El martes 6 de octubre por la tarde, el Director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, le quitó la clasificación de “confidencial” a dos documentos que son una bomba política, a los cuales ya se había referido en una carta que envío anteriormente al senador Lyndsey Graham, quien preside la Comisión Judicial del Senado y ha realizado audiencias sobre el proceso del Rusiagate.
El primer documento es un conjunto de notas escritas a mano por el entonces director de la CIA, John Brennan, luego que éste dio un informe al Presidente Barack Obama en la Casa Blanca, en julio de 2016. El documento está muy tachado (unas horas después de que se hizo público el documento, el Presidente Donald Trump publicó un tuit en donde volvió a ordenar que se hagan públicos todos los documentos del Rusiagate, y agregó: “¡Sin tachaduras!”). Pero las partes que no están tachadas son bastante explícitas; por ejemplo: “Obtuvimos más conocimiento sobre las actividades rusas de parte de [tachado]. Mención de la supuesta aprobación de Hillary Clinton el 28 de julio a una propuesta de uno de sus asesores en política exterior para vilipendiar a Donald Trump y provocar un escándalo alegando la interferencia de los servicios de seguridad rusos”. Luego más adelante, Brennan escribió: “POTUS … Ninguna evidencia de colaboración entre la campaña de Trump & los rusos [tachado]”. (POTUS son las siglas en inglés de Presidente de los Estados Unidos).
El otro documento hecho público por Ratcliffe es parte de una “Pista de Operación de Contrainteligencia” de la CIA, fechado el 7 de septiembre de 2016 y dirigido al entonces director del FBI, James Comey, y a Peter Strzok, el infame agente del FBI que fue expulsado de la cacería de brujas porque le encontraron mensajes de texto dirigidos a su amante (abogada del FBI) donde expresaban su animadversión y aborrecimiento de Trump y su intención de atraparlo. El documento de la CIA dice: “Por solicitud verbal del FBI, la CIA proporcionó los ejemplos siguientes de información que ha cosechado hasta ahora la célula de fusión CROSSFIRE HURRICANE”. Se trata de información relacionada con la “aprobación de la candidata presidencial de EU Hillary Clinton de un plan concerniente al candidato presidencial de EU Donald Trump y hackeadores rusos que obstaculizan las elecciones en EU como medio de distraer la atención del público de su utilización de servidores privados de correos electrónicos”. (La “célula de fusión” fue la operación de Brennan desde julio de 2016 con la participación de personal de la CIA, el FBI y de la Agencia de Seguridad Nacional, posiblemente el mismo equipo de la “comunidad de inteligencia” que redactó la infame “evaluación” de enero de 2017 que alegaba la colusión rusa sin ninguna prueba).
El mismo martes Brennan respondió de manera más bien hilarante en CNN: “Si, en realidad, lo que los rusos alegaban, que Hillary trataba de destacar los nexos reportados entre Trump y los rusos, si eso era acertado (y es un enorme “si” condicional) no hay nada ilegal en eso”, dijo Brennan. “John Ratcliffe y demás tratan de pintar esto como una actividad ilegal que merece una investigación ulterior por parte del FBI. No. Era actividad de campaña”.
O sea, la traidora cooperación con la inteligencia británica para subvertir una campaña presidencial y luego a un Presidente de Estados Unidos, no es más que una mera “actividad de campaña”, según el señor Brennan.
‘Todos los árboles del bosque van a caer’
El 27 de julio de 2017, el Comité de Acción Política LaRouche (LaRouchePAC) publicó un informe titulado “Todos los árboles del bosque van a caer”. El motivo fue la publicación de la prueba forense que realizó William Binney, ex director técnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en sus siglas en inglés) de que el supuesto hackeo ruso de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (CND) y la entrega de esos correos a WikiLeaks de Julian Assange, fue una farsa. Binney demostró que no hubo ningún hackeo en absoluto, sino que en realidad fue una acción desde adentro, probablemente de un demócrata furioso de que el CND hubiera saboteado la campaña presidencial de uno de sus precandidatos (Bernie Sanders) para asegurar la postulación de otro de los precandidatos (Hillary Clinton).
“Estamos en el punto en que podemos hundir todo el fraude del Trump-Rusiagate en ambos lados del Atlántico”, decía el informe, “y voltear la dinámica estratégica de la defensiva a la ofensiva”, como señaló la presidente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, a quien cita el informe. “Esa ofensiva significa enterrar al sistema especulativo asesino de Wall Street y de la City de Londres, y llevar a Estados Unidos y a Europa a la cooperación plena con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y con Rusia”.
