El martes 29 de noviembre la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, dio una disertación por internet a los estudiantes de la Escuela Internacional del BRICS, con sede en Moscú. La disertación de Zepp-LaRouche se tituló, “Los principios necesarios para un Nuevo Paradigma de Relaciones Internacionales”, que son:
1. Una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo debe ser una asociación de Estados nacionales perfectamente soberanos, que esté basada en los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica y en la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU). 2. Aliviar la pobreza en todas las naciones del planeta. 3. Sistemas de salud modernos en todos los países del planeta. 4. Proporcionar acceso a la educación universal a todos los niños y adultos. 5. Reorganizar al sistema financiero internacional, de modo que pueda ofrecer crédito productivo para lograr estas metas. 6. El nuevo orden económico tiene que enfocarse en crear las condiciones necesarias para la industria y la agricultura modernas, comenzando con el desarrollo de infraestructura en todos los continentes para que eventualmente, se conecten por medio de túneles y puentes para convertirse en el Puente Terrestre Mundial. 7. La nueva arquitectura de seguridad global debe eliminar el concepto de geopolítica, y acabar con la división del mundo en bloques. 8. Pensar en el nivel de la Coincidentia Oppositorum, la Coincidencia de los Opuestos, de Nicolás de Cusa. 9. Cohesionar el orden económico, social y político con las leyes a las que está sujeto el universo físico. 10. Las leyes de la mente humana y las del universo físico están en correspondencia y cohesión, todo el mal es el resultado de una falta de desarrollo, y por lo tanto puede ser superado.
Por EIRNS
30 de noviembre de 2022 (EIRNS) — El martes 29 de noviembre la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, dio una disertación por internet a los estudiantes de la Escuela Internacional del BRICS, con sede en Moscú, en el primer día de conferencias que tendrá una duración de una semana. La Escuela está patrocinada por el Comité Nacional Ruso de Investigación del BRICS, la Fundación Presidencial de Becas, y el Fondo Público Alexander Gorchakov para la Diplomacia. La disertación de Helga Zepp-LaRouche se tituló, “Los principios necesarios para un Nuevo Paradigma de Relaciones Internacionales”.
La clase estaba formada por científicos, diplomáticos y estudiantes, de entre 18 y 35 años, de las naciones que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Algunas de las preguntas que se hicieron fueron: ¿Cuál es el papel internacional de la Comisión Trilateral y del Club de Roma? ¿Cómo avanzamos desde la situación actual del mundo a una que se fundamente en los principios que usted enumeró? ¿Nos puede recomendar algunos libros que podamos leer para entender mejor lo que ha expuesto?
Enseguida, reproducimos íntegro el discurso de Helga Zepp-LaRouche:
Es para mí un gran honor y un placer aún mayor dirigirme a ustedes, jóvenes representantes de los países del BRICS y de países que pronto podrían unirse a él. Quiero hablarles sobre lo que el Instituto Schiller está de hecho tratando de hacer en este increíble momento preñado de la historia, como lo llamaría [Federico] Schiller. Un momento en el que existe incluso el peligro de que el actual conflicto geopolítico entre la OTAN por un lado, y Rusia y China por otro, se convierta en una guerra termonuclear, que podría suponer la aniquilación de la humanidad, pero que también tiene todo el potencial para ser el punto de transición hacia una época completamente nueva y mucho mejor en la historia de la humanidad.
Cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991 con una tranquilidad asombrosa, ya había una posibilidad histórica para crear un orden de paz para el siglo 21. El “enemigo”, el sistema comunista, ya había desaparecido, no había amenaza alguna para nadie, y no solo Gorbachov, sino también muchas personas en Occidente hablaron sobre el “hogar común europeo”, donde habría sido muy fácil crear un orden de paz internacional para el siglo 21. Nosotros, el movimiento LaRouche, propusimos en 1991 el Puente Terrestre Eurasiático, para conectar a Europa y Asia por medio de corredores de desarrollo, una nueva Ruta de la Seda, que debía haber sido la base económica para un orden de paz. Fue una idea, que ha crecido durante los últimos 31 años hasta ser la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), con el potencial de que la Nueva Ruta de la Seda se convierta en el Puente Terrestre Mundial, conectando a los continentes por medio de túneles y puentes.
