Dos años después de asumir el cargo como presidente, Donald Trump habría autorizado a la CIA a llevar a cabo una campaña encubierta en las redes sociales chinas, con el objetivo de influir en la opinión pública contra el gobierno de Xi Jinping, según ex funcionarios estadounidenses con conocimiento directo de la operación altamente clasificada, que hablaron con Reuters.
Esta operación altamente clasificada implicó la difusión de narrativas negativas y la filtración de inteligencia, dirigidas contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y a la presunta corrupción dentro del Partido Comunista.
La existencia y el estado actual del programa siguen sin confirmarse, pero su autorización reflejó una postura más dura hacia China bajo la administración Trump. Los riesgos potenciales de la operación incluyen la escalada de tensiones con China y el refuerzo de las acusaciones de subversión occidental de Beijing, al tiempo que también ponen en peligro a disidentes y periodistas independientes.
Diez años de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y su papel en el contexto de la crisis mundial