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Lucas Leiroz: Nuestros filósofos son los enemigos número uno de los globalistas

Transcripción del discurso de Lucas Leiroz, responsable del departamento de Relaciones Internacionales de Nueva Resistencia, en la Conferencia Global Multipolar del 29 de abril de 2023.

 

Por Lucas Leiroz

¡Christos voskrese! ¡Cristo ha resucitado!

Queridos amigos, colegas, hermanos y camaradas,

mi más sincero agradecimiento a cada uno de ustedes por este evento. Como miembro de la Nueva Resistencia, estoy inmensamente agradecido al profesor Alexandr Dugin y a su equipo, al Movimiento Rusófilo Internacional y a los amigos chinos del Foro de Pensadores por hacer de este evento un verdadero pilar para la construcción del Mundo Multipolar.

Creo que esta conferencia es exactamente el modelo que queremos de un nuevo mundo. La gente suele pensar que la multipolaridad significa ideas como el aislacionismo y una menor integración entre las naciones. Pero eso no tiene nada que ver con la multipolaridad.

En las últimas décadas, se nos ha hecho creer que la globalización liberal era el mayor advenimiento de la historia de la humanidad, que integraba pueblos, culturas y civilizaciones en un mundo de mayor respeto mutuo entre las personas y un mayor nivel de tolerancia hacia las diferencias. Pero sabemos que esto es mentira.

La globalización es un concepto falso. Nunca ha existido en términos académicos. Globalización” no es más que “occidentalización”. Y sólo utilizamos la palabra “globalización” precisamente porque Occidente se convirtió de algún modo en “global”.

Con el final de la Guerra Fría y la victoria de EEUU, hemos perdido por completo la percepción geográfica e ideológica en nuestras mentes. El liberalismo se convirtió en la naturaleza misma. Y Occidente se convirtió en el globo mismo. Lo que antes era ideológico se ha convertido en normal y natural. Lo que antes era la civilización occidental moderna se convirtió en la propia civilización global.

Pero no tardamos en recordar las palabras de Proudhon y Carl Schmitt: quien invoca la humanidad quiere engañar. En los años que siguieron a la victoria del Occidente capitalista, comenzaron en todo el mundo guerras de agresión e invasiones de todo tipo. Las guerras se libraron en nombre de lo que llamaban “humanidad” y así los pueblos no occidentales nos dimos cuenta rápidamente de que no éramos realmente miembros de esta “civilización global”, de esta “humanidad”. Nos dimos cuenta de que la globalización no era pacífica, sino un proceso violento de dominación forzosa de todos los pueblos, garantizado por las guerras y el terror.

Y fue en ese momento cuando comprendimos que estábamos solos. Que las potencias occidentales no vendrían a rescatarnos y a salvarnos de la miseria y el caos al que ellas mismas nos habían sometido. También fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que, para superar esta situación, necesitábamos unirnos, cooperar entre nosotros y reescribir la historia de las naciones.

Esta conciencia de que los pueblos no occidentales sólo nos teníamos los unos a los otros nos hizo reconocer poco a poco que todo lo que nos habían enseñado era erróneo. Nos hizo ver que no vivíamos en una civilización global sin fronteras, sino en un espacio físico y geográfico determinado, lleno de nuestros símbolos, nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra religión.

Nos hizo reconocer que no éramos los extraños de una unión global llamada “humanidad”, sino que somos la verdadera humanidad, en el pleno sentido del término: la armonía cualitativa de todos los pueblos. Y sólo entonces pudimos iniciar nuestra marcha hacia la libertad.

Esta marcha es, ante todo, mental y espiritual. Nuestra guerra comienza en nuestras mentes y en nuestros corazones. Es ahí donde debemos liberarnos de las principales cadenas occidentales. Y hasta que no lo hagamos, no podremos afrontar adecuadamente las batallas físicas. Mientras estemos colonizados en nuestras mentes y espíritus, por mucho que nuestros países tengan algún tipo de soberanía formal, seguiremos siendo rehenes de nuestros opresores.

Considero este acontecimiento, por tanto, el resultado de esta conciencia humana que estamos desarrollando. El resultado del Gran Despertar que nos hace darnos cuenta de que en realidad nosotros, y no ellos, somos la Humanidad.

Por lo tanto, esto es exactamente lo que entiendo por Multipolaridad. El despertar humano. La toma de conciencia de que estamos juntos en una guerra contra quienes quieren subyugarnos, colonizarnos y aniquilarnos. Por eso debemos estar siempre juntos, unidos, integrados e intercambiando perspectivas y conocimientos. Tenemos mucho que aprender y que ganar los unos de los otros. Y esta conferencia es una prueba de ello.

Sabemos que las ideas por sí solas no bastan y que también hay una guerra física. Sabemos que ahora mismo nuestros héroes están sacrificando sus vidas en el campo de batalla para luchar por la multipolaridad. Y honramos ante todo su necesaria labor. Sin embargo, también debemos tener presente que se trata de una guerra mental y espiritual y que nuestros filósofos y santos son los enemigos número uno de los globalistas.

Gracias a todos.

 

Guy Mettan: La multipolaridad, un proceso irrevelsible que hay que reforzar

 

Fuente:

Lucas Leiroz: Nuestros filósofos son los enemigos número uno de los globalistas.

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