Pero el imperio británico y los neoconservadores en Estados Unidos no tenían intención alguna de permitir ese orden de paz, y optaron en cambio por el concepto de un imperio mundial unipolar, basado en la relación especial entre el Reino Unido y Estados Unidos, para declarar el “fin de la historia”, con lo cual querían decir que el modelo liberal de la democracia occidental se impondría en el mundo entero. Pero la realidad de ese imperio no era tan agradable para las diferentes partes del mundo. Hubo intentos de gran envergadura para desindustrializar a Rusia en la década de 1990, y luego se procedió a cinco expansiones de la OTAN hacia el Este con el fin de contenerla y potencialmente desmembrarla, y la negación constante del desarrollo a los países del Sur Global en la forma de un colonialismo continuado con nuevos ropajes, y los esfuerzos fútiles para atraer a China a que aceptara los “valores occidentales” al ofrecerle un lugar en Organización Mundial del Comercio (OMC), y luego tratar de “contener” su crecimiento cuando se dieron cuenta de que China perseguía su propio modelo de desarrollo: todas estas facetas del modelo unipolar provocaron un tremendo retroceso.
Alentados por el ascenso económico sin precedentes de China, que sacó de la pobreza a 850 millones de sus propios ciudadanos, muchos países del Sur Global están procediendo a construir un nuevo orden económico mundial justo. El BRICS representa un nuevo modelo de relaciones internacionales, al que muchos más países quieren unirse. En respuesta a que utilizaron al dólar como un arma, es decir, a la confiscación de las divisas extranjeras por razones geopolíticas, el BRICS-PLUS, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), la Unión Económica Euroasiática (UEE) y posiblemente otras instituciones del Sur Global están preparando la creación de una nueva moneda. Esta nueva moneda no se basará en valores monetarios, como los derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI), sino en una canasta de bienes. Se han diseñado nuevas instituciones de crédito para financiar proyectos de desarrollo en África, Asia, y Latinoamérica.
Ya el mundo unipolar es un asunto del pasado, ha surgido un mundo multipolar. Pero, ¿resuelve eso el problema?
La multipolaridad contiene en ella todavía el problema de la manipulación geopolítica, y por consiguiente no protege al mundo de la amenaza de posibles guerras, incluso de guerras mundiales. Muchos defensores de la idea de un mundo multipolar suponen que se podrían resolver los conflictos entre las diferentes naciones del mundo multipolar mediante el diálogo, las negociaciones diplomáticas y llegar finalmente a un compromiso pragmático. Si bien es cierto que este enfoque es mejor que la coerción del más fuerte contra el más débil, como ocurre ahora con frecuencia, este enfoque pragmático no impide que todas las partes participantes sigan un rumbo que está llevando a toda la humanidad en una dirección completamente equivocada. Un muy buen ejemplo de esto es lo que el ex Presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, llama el “delirio verde”. Eso es, si todos los países pudiesen ponerse de acuerdo en transformar sus economías basándose en fuentes de energía “verde”, por ejemplo, fuentes de energía con una densidad de flujo energético muy baja, el resultado sería una enorme reducción de la población, y la supervivencia a largo plazo de la humanidad estaría en peligro.
El concepto del Presidente de China, Xi Jinping, de una “Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad” ofrece una mejor idea. Contiene la idea de la humanidad ENTERA, que subsume a todas las partes de la misma. Hay un concepto muy importante que fue desarrollado por Nicolás de Cusa Kusanski, como le dicen en ruso, y es la idea de la Coincidentia Oppositorum, la coincidencia de los opuestos. Con esto quiere decir que la razón creativa humana siempre es capaz de conceptualizar ese Uno superior, que tiene un poder más elevado que los Muchos, y establece un nivel más alto y un poder de pensamiento más elevado que el nivel de los Muchos, en el que llegan los conflictos. Naturalmente, Kusanski llegó a esa noción por medio de una discusión teológica, el Uno para él es el nivel de Dios, en donde e resuelven todas las contradicciones de los Muchos s. Einstein tenía una idea similar: que no se puede encontrar una solución en el mismo nivel en el que se originó el problema.
Esta idea de la Coincidentia Oppositorum, sin embargo, no es una idea estática sino dinámica, un concepto que está cambiando continuamente, que está en desarrollo permanente para mejorar. Es un método de pensamiento, para resolver problemas, por medio de definir siempre el siguiente nivel de desarrollo superior. Es un método para arribar al principio de llegar a la solución correcta, en vez de a un compromiso pragmático, que necesariamente contiene supuestos erróneos.
