Transcripción del discurso de Elshad Mirbeshoglu en la Conferencia Global Multipolar del 29 de abril de 2023.
Por Elshad Mirbeshoglu
Estimados participantes en la mesa redonda, en primer lugar quisiera darles la bienvenida y expresarles mi gratitud por la oportunidad de participar en este acto.
Como estamos presenciando, se está gestando un nuevo orden mundial, muy diferente de los conceptos anteriores. La limitación de la dominación “atlántica”, de consecuencias desastrosas para el resto de la humanidad, ya está en marcha. Un mundo multipolar es el garante del desarrollo, la seguridad y la cooperación igualitaria de las naciones del mundo. Y lo que es más importante, un mundo multipolar ofrece una oportunidad única para preservar la identidad nacional y la conciencia nacional. Hay un rasgo característico de un mundo unipolar: un gran centro de influencia económica y política. Es decir, el dominio de Estados Unidos y sus aliados. Así pues, esta configuración de poder brinda la oportunidad de beneficiar a este centro de poder mediante la consecución de sus intereses egoístas. Al mismo tiempo, por supuesto, las demás naciones se ven obligadas a renunciar a sus intereses fundamentales y su soberanía no suele valer más que el papel en el que se declara. Basándonos en esto, podemos llegar a la conclusión de que el espacio euroasiático es una plataforma apta para la tarea de desarrollar normas de pluralismo, que están sustituyendo cada vez más activamente a los puntos de vista eurocéntricos en los códigos internacionales. Así pues, el centro político y económico mundial se está desplazando de Europa a Eurasia. Se están formando de manera irreversible nuevos centros de poder como Rusia, China, India, Turquía y Brasil. Esto se ve facilitado activamente por el creciente regionalismo de la economía mundial.
Y me gustaría señalar que uno de los conceptos importantes dentro de la idea del eurasianismo es la multipolaridad.
El crecimiento sostenible y estable de la economía mundial es otro aspecto importante del tema que nos ocupa. La naturaleza multipolar del sistema de relaciones internacionales es fundamental para el crecimiento efectivo de la economía mundial, que es esencial para mejorar las condiciones de vida de los pueblos de todo el mundo. Y el futuro de un mundo multipolar depende de la turbulencia y la naturaleza de las relaciones y la cooperación entre los Estados fuertes en la escena mundial. La aparición de nuevos centros de crecimiento en el contexto político, económico y cultural mundial también ofrece opciones más reales para la transición a un mundo multipolar. Un mundo multipolar da lugar a un sentido de responsabilidad por el destino del mundo para todos los pueblos. Creemos que un mundo multipolar puede servir de impulso ideológico para un diálogo constructivo y pacífico entre los actores políticos. Es decir, la principal construcción geopolítica del sistema en transformación es el desarrollo de ideas de puntos de referencia culturales, históricos y de civilización comunes para los países y de intereses económicos comunes. Así, los nuevos procesos e iniciativas de integración económica tienen el poder de cambiar rápidamente la naturaleza general de las relaciones y la cooperación entre las naciones a escala mundial, creando nuevos centros de crecimiento económico regional. Hoy se puede afirmar que las ideas en torno a la multipolaridad son cada vez más ciertas, a pesar de la resistencia de los distintos países. Al reforzar su estrecha interacción, estos países están creando una poderosa plataforma económica mundial y una megacomunidad civilizatoria.
Un orden mundial basado en una configuración multipolar puede garantizar la estabilidad y la sostenibilidad a escala global principalmente porque las regiones geopolíticas son capaces, en distintos grados, de garantizar el desarrollo equilibrado de todo el mundo. Los centros de poder existentes y emergentes que están interconectados a escala mundial tienen un importante potencial con el que pueden ejercer influencia mucho más allá de sus fronteras. De este modo, el sistema geopolítico se basa en una mayor previsibilidad, clave para mantener la seguridad y la paz mundiales. Si nuestro verdadero objetivo es actuar en interés de toda la civilización y evitar daños mayores, la única forma de avanzar es construir un nuevo equilibrio de poder entre Oriente y Occidente. Además, ésta es la única opción viable que podría permitir a Eurasia obtener la perspectiva de una soberanía geopolítica real.
Analizando los procesos que tienen lugar en el mundo moderno, podemos llegar a la justa conclusión de que, como humanidad, nos encontramos en una encrucijada histórica. En este momento y en esta línea temporal, si analizamos honesta y críticamente los asuntos mundiales actuales y todos los actores principales que los configuran, nos daremos cuenta de que en este complejo sistema, la política exterior estadounidense se contradice intrínsecamente y tiene un fallo fatal que tiene profundas consecuencias para nuestra civilización.
Como todos sabemos, la ambición de la política exterior estadounidense es un mundo dominado por Estados Unidos. Esta ambición implica, por su propia naturaleza, unos principios de comportamiento no escritos según los cuales Estados Unidos desarrolla las normas financieras y comerciales mundiales, mantiene la hegemonía militar y se eleva así por encima de todos los demás competidores emergentes. Además, quizás no haga falta decirlo, tal dominio continuado no es constructivo para otros participantes en el sistema global. Si el mundo unipolar no cambia, acabará con nuevas guerras. Es urgente que la política exterior estadounidense procese la idea de que un mundo multipolar es un camino justo para todas las partes.
Así pues, la transición del mundo a una nueva era geopolítica mundial, el agravamiento de los problemas globales, la aparición de nuevos retos y amenazas para la seguridad de la humanidad, la expansión de las zonas de alta entropía y la reestructuración fundamental del marco político mundial tras el colapso del sistema bipolar y la consiguiente descomposición del mundo unipolar han puesto de manifiesto una necesidad vital común a todos los países y pueblos. Se trata de aunar los esfuerzos de los principales actores de las relaciones internacionales para desarrollar un nuevo marco capaz de abordar las nuevas realidades del paradigma geopolítico y de desarrollo de la comunidad mundial en el siglo XXI. Basándonos en la revisión de los resultados del desarrollo de la crisis mundial en los últimos años, vemos que en las condiciones actuales el modelo de orden mundial más aceptable, sostenible y seguro es la multipolaridad.
Estimados amigos, les agradezco su atención y les expreso una vez más mi reconocimiento por la oportunidad de participar en este evento. Muchas gracias.
Raphael Machado: El Coraje Como Virtud Fundamental En La Transición A La Multipolaridad
Fuente:
Elshad Mirbeshoglu: A multipolar world as a guarantor of modern global security.
