Por Andrei Fursov
No sólo nosotros, sino también el sistema mundial atraviesa tiempos difíciles, puntos de inflexión. De hecho, el capitalismo está en sus últimas etapas. El economista e ideólogo del globalismo Jacques Attali ha hablado de esto (1), y de hecho el sistema capitalista está desapareciendo, y no porque haya fracasado, como predijo Marx, sino porque simplemente cumplió su misión. Se está derrumbando de manera distinta, y las élites que lo están desmantelando están tratando de construir algo más en su lugar, pero este proceso se sale de control constantemente. Y ese es precisamente el miedo y la belleza de la historia. Vivimos en una época de crisis de matrioshkas, es decir, nuestra crisis está dentro de la crisis europea y la crisis europea está dentro de la crisis mundial. Y como estas crisis no siempre coinciden en fases, se crea una situación completamente confusa y compleja.
Una especificidad importante de nuestra era es que la esfera de la información está siendo controlada. Toda la esfera de la información está bajo control: genera ruido de información, y uno no obtiene una imagen real del mundo. En las historias de detectives se nos muestra esta situación a menudo: Mientras los ladrones roban un banco, los guardias están sentados mirando las pantallas de televisión, independientemente de si alguien se está moviendo allí o no. Hacen clic y empiezan a reproducir la película, en la que todo aparece en orden en un pasillo vacío, pero en realidad ya han saqueado todo de ahí.
La década de los años 20 de nuestro siglo debería determinar cómo será el mundo durante los próximos 40 a 60 años. A todas las personas les encanta vivir cómodamente, en su entorno familiar. Y los acontecimientos pueden confundir fácilmente a cualquier persona, pero si comprende las tendencias, esto no sucederá. Actualmente, nuestra tarea es estar en el flujo moderno de la información para poder utilizar los conocimientos adquiridos (“claves”) como pautas en las actividades prácticas y en la vida cotidiana.
Sobre el autor
Andrei Fursov es filósofo, historiador, miembro de la Academia Internacional de Ciencias (Innsbruck, Austria), director del centro de estudios rusos de la Universidad Humanitaria de Moscú, director del Instituto de Análisis Sistémico-estratégico, Jefe del Departamento de Asia y África INION RAN, y jefe del Centro de Metodología e Información del Instituto de Conservadurismo Dinámico.
Andrei Fursov: ¿Qué pasará después de 2030 si no hay una catástrofe global?
Notas a pie de página
1. Andrei Fursov ha analizado los escenarios del desarrollo del sistema capitalista mundial sugeridos por el ideólogo del globalismo Jacques Attali en sus últimas obras. Attali ve la solución de la crisis contemporánea en la creación de un gobierno mundial. En su opinión, el mundo se ve empujado en esta dirección por «cinco sacudidas», a saber: el acto terrorista del 11-S; el auge del desarrollo de Internet y de las redes móviles; la crisis financiera de 2008; la ola de cambios, que apareció en Europa del Este y ha llegado hoy a Oriente Árabe; la catástrofe de Fukushima, que ha planteado la cuestión del control mundial de los recursos nucleares. Attali analiza la historia y los acontecimientos actuales a la luz del cambio de orden mercantil. El contemporáneo -el noveno- atraviesa una crisis extremadamente aguda, que terminará con la desaparición de la Pax Americana. Entonces se producirá una furcación. En opinión de Attali, o bien el gobierno mundial se instaurará de una vez o surgirá como resultado de un proceso de tres movimientos de la década 2020-2060: hiperimperio (mercado sin democracia), hiperconflicto e hiperdemocracia con un gobierno supranacional a la cabeza. El análisis de las obras de Attali muestra que expresa los intereses de la cúpula de la clase capitalista mundial que se adhiere a posiciones ultraglobalistas y trabaja por la subversión de la soberanía de los Estados-nación. La terminología utilizada por Attali, en particular el «desarrollo sostenible» / «crecimiento sostenible» (en realidad, es la combinación de desindustrialización, despoblación y ecologismo), indica sus preferencias neomaltusianas y neocolonialistas. «Desarrollo sostenible» es una metáfora del nuevo orden mundial (à la Newspeak de Orwell), que no es otra cosa que el control de los recursos (incluidos los informativos) y del comportamiento humano (psicosfera). Lo principal en este orden es la preservación del poder, la propiedad y los privilegios de la élite mundial cuyo representante ideológico es Attali.
