Quienes se consideran patriotas deberían tomarse un momento para reflexionar sobre lo que China ha hecho con Arabia Saudí e Irán, y no sólo desear, sino intentar hacer lo mismo. Consideremos la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora. Luego reflexionemos más profundamente sobre la relación colonial del imperio británico tanto con Irán como con Arabia, a lo largo de los siglos. ¿Qué acaba de ocurrir con el “Gran Juego” geopolítico de la anglosfera? El anuncio conjunto de China, Irán y Arabia Saudí contra la guerra y a favor del desarrollo económico, deriva de un método de pensamiento distinto al de la geopolítica anglo-estadounidense.
Por EIRNS
1 de marzo de 2023 (EIRNS) — La Iniciativa de Seguridad Global aportó ayer una importante victoria a la humanidad, con el anuncio, desde Pekín, de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán. Representantes del Reino de Arabia Saudí y de la República Islámica de Irán anunciaron que restablecerán relaciones diplomáticas dentro de dos meses. Esto se hizo, como lo expresa la declaración oficial de la Agencia de Noticias Saudita, “en respuesta a la noble iniciativa de su excelencia el Presidente Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, del apoyo de China al desarrollo de relaciones de buena vecindad entre el Reino de Arabia Saudita y la República Islámica de Irán”. Considere el papel de Estados Unidos en Irán desde el golpe de Estado orquestado por la CIA en 1953 hasta 1979. Consideremos la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora. Luego reflexione más profundamente sobre la relación colonial del imperio británico tanto con Irán como con Arabia, a lo largo de los siglos, y durante el período transcurrido especialmente desde el Tratado Sykes-Picot de 1916. ¿Qué acaba de ocurrir con el “Gran Juego” geopolítico de la anglosfera?
Para comprender el ámbito estratégico en el que se sitúa realmente este éxito —el «dominio complejo» de la historia universal— nos remitimos a la propuesta de Lyndon LaRouche de 1983, “Arabia Saudí en el año 2023, Parte 1: Superar 1.000 años de saqueo y subyugación del mundo árabe”. “Se calcula que durante el reinado del califa Harún Al-Rashid, en Bagdad, Mesopotamia mantenía una población de 30 millones de almas o más, diez millones más que en la actualidad. En aquella época, el Califato era la cultura más avanzada del mundo en cuanto a conocimientos científicos… Mientras que al oeste el imperio romano se derrumbaba por su propia decadencia moral, al este había surgido el gran renacimiento Gupta en la India… Fue Al-Farabi, quien devolvió a Europa la escala musical bien temperada, de 12 tonos y octavas, y especialmente Ibn Sina, quien dio a Europa la medicina y gran parte de su ímpetu por el conocimiento científico riguroso, como ilustra el caso del inglés Roger Bacon en el siglo 13. Para hablar de la cultura árabe actual, o para hablar, más ampliamente, de la cultura islámica, debemos incluir el hecho del renacimiento árabe de hace ahora más de 1.000 años”.
No se puede esperar que cretinos del Departamento de Estado como Victoria “monstruo de las galletas” Nuland, o los despojos del otrora no sólo malvado sino eficiente Servicio Civil británico, comprendan el argumento estratégico de LaRouche, que un Arnold Toynbee habría reconocido de inmediato. La diplomacia de la seguridad regional duradera exige que el patrimonio cultural indio, persa, árabe y, de forma diferente, el islámico, no sólo se comprenda y valore, sino que se movilice como sustrato creativo y base no sólo de la paz regional, sino del progreso y la prosperidad. La civilización china de 5.000 años de antigüedad, poseedora hoy de la economía más productiva del mundo, y de un liderazgo que ha actuado en todo el mundo, durante una década, con su propuesta de cooperación beneficiosa para todos, acaba de demostrar que, efectivamente, se puede lograr una “Coincidencia de Opuestos” incluso en las circunstancias más difíciles. Se trata de una “comprobación de principio” de lo que puede hacerse en todo el mundo. Eso incluye el conflicto entre Rusia y la OTAN, mal llamado “conflicto de Ucrania”, como sugiere la propuesta de paz china de 12 puntos del 24 de febrero, “Posición de China sobre la solución política de la crisis en Ucrania”.
Las fuerzas del Instituto Schiller a nivel internacional están actuando en muchas naciones, en particular en Francia, Alemania, Países Bajos, Grecia y Estados Unidos, en lo que empieza a perfilarse como un auténtico “proceso de huelga de masas”. No se trata sólo de mítines, manifestaciones y elecciones, sino de un cambio palpable en la conciencia social que de repente se extiende por el mundo “como una fuerza de la naturaleza”. “La huelga de masas no se ‘hace’ artificialmente, no se decide al azar, no se ‘propaga’, sino que es un fenómeno histórico que, en un momento dado, resulta de unas condiciones sociales con inevitabilidad histórica”, nos dice la economista Rosa Luxemburgo. La inteligencia de la humanidad parece, de repente, volverse mayor, cuando y donde es empleada con éxito por aquellos que se han preparado para ese momento. Los más despiertos, que suelen ser jóvenes, sólo se conforman con el “pensamiento de vanguardia”, ideas profundas que exigen replantearse la finalidad misma de la vida. Ayer la conferencia “Acabar con el colonialismo: una misión para los jóvenes” contó con la presencia de muchos de esos jóvenes cuya misión auto asignada es iniciar un diálogo socrático permanente a escala mundial entre miles de sus contemporáneos. De este modo, dominando el método socrático de Nicolás de Cusa, Godofredo Leibniz, Gauss, Riemann y de Lyndon LaRouche, estarán intelectualmente armados para asaltar y derrocar el “Imperio de la Mente” con el que el alto sacerdocio culturalmente decadente de la academia los ha enredado, pero no puede retenerlos.
