Lo que en los medios de masas se presenta como una victoria de la derecha sobre la izquierda en las elecciones de la Unión Europea (UE), en realidad fue una creciente aunque todavía insuficiente señal del descontento de los europeos con las imposiciones supranacionales de Bruselas que operan a favor de los partidos de la guerra y las políticas verdes del Gran Reseteo.
Por Mente Alternativa
Las recientes elecciones del Parlamento Europeo han revelado un fuerte voto anti-guerra, aunque insuficiente para cambiar las políticas de la UE a corto plazo, informaron Rainer Apel y Claudio Celani en EIR. Este resultado ha provocado un terremoto político en Francia y Alemania, los motores de la Unión Europea. Sin embargo, en el Parlamento Europeo, la “gran coalición” pro-guerra (Partido Popular Europeo, Liberales y Socialistas) aún mantiene la mayoría.
A nivel nacional, el apoyo a los partidos anti-guerra es notable. En Francia, el partido de Macron obtuvo solo la mitad de votos que su rival directo, el Rassemblement National de Marine Le Pen (6% frente a 32%). Macron ha convocado elecciones anticipadas, esperando llegar a la segunda vuelta y reunir el voto anti-RN, aunque corre el riesgo de ser derrotado en la primera ronda.
En Alemania, la coalición de gobierno perdió significativamente, quedando en 31%. La Alternativa para Alemania (AfD) es ahora el segundo partido más grande del país y el más grande en los estados de Alemania Oriental. El nuevo Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW) también obtuvo buenos resultados con más del 6%, reflejando un claro voto anti-guerra. A pesar de esto, el fuerte apoyo a las Democracias Cristianas pro-guerra, CDU/CSU (30%), indica que muchos votantes siguen influenciados por los medios.
En Italia, la coalición de gobierno aumentó su voto, un resultado que puede explicarse como un voto anti-UE. El gobierno de Meloni, a pesar de apoyar la política de guerra de la UE-OTAN, se ha opuesto al Green Deal.
La coalición de gobierno alemana -socialdemócratas, verdes y demócratas libres- sufrió una notable derrota. Los Verdes, en particular, perdieron el 40% de sus votantes, cayendo al 11,9%. Este resultado refleja el creciente descontento con las políticas de guerra y ecológicas. La AfD y el BSW mostraron una fuerte oposición a las políticas del gobierno, con la AfD ganando en casi todos los distritos de los estados orientales. Se espera que la AfD también triunfe en las próximas elecciones estatales, lo que podría desencadenar una grave crisis política en Alemania.
