Por Mente Alternativa
Durante su reciente visita de tres días a Beijing, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, expresó el deseo de su país de unirse al grupo de países BRICS. Este interés surge a raíz de la constante negativa de la Unión Europea (UE) a aceptar la adhesión de Turquía desde 1999, una situación que ha generado creciente frustración en Ankara.
Aunque Turquía mantiene un acuerdo de derechos de aduana con la UE, el nivel de cooperación que busca encontrar en BRICS+ va mucho más allá. En Washington, la posible entrada de Turquía al BRICS+ ha levantado preocupaciones e incluso se ha especulado con la expulsión del país de la OTAN.
El acercamiento de Turquía al BRICS+ se atribuye en gran medida a la diplomacia de Vladimir Putin, quien ha mantenido un diálogo constante con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Por su parte, Moscú impulsa la desdolarización y busca una postura más firme del BRICS+ frente a la política neocolonial de Occidente. En este contexto, Putin se reunirá con Dilma Rousseff, directora del Nuevo Banco de Desarrollo BRICS+, para discutir la mejora de esta institución y su enfoque en el uso de monedas nacionales en lugar de dólares.
La posible inclusión de Turquía en el BRICS+ no solo fortalecería la asociación, sino que también podría desencadenar cambios significativos en la OTAN. ¿Qué impacto tendrá este movimiento en el panorama geopolítico mundial? ¡Descúbrelo en nuestro portal!
