“El Parlamento Europeo se propuso prohibir la vigilancia biométrica masiva en Europa, pero está acabando legitimándola.” — Patrick Breyer, miembro del Parlamento Europeo.
Por Mente Alternativa
El Consejo Europeo de la Unión Europea (UE) ha seguido al Parlamento Europeo al aprobar la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, que según sus opositores, legaliza la vigilancia biométrica masiva. La UE promueve esta legislación como pionera mundial, esperando que sirva de estándar global para la regulación de Inteligencia Artificial (IA).
El Consejo anunció que la ley es «innovadora», ya que adopta un enfoque «basado en el riesgo», lo que significa que las autoridades de la UE pueden calificar el nivel de riesgo de la IA para la sociedad y luego imponer normas de diversos niveles de severidad y sanciones, incluidas multas en metálico para las empresas que se considere que infringen la ley.
Se consideran inaceptables la manipulación cognitiva y conductual, mientras que el uso de IA en educación y reconocimiento facial es de alto riesgo, y los chatbots de riesgo limitado. Los desarrolladores deben registrarse para evaluar el riesgo antes de que sus aplicaciones estén disponibles en la UE.
Según un comunicado de prensa, la ley «prevé exenciones, como en el caso de los sistemas utilizados exclusivamente con fines militares y de defensa, así como con fines de investigación».
En marzo, Patrick Breyer, del Pirate Party alemán, criticó la falta de transparencia en las negociaciones y afirmó que la ley legitima la vigilancia biométrica masiva.
Patrick Breyer, miembro del Parlamento Europeo por el Pirate Party alemán, comentó:
«El Parlamento Europeo se propuso prohibir la vigilancia biométrica masiva en Europa, pero está acabando legitimándola. El escalofriante control de nuestro comportamiento y la omnipresente vigilancia facial en tiempo real en los espacios públicos, la identificación biométrica propensa a errores utilizada en las grabaciones de CCTV incluso para delitos menores, la clasificación racial de las personas, la tecnología de IA no científica del «detector de mentiras por vídeo»: ninguna de estas tecnologías distópicas estará fuera de los límites de los gobiernos de la UE, incluidos los gobiernos antiliberales como el de Hungría. En lugar de protegernos de estos instrumentos autoritarios, la Ley de IA proporciona un manual de instrucciones para que los gobiernos desplieguen la vigilancia biométrica masiva en Europa. Por muy importante que sea regular la tecnología de la IA, defender nuestra democracia para que no se convierta en un Estado de vigilancia de alta tecnología no es negociable para nosotros, los Piratas.»
Marcel Kolaja, diputado y cuestor del Parlamento Europeo por el Pirate Party checo y ponente de opinión de la Ley de IA en la Comisión de Cultura y Educación (CULT), comentó:
«La Ley de IA me decepciona. Hay una clara necesidad de normas sobre inteligencia artificial. Sin embargo, la forma actual que ha surgido de las negociaciones con los gobiernos nacionales se queda corta. Los gobiernos nacionales han introducido una sección que crea de facto un marco legal para el espionaje generalizado de las personas mediante cámaras biométricas. Estas cámaras, equipadas con inteligencia artificial, son capaces de reconocer los rostros de las personas y, por tanto, llevar un registro de quién ha estado dónde, cuándo y con quién. La Ley de Inteligencia Artificial debería haber prohibido esta herramienta orwelliana, pero en su lugar la legaliza explícitamente. Es una invasión de la privacidad por la que los piratas nunca levantarán la mano. Es una pena, porque la Ley de IA también tiene sus cosas positivas. Por ejemplo, me alegro de haber podido negociar normas para el llamado e-proctoring. Programas que se utilizan para controlar a los estudiantes cuando hacen exámenes en línea. Si la inteligencia artificial está mal entrenada, puede evaluar, por ejemplo, el ruido del pasillo de un dormitorio como hacer trampas. Dado el impacto que esto puede tener en la vida de un joven, merece la pena vigilar y asegurarse de que el programa funciona como debería. Por desgracia, al final, cuando se trata de la Ley AI, los aspectos negativos superan a los positivos».
