Por Dennis Small
La implicación más amplia del ataque con misiles y aviones no tripulados de Irán contra Israel el 14 de abril —lanzado en respuesta a la destrucción por Israel el 1 de abril del consulado iraní en Damasco (Siria) y el asesinato de varios altos mandos militares iraníes— es un cambio de juego que ha llevado al mundo a un punto de ruptura. O aprovechamos este momento de máximo peligro para lograr una solución basada en el desarrollo y un cambio de paradigma para el suroeste de Asia y el mundo, o nos enfrentamos a una rápida escalada del peligro de Armagedón nuclear.
La distribución más amplia e inmediata posible del vídeo y del informe escrito que resumen la histórica conferencia del Instituto Schiller del 13 de abril sobre el Plan Oasis de LaRouche para el Sudoeste Asiático es decisiva para configurar ese resultado para el Bien.
Ese fue el mensaje central, y las órdenes de marcha, pronunciadas por la fundadora del Instituto Schiller , Helga Zepp-LaRouche, en su webcast semanal del Diálogo el 17 de abril.
“A veces las cosas tienen que ir realmente mal para que la gente esté dispuesta a considerar que es necesario un cambio”, comenzó Zepp-LaRouche. Señaló una serie de artículos de cualificados analistas militares y estratégicos —incluida la entrevista del juez Andrew Napolitano con el ex diplomático británico Alastair Crooke; el artículo del ex inspector de armas de la ONU Scott Ritter del 14 de abril “Los misiles de abril”; y el análisis del coronel retirado del ejército Douglas Macgregor— que, “si se evalúan todos juntos, entonces está muy claro que… hemos llegado a un punto en el que Israel se enfrenta claramente a una situación en la que es necesario un cambio. El Plan Oasis en este momento muestra a Israel una salida.”
Zepp-LaRouche continuó:
“Israel no logró lo que se propuso. Hamás no está destruido. La reputación de Israel en todo el mundo está gravemente dañada; prácticamente no tiene remedio. Tras el ataque iraní con 300 aviones no tripulados y misiles de crucero, ha surgido una nueva situación. Scott Ritter, en particular, que después de todo fue inspector de armas y confío bastante en su juicio a este respecto, señala que [el despliegue inicial iraní de aviones no tripulados de movimiento lento] estaba destinado principalmente a cartografiar la defensa aérea israelí, lo que él y otros afirman que se cumplió cabalmente.”
“Pero entonces, a pesar del hecho de que Estados Unidos, tal vez también el Reino Unido, e Israel tenían los más sofisticados sistemas de defensa antimisiles alrededor de sus bases aéreas en el desierto de Negev —tanto en las cercanías como también en barcos y posiblemente en aviones— sin embargo nueve misiles iraníes pudieron penetrar esta defensa antimisiles e impactar en esas bases aéreas.”
“Ritter señala que eso significa que todo el mito de los sistemas estadounidenses de defensa contra misiles balísticos está prácticamente arruinado. Porque si los iraníes pueden hacer eso, donde tienes la defensa antimisiles estadounidense e israelí más desarrollada y sofisticada, entonces eso se puede replicar en cualquier parte. En ningún lugar del mundo estos sistemas son capaces de proteger lo que se supone que deben proteger, incluidos los buques estadounidenses en el Pacífico.”
Zepp-LaRouche señaló que Estados Unidos, los rusos, los chinos, los iraníes y posiblemente otras naciones comprenden perfectamente que esto tiene enormes implicaciones estratégicas. Añadió:
“Douglas Macgregor, que después de todo es también un experto militar clave, dice que existe el peligro de que Israel utilice armas nucleares en una próxima confrontación con Irán. Y, obviamente, eso significaría el Armagedón completo.”
“La alternativa”, declaró Zepp-LaRouche, “es decir muy claramente decir: Vayamos a un paradigma completamente nuevo. Nosotros [en el Instituto Schiller] hemos propuesto un enfoque muy razonable: el Plan Oasis. Se trata de la idea de desarrollo para todos, de que todas las partes tengan un futuro seguro”, como se explicó detalladamente en la conferencia del 13 de abril.
“Armagedón o desarrollo pacífico, no hay una tercera vía”, concluyó Zepp-LaRouche. “Hemos llegado al final del camino en ese sentido, y por eso creo que esta conferencia ha sido extremadamente importante y un éxito absoluto”, y debe difundirse inmediatamente lo más ampliamente posible.
Un enfoque idéntico debe aplicarse también a la guerra en Ucrania, subrayó Zepp-LaRouche. Es precisamente en el momento de máximo peligro cuando se presenta la mayor oportunidad para dar vida a un nuevo paradigma estratégico.
Fuente:
Dennis Small, en EIR Daily Alert: Armageddon or Peaceful Development—There Is No Third Way. 17 de abril de 2024.
