Por Mente Alternativa
En un artículo publicado por Declassified UK, el periodista Hamza Yusuf documenta que al menos 80 ciudadanos británicos están sirviendo en el ejército israelí (IDF) en Gaza, con el conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido.
Entre ellos, Sam Sank, un sargento británico, ha sido identificado en operaciones en Khuza’a, donde la destrucción masiva de la zona ha sido calificada por la organización de derechos humanos B’Tselem como un “crimen de guerra”.
A pesar de la grave destrucción y el sufrimiento infligido a los palestinos, muchos de estos soldados británicos expresan abiertamente su desprecio por los palestinos y una satisfacción por sus acciones.
Este fenómeno genera críticas por la inacción del gobierno británico para detener la participación de sus ciudadanos en posibles crímenes de guerra, resaltando una preocupación por la implicación y la moralidad de tales acciones.