Ahora estamos viendo el potencial de este proceso, incluso cuando el mundo se enfrenta a una guerra termonuclear. Las múltiples veces que representantes del Instituto Schiller han hablado, encabezados por la propia Helga Zepp-LaRouche, en diversos medios de comunicación de China, Estados Unidos y las redes sociales, así como las entrevistas realizadas en los últimos días a la candidata independiente al Senado de Estados Unidos, Diane Sare, han conseguido, en las últimas 24 horas, poner en circulación la verdad sobre la guerra de Ucrania: que su verdadera intención es desmembrar a Rusia, tal y como se expone, por ejemplo, en la Comisión de Estados Unidos para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y en el artículo de Bloomberg del 1 de junio de 2022, “¿Es la desintegración de Rusia la única manera de acabar con su imperialismo?”. Ayer, el organizador José Vega comentó algunas partes de este cuadro en la cadena One America, y con el presentador, Jimmy Dore en su programa.
Tanto la acción que se adelantó ayer con el anuncio conjunto de China, Irán y Arabia Saudí, como el proceso de huelgas que está en marcha que está creando ahora una solidaridad incipiente entre poblaciones del sector transatlántico contra la guerra y a favor del desarrollo económico, derivan ambas del mismo método de pensamiento. Mírelo desde otra perspectiva, en forma del “antiséptico de limpieza profunda de la verdad” que Seymour Hersh proporcionó al mundo a través de su revelación sobre el gasoducto Nord Stream. El efecto de la verdad sigue extendiéndose, y seguirá extendiéndose, con nuestra ayuda, y con cada mentira que se diga sobre lo que obviamente ocurrió.
El ridículo al que ahora se ven sometidos los enemigos de la humanidad, cuando intentan convencer al mundo de que “Moby Dick voló los gasoductos”, es el antídoto necesario contra sus persistentes mentiras sobre casi todo. El humor neutraliza las mentiras que han llevado a las poblaciones cautivas de las naciones de la anglosfera al punto psicológico, bien sea por locura, o por una indiferencia moral aún más demente. Cuando la gente leyó el artículo de “Nord Stream pipe-dream” (El sueño de opio del gasoducto Nord Stream) en periódicos como el New York Times (donde trabajo Seymour Hersh como periodista) afirmando que las tuberías de acero reforzado revestidas de hormigón, situadas a una profundidad de 80 a 100 metros (260-360 pies) en el Mar Báltico, estaban llenas de trampas de bobos, no con una, sino con cuatro cargas explosivas, y esto lo hicieron dos buzos de un equipo de 5 hombres y una mujer en un yate, financiado por un oscuro oligarca ucraniano, para detonarlas mucho más tarde por control remoto, hasta los consumidores más dedicados se preguntan si podría ser el momento de dar marcha atrás en la legalización de la marihuana.
Hablando de recuperar la sobriedad, la recién anunciada quiebra del banco Silicon Valley Bank, precedida por la del Signature Bank de San Diego, significa que, al igual que los temblores que preceden a un terremoto, los entendidos deberían exigir el cierre de los mercados especulativos de materias primas y de las estafas tipo Samuel Bankman-Fried este fin de semana. Como dijera una vez un hombre sabio, “sólo se puede patear una lata por el camino un número de veces antes de que se convierta en un cubo”.
Sobre la campaña del Instituto Schiller relativa al levantar las “Sanciones César” impuestas a Siria y retirar las tropas estadounidenses que están ocupando ilegalmente esa nación, la resolución del Congreso, H.Con.Res.21, presentada por el congresista republicano Matt Gaetz, en la que se pide la retirada de las tropas estadounidenses de Siria, fue derrotada. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hubo 103 congresistas que votaron a favor. A diferencia de la vergonzosa resolución para mantener las asesinas Sanciones César (aprobada unos días antes a que se llevara a cabo la votación de la H.Con.Res.21) a la que sólo se opusieron 2 congresistas en toda la Cámara, la resolución de Gaetz fue apoyada incluso por Robert Ford, embajador en Siria bajo el mandato de Barack Obama, obviamente ningún aliado político de Gaetz. “Debemos a nuestros soldados que sirven en ese peligro, un debate serio sobre si su misión, de hecho, se puede alcanzar”, afirmó el embajador Ford. Sobre las sanciones Ford dijo: “Yo diría que no es sincero que quienes justifican las sanciones digan que no perjudican a los sirios de a pie que viven en territorios controlados por el gobierno. Es evidente que lo hacen”. Aliados del Instituto Schiller, en especial los que participaron en la manifestación del 19 de febrero “Rage Against the War Machine” (Furia contra la maquinaria de guerra), anunciaron la “Operation War-Hawk Down”, (Operación tumbar a los halcones de la guerra), una campaña para apartar de los cargos políticos a quienes votaron tanto a favor de las sanciones como del mantenimiento de las tropas estadounidenses en Siria.
Sería bueno considerar su sustitución y traer a la política estadounidense personas de pensamiento independiente preocupadas por el destino de la humanidad. Los patriotas que también se consideran ciudadanos del mundo, de una humanidad única, deberían tomarse un momento para reflexionar sobre lo que China ha hecho con Arabia Saudí e Irán, y no sólo desear, sino intentar hacer lo mismo.
Fuentes:
EIRNS: Editorial EIR La cultura de la Ruta de la Seda es el camino hacia la paz (*). 13 marzo de 2023.*
Helga Zepp-LaRouche, en Instituto Schiller: ¿Nos hundiremos con el sistema financiero transatlántico,o nos incorporaremos a la Nueva Ruta de la Seda?