Tres años después, finalmente están listos a caer, en virtud de los esfuerzos del Presidente Donald Trump y su nuevo Director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, que han comenzado a desclasificar y hacer públicos los documentos que prueban el delito. Entre esos documentos publicados el martes 6, el más importante es el que se refiere a las notas escritas a mano del corrupto John Brennan, el jefe de la CIA de Obama, que escribió luego de que le dio un informe a Obama sobre el hecho de que Hillary Clinton, en las palabras de Brennan, había aprobado “una propuesta de uno de sus asesores en política exterior para vilipendiar a Donald Trump y provocar un escándalo alegando la interferencia de los servicios de seguridad rusos”. Otro de los memorandos que se hicieron públicos, se refiere a una “Pista de una Operación de Contrainteligencia de la CIA” dirigida al entonces director del FBI, James Comey, y al agente del FBI Peter Strzok, dos de los más notorios operativos del intento de golpe del Rusiagate. La susodicha “Pista” señala que Hillary Clinton aprobó un plan “con respecto al candidato presidencial estadounidense Donald Trump y unos hackers rusos que obstaculizan las elecciones en Estados Unidos, como medio para distraer al público del uso de [por parte de Hillary Clinton] un servidor de correos privado”. Obama estaba metido en eso desde el principio.
El martes 6 Trump publicó un tuit, luego de que se publicaron los documentos: “No puedo creer que estos estafadores no hayan sido PROCESADOS. ¡Patético!”.
En otro tuit, Trump señaló: “Toda la información del escándalo fraudulento sobre Rusia fue Desclasifico por mi hace mucho tiempo. Desafortunadamente para nuestro País, hay personas que han actuado muy lentamente, en especial cuando se trata quizás del mayor crimen político en la historia de nuestro país. ¡¡¡Actúen!!!”. Cabe señalar que el Comité de Acción Política LaRouche emitió un llamado en junio de 2018 titulado: “Presidente Trump: desclasifique todos los documentos y la información relacionada con la subversión británica de su campaña”.
Lo que tenemos enfrente aquí no son solo los crímenes de Obama y de su comunidad de inteligencia, sino esas mismas personas dentro de la comunidad de inteligencia han seguido cometiendo esos crímenes. Por un lado, ahí está el ex director de la CIA, Michael Pompeo, ahora secretario de Estados, con su amiguito el secretario de Defensa, Mark Esper, así como el actual director del FBI, Chrisopher Wray, quienes han hecho todo lo que está en su poder para sabotear el esfuerzo del Presidente Trump para terminar con las “guerras sin fin” y establecer relaciones amistosas con Rusia y con China. Cuando era jefe de la CIA, Pompeo recibió un informe detallado de William Binney, por órdenes de Trump, sobre el fraude del “hackeo al CND”, pero Pompeo ocultó las pruebas que ofreción Binney y evitó que llegaran hasta el Presidente y a los medios corporativos.
Luego tenemos a la actual jefa de la CIA, Gina Haspel, quien fue la jefa de la CIA en Londres desde 2014 a 2017, desde donde le facilitó al MI6 británico que pergeñaran las mentiras sobre la “colusión con Rusia” de Trump. Chris Farrell, de la organización Judicial Watch, ex oficial de inteligencia del Ejército, publicó un informe el martes 6 de octubre titulado “Análisis: La directora de la CIA Gina Haspel y el papel británico en el complot contra Trump”. Por lo pronto, Haspel es sospechosa de ser la principal persona que ha obstaculizado las repetidas órdenes de Trump para desclasificar todos los documentos del Rusiagate, y como lo ha señalado ahora Trump, “¡Sin tachaduras!”.
Trump es consciente del sabotaje que se ha hecho desde el interior de su gobierno. Ya ha denunciado públicamente al “complejo militar industrial” y ha identificado al alto mando del Pentágono como responsables de desobediencia de sus órdenes de acabar con las “guerras sin fin”. No obstante parece no obstante vacilar en deshacerse de ellos y de los rufianes de la comunidad de inteligencia, antes de las elecciones. Pero del mismo modo en que LaRouchePAC rompió la contención de la denuncia de William Binney sobre la farsa sobre Rusia, LaRouchePAC está dando a conocer ampliamente del plan en marcha para un golpe militar confeccionado por el liderato del Partido Demócrata y los generales responsables de las genocidas guerras de cambio de régimen de las últimas dos décadas; cientos de miles de personas de todo el mundo han escuchado el video con la documentación que presente el coronel (r) Richard Black sobre los preparativos criminales para destituir al Presidente del cargo por la fuerza. Ver: coronel (r) Richard Black, ex oficial del Cuerpo de Abogacía General de la Marina de Estados Unidos, alerta de un posible golpe de Estado militar.
El peligro de que se desate una guerra global va en aumento día con día, en la medida en que se le da al “enemigo dentro” el espacio para ejecutar sus juegos de muerte. Trump se está moviendo, pero como lo hemos visto tanto en asuntos internos como en política exterior, a menudo no se hace caso de sus órdenes. Ahora que toda la banda de delincuentes está cada vez más a la luz pública, junto con sus patrones británicos, el pueblo estadounidense y la gente de buena voluntad en todo el mundo deben unir fuerzas, para mostrarle al Presidente Trump que cuenta con el apoyo suficiente para que caigan “todos los árboles del bosque”. Lo que está en juego es la paz y estabilidad del mundo, y la posibilidad de que haya cooperación entre las potencias de mayor peso para enfrentar el conjunto de crisis existenciales que vive la humanidad.
Trump ordena la desclasificación de los documentos del Russiagate y correos de Hillary Clinton
Fuentes:
LaRouche PAC — Bombas desclasificadas por Ratcliffe.
LaRouche PAC — “Todos los árboles del bosque van a caer”.