tiene libertad, un cerebro que vive en piloto automático, un cerebro que reacciona ante cualquier estímulo y cuya respuesta depende del estímulo, y a la vez un cerebro que maneja un rango pequeñito de conciencia que solamente sirve para sentirnos responsables de lo que hacemos y de lo que decimos.
O sea que las culpas, desde el punto de vista de la cosmovisión Vida Coherente, tampoco existen. Una persona no daña a otra porque sea intrínsecamente mala, sino porque no pudo hacer otra cosa. Del mismo modo, si una persona no daña a otra no es porque sea buena, sino porque porque tiene una configuración diferente del inconsciente. La persona que daña a otros tiene una configuración negativa del inconciente, y no es que sea malo intrínsecamente, pues como todos somos UNO, esa persona también es un aspecto de mí y ambos somos conciencias, somos almas experimentando una realidad 3D. Cuando tomamos conciencia de que no hay personas culpables nos volvemos capaces de perdonar no sólo a los demás sino también a nosotros mismos.
La realidad no existe, es una ilusión holográfica proyectada por el cerebro
Quizá la peor de todas las programaciones sea que no vemos la realidad. Nosotros creemos que vemos la realidad pero lo que vemos es un modelo de la realidad que crea el cerebro, porque el cerebro está limitado y no puede gestionar una gran cantidad de características de esta realidad. Entonces lo que hace es una maqueta de realidad que puede gestionar de algún modo. Y así, la realidad real, que es no local y atemporal, resulta ingestionable para el cerebro humano.
La Dra. Susana Martinez-Conde es una neurocientífica que ha demostrado en vivo ante auditorios repletos que lo que vemos no es lo que es, sino una mera ilusión. Todo lo que vemos es una ilusión del cerebro.
Por si esto fuera poco, el neurocientífico Francisco J. Rubia Vila también ha comprobado que afuera del cerebro no hay objetos y que la realidad no existe sino que es proyectada por el cerebro, pues afuera del cerebro sólo hay energía e información.
¿Cuál es el camino hacia la felicidad desde el método Vida Coherente?
El método Vida Coherente es un proceso dinámico de terapia energética holodinámica que consiste en anclar energías coherentes y dejar ir energías incoherentes.
1. Salir del ego y vivir desde la conciencia: Esto significa pensar con el corazón. El ego no existe, es un programa implantado en el ADN y captura el cerebro que lo construye ilusoriamente. ¡Cuidado porque el ego manifiesta! Al cerebro lo usamos, al corazón lo escuchamos y lo usamos para manifestar constantemente por sobre nuestra realidad.
2. Intención coherente: Desde el corazón nos cargamos de intención coherente, que significa anclar energía positiva y tener esas plantillas holográficas listas para manifestarse antes que se interponga una reacción cerebral estímulo-respuesta. El corazón puede responder con más rapidez a hologramas del corazón. Este es el camino corto a la transformación.
3. Decreto coherente: Después de incorporar plantillas holográficas y seguir con ejercicios para mantener la coherencia y el orden energético, viene el DECRETO, que es la expresión de la intención coherente con palabras, y con el cerebro en ∞. Al decretar desde la CONCIENCIA, orientamos la antena a la información específica que se despliega paso a paso.
4. Atención coherente: Mantener la atención y la coherencia durante todo el proceso. Aquí vienen los Grupos de Coherencia (sostenida y reto de 30 días).
5. Felicidad coherente: Está comprobada por una investigación longitudinal de la Universidad de Harvard, que duró 80 años y en la cual se estudiaron vidas enteras. Las conclusiones del estudio fueron probadas experimentalmente. Así se sabe a ciencia cierta que las personas que logran trabajar en algo que les satisface, y las que logran reparar (o abandonar) sus relaciones tóxicas, son personas que llegan a la plenitud y a un estado de felicidad.
Sobre Carlos Delfino y el proyecto Vida Coherente
Vida Coherente es una terapia energética que se fundamenta en las investigaciones científicas de sobre el paradigma holográfico, la neurociencia de vanguardia y los estudios sobre el rol del corazón en la vida del ser humano. Esta terapia, mediante ejercicios, meditaciones y orientaciones, lleva a la persona a la auto-transformación y a la auto-sanación, dejando de experimentar la vida desde su ego, que es comprobadamente un implante foráneo con el único fin de esclavizarnos y limitarnos, siendo además la causa real de todo dolor, enfermedades y necesidades. Vida Coherente orienta a la persona a trascender ese ego y vivir desde su verdadero yo, su conciencia; a partir de allí, puede manifestar con libertad y sin límite alguno: “Tú no eres tu cuerpo ni tu ego, por ello la coherencia sostenida cambia las cosas.” (Carlos Delfino). Son muchos los testimonios que respaldan la eficacia de este método. Para más información visitar el sitio web de Vida Coherente, S.C.
Fuentes:
Vida Coherente — Un Camino hacia la Felicidad.
International Journal of Solar System Studies (Icarus) — The “Wow! signal” of the terrestrial genetic code Icarus (Volume 224, Issue 1).
Magonia — Juan José Benitez, en busca del Arca perdida.
BBC — Los camellos anacrónicos de la Biblia.
Pijamasurf — Jacobo Grinberg: su genial obra y su misteriosa desaparición.
Casa de América — Susana Martínez-Conde: ¿Qué sabemos de la mente y el cerebro?
Colegio Libre de Eméritos — Francisco José Rubia Vila: El impacto de la Neurociencia: la ilusión del yo.
Entrevista a J.Ginberg — La teoría sintérgica del Dr. Jacobo Ginberg.