Por EIRNS
Siempre que surja la posibilidad de que estalle la paz, se puede contar con que los británicos saltarán a buscar bronca para impedirlo, cueste lo que cueste.
Eso es lo que ocurrió ayer, con la visita “sorpresa” totalmente coreografiada a Londres del títere británico Volodímir Zelenski, Presidente de Ucrania, para reunirse con el rey, el Primer ministro y el Parlamento a fin de garantizar una escalada brusca del conflicto ucraniano hacia la guerra nuclear, mediante el suministro de sofisticados aviones de combate británicos al régimen de Kiev.
Pero la coreografía se arruinó ese mismo día, con el artículo bomba que publicó el veterano periodista investigador, el estadounidense Seymour Hersh, en el que documenta ampliamente que el gobierno de Estados Unidos había volado deliberadamente los oleoductos germano-rusos Nord Stream en septiembre del año pasado.
Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller y presidente del partido alemán Movimiento por los Derechos Civiles Solidaridad (BüSo en sus siglas en alemán), emitió inmediatamente una declaración pública en la que exige: “¡Ante esta monstruosidad, Alemania debe actuar de inmediato! ¡Exijo que se investigue a fondo lo divulgado por Seymour Hersh, en el Parlamento alemán! Al mismo tiempo, le hago un llamado al gobierno de Alemania para que le pida cuentas al gobierno de Estados Unidos”.
El sabotaje del Nord Stream fue una parte esencial de la ofensiva bélica global de la OTAN contra Rusia, una ofensiva que ahora está escalando rápidamente hacia una confrontación nuclear con ese país. Las explosivas revelaciones de Hersh sin duda fortalecerán las fuerzas en Alemania y en otros lugares para hacer resistencia a la desastrosa política de guerra y sanciones de la OTAN Global contra Rusia; incluso podrían ayudar a descarrilar esa política por completo.
Esta política se puso de manifiesto de manera escabrosa durante el viaje de Zelenski a Londres. Los aviones de combate que Kiev recibirá pronto del Reino Unido (y aviones similares que ahora se exigirán a Estados Unidos y otros países), combinados con los tanques Abrams y Leopard prometidos recientemente, junto con misiles de precisión de largo alcance, están pensados para equipar a Kiev con el material militar necesario, no para derrotar a Rusia en el campo de batalla ucraniano, como se afirma con frecuencia, sino para lanzar ataques ofensivos en lo más profundo del territorio ruso, incluida Crimea, que Rusia ha advertido con frecuencia que es la más roja de las líneas rojas.
La política británica que guía la escalada global de la OTAN contra Rusia fue declarada explícitamente por Malcolm Chalmers, director general adjunto del Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI por sus siglas en inglés), que es el principal grupo de expertos en seguridad y defensa de la corona británica, y el más antiguo y prestigioso de Gran Bretaña. En un comentario del 20 de mayo del 2022, Chalmers planteó abiertamente que se fabricara una “crisis de misiles de Crimea”, una estrategia demencial en la que se utilizaría una confrontación nuclear cara a cara con Rusia para tratar de obligar a Rusia a retroceder y, por último, someterse al mundo unipolar de Londres.
La táctica de guerra nuclear británica la mueve tanto la desesperación como por la arrogancia y la estupidez imperiales.
Además de que todo su sistema financiero está irremediablemente en quiebra, en las últimas semanas ha crecido el coro de voces internacionales que exigen el fin de la escalada militar, apoyando en muchos casos el ofrecimiento del Papa de acoger negociaciones sin condiciones previas. También ha habido indicios en algunos círculos de las instituciones de la casta dominante en Occidente de que se dan cuenta de que es necesaria una solución negociada para detener un choque de trenes total: un estudio de la RAND Corporation que advierte contra la guerra permanente contra Rusia; una recomendación de Henry Kissinger que señala que intentar desmembrar Rusia sería contraproducente; las explosivas denuncias de Hersh sobre el gasoducto Nord Stream; y una filtración de Tony Blinken a David Ignatius del diario Washington Post, en el sentido de que Estados Unidos está considerando un acuerdo que incluiría la permanencia de Crimea con Rusia, la recepción por parte de Ucrania de material militar en profundidad y el establecimiento de una zona desmilitarizada al estilo de Corea entre Rusia y Ucrania.
Por supuesto, no hay ningún indicio de que Rusia esté dispuesta a aceptar ninguna de estas posibles “ofertas”, como les llaman. Pero sí ponen de manifiesto el nerviosismo cada vez mayor que existe entre los “realistas” con relación a las instituciones de la casta dominante en Occidente.
Todo ello, combinado con la revuelta abierta entre las naciones del Sur Global y los primeros indicios de un movimiento pacifista de masas en Estados Unidos y Europa, ha sido más que suficiente para empujar a los británicos a la acción, una vez más.
Como declaró Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, al resumir su participación en una conferencia celebrada el 8 de febrero en París, sobre “El ascenso de Asia”:
“Nos encontramos en un cambio de época, en el que es visible el fin de la supresión colonial y en el que los países del Sur Global reclaman su derecho innato al desarrollo económico. Por otro lado, hay un intento de establecer una OTAN Global, con el acuerdo entre la Unión Europea y la OTAN, el AUKUS [siglas de Australia, Reino Unido y Estados Unidos] y el Acuerdo de Acceso Recíproco (RAA, por sus siglas en inglés) entre el Reino Unido y Japón, que tiene todos los signos de la preparación de un enfrentamiento con Rusia y con China.
“En estas circunstancias, los países de la tradición del Movimiento de Países No Alienados tienen que desempeñar un papel especial en la superación de la geopolítica y en el establecimiento de un nuevo paradigma en las relaciones internacionales. Tenemos que establecer una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que atienda los intereses de todos y cada uno de los países del planeta… El gran reto será evitar una confrontación mundial cuando se produzca esta transición hacia una nueva era”.
Fuente:
EIRNS: Zelenski visita Londres; aumenta el peligro de guerra nuclear; Zepp-LaRouche exige respuestas sobre sabotaje al Nord Stream. 9 de febrero de 2023.
