Por EIRNS
El golpe de Estado en Níger del 26 de julio es la manifestación más reciente en contra de las políticas maltusianas de Occidente que se extienden por todo el Sur Global. Es el cuarto golpe de Estado en África Occidental que casi liberó al África francófona de Francia. El 6 de agosto los dirigentes militares de Níger hablaron en una manifestación de decenas de miles de partidarios en el estadio nacional. El mismo día el Senado del país vecino, Nigeria, rechazó darle al Presidente nigeriano, Bola Tinubu, la autorización necesaria para desplegar al ejército, uno de los más grandes de África, como parte de una intervención militar de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) para restituir en el poder al Presidente depuesto de Níger, Mohamid Bazoum. El fracaso de la intervención, por lo pronto, demuestra que los africanos no están dispuestos a matar africanos en beneficio de los intereses de sus antiguos amos coloniales.
Una de las primeras cosas que hizo el general Abdourahmane Tchiani, de Níger, luego de que asumió la presidencia interina, fue suspender la cooperación de seguridad con Francia, y dio la orden para que este país sacara en un período de 30 días los 1.500 soldados franceses estacionados en Níger, que se desplegaron ahí formalmente con el pretexto de luchar contra los terrorista yihadistas. Además Níger es la última plataforma del Comando de África de Estados Unidos en el Sahel occidental y alberga la mayor base militar de drones de Estados Unidos en África y tiene un total de 1.000 soldados.
Otra de las medidas que tomó el nuevo gobierno de Níger fue suspender las exportaciones de uranio, de las cuales abastece a Francia con un 15% de sus necesidades, un 25% de lo que necesita Europa, y un 5% a nivel global. Eso afecta directamente a la compañía minera francesa, Orano. También Níger tiene gran riqueza de recursos, como el oro, petróleo y gas, y en esto hay compañías chinas que están participando en desarrollar estos sectores.
Hubo otros tres golpes de Estado en el África occidental francófona antes del de Níger: en Malí, en agosto del 2020; en Guinea, en septiembre del 2021; y en Burkina Faso, en enero del 2022. Como consecuencia de estos tres golpes los países han roto los vínculos de seguridad con Francia, y sacaron de su territorio a todos los soldados franceses y estadounidenses y los mandaron a sus naciones, soldados que estaban allí con el pretexto de pelear contra el terrorismo de los grupos yihadistas. Estos tres países enviaron delegaciones de alto nivel a la Cumbre Rusia-África que se llevó a cabo el 27 y el 28 de julio en San Petersburgo, y los tres gozan de inversiones de China en proyectos de infraestructura, minería, e hidrocarburos en sus territorios. Aunque la CEDEAO suspendió la membresía a estos tres países, ellos han declarado que apoyan militar y políticamente a Níger.
Estos no son los golpes de Estado de militares corruptos estereotipados, sino el surgimiento de un nuevo panafricanismo, libre del dominio de las “instituciones internacionales” y de las otrora potencias colonialistas. Esto se refleja en Burkina Faso, cuyo Presidente, Ibrahim Traoré, un antiguo capitán del ejército, asistió a la Cumbre Rusia-África y se reunió con el Presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Una de las primeras medidas que tomó Traoré como Presidente, fue nombrar a Apollinaire de Tambela como su Primer ministro. Tambela, un profesor de leyes y activista político, fue un seguidor ardiente de Thomas Sankara, un marxista y militar panafricanista que fue Presidente desde 1983 hasta que lo asesinaron en 1987. Traoré le encomendó a Tambela que supervise el proceso de “refundación de la nación”; Tambela es un firme partidario de aumentar la cooperación económica con Moscú, y ha propuesto fundar un banco conjunto de inversión con Rusia. Las primeras visitas que hizo allende los mares fue a Irán, Venezuela y Nicaragua. Tambela, con el pleno respaldo de Traoré, viene promoviendo la idea de una federación panafricana, que inicialmente estaría formada por Burkina Faso, Malí y Guinea. En febrero del 2023, Burkina Faso fue el país anfitrión de una conferencia con funcionarios de alto nivel de Malí y Guinea para tratar este asunto.
Una federación como esa, si además incluye a Níger, formaría una franja contigua de territorio que se extendería hasta la mitad del continente africano, desde la costa del Atlántico hasta Chad, y abarcaría una población de casi 80 millones de personas.
Por otra parte, el Presidente interino de Mali, Assimi Goïta, encabezó la delegación maliense que fue a la Cumbre Rusia-África y se reunió con el Presidente Putin. Su Primer ministro, Choguel Maïga, quien se graduó en el Instituto de Telecomunicaciones de Moscú, ha respaldado con firmeza la necesidad de ampliar los vínculos con Rusia. Maïga acusó a Francia de respaldar el terrorismo en Malí.
Un blanqueador de dinero lidera la ofensiva para invadir Níger
Fuente:
EIRNS: El golpe de Estado en Níger es parte de la revuelta del Sur Global. 10 de agosto de 2023. Con este título se publicó siguiente artículo en el servicio europeo de alerta estratégica de EIR, EIR StrategicAlert Service número 32, de esta semana.