Un muy buen ejemplo de llegar a un principio más que a un compromiso lo tenemos en el Tratado de Westfalia, que puso fin a 150 años de guerra religiosa en Europa, de la que la Guerra de los 30 años fue sólo la última parte. Luego de cuatro años de negociaciones intensas los participantes en la guerra arribaron a tres principios importantes, que fueron el inicio del establecimiento del derecho internacional de los pueblos. El primero de estos principios, fue la idea de que no puede haber paz, a menos de que uno considere el interés de los otros. Segundo, que por el interés de la paz, uno tiene que perdonar todos los crímenes que fueron cometidos por uno u otro bando. Y tercero, que el deber de la reconstrucción después de la guerra es papel del Estado, que fue el concepto a partir de la cual se desarrolló la teoría del cameralismo.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el Instituto Schiller ha llevado a cabo una serie de conferencias dedicadas a la idea de que el conflicto actual entre la OTAN y Rusia, solo se puede resolver mediante la puesta en práctica del método de la Coincidentia Oppositorum. Lo que se necesita es una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que aplique los principios de la paz de Westfalia. En la conferencia reciente del Instituto Schiller, el 22 de noviembre, presenté una propuesta para la discusión, sobre cómo se podrían diseñar estos principios.
Estos son los principios:
Primero: La Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo debe ser una asociación de Estados nacionales perfectamente soberanos, que esté basada en los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica y en la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Segundo: La prioridad absoluta debe ser aliviar la pobreza en todas las naciones del planeta, lo cual es fácilmente posible, si se utilizan las tecnologías existentes en beneficio del bien común.
Tercero: Hay que prolongar a su potencial máximo la esperanza de vida de todas las personas, creando sistemas de salud modernos en todos los países del planeta. Esta es también la única manera de superar o evitar las pandemias actuales y futuras.
Cuarto: Dado que la humanidad es la única especie creativa conocida hasta ahora en el universo, y dado que la creatividad humana es la única fuente de bienestar a través del descubrimiento potencialmente ilimitado de nuevos principios universales, uno de los principales objetivos de la nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo debe ser proporcionar acceso a la educación universal a todos los niños y adultos. La verdadera naturaleza del hombre es llegar a ser un alma bella, tal como lo plantea Federico Schiller, y la única persona que puede cumplir esa condición es el genio.
Quinto: Hay que reorganizar al sistema financiero internacional, de modo que pueda ofrecer crédito productivo para lograr estas metas. Se puede tomar como punto de referencia el sistema original de Bretton Woods —como era el propósito del Presidente Franklin D. Roosevelt, pero que nunca fue implementado de esa manera a consecuencia de su muerte prematura— y las Cuatro Leyes propuestas por Lyndon LaRouche. El objetivo principal de este nuevo sistema de crédito debe ser aumentar drásticamente el nivel de vida, especialmente en las naciones del Sur Global y de los pobres del Norte Global.
Sexto: El nuevo orden económico tiene que enfocarse en crear las condiciones necesarias para la industria y la agricultura modernas, comenzando con el desarrollo de infraestructura en todos los continentes para que eventualmente, se conecten por medio de túneles y puentes para convertirse en el Puente Terrestre Mundial.
Séptimo: La nueva arquitectura de seguridad global debe eliminar el concepto de geopolítica, y acabar con la división del mundo en bloques. Hay que tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de cada nación soberana. Las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva deben prohibirse de inmediato. A través de la cooperación internacional, deben desarrollarse los medios para que las armas nucleares queden tecnológicamente obsoletas, como pretendía originalmente la propuesta que se conoció como la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI, por sus siglas en inglés), propuesta por Lyndon LaRouche y presentada como oferta a la Unión Soviética por el Presidente Ronald Reagan.
Octavo: En el mundo antiguo, una civilización en un rincón del mundo podía sucumbir y el resto del mundo sólo se enteraba años después, debido a la magnitud de las distancias y al tiempo necesario para viajar. Ahora, por primera vez, debido a las armas nucleares, las pandemias, el internet y otros efectos globales, la humanidad está montada en un mismo barco. Por lo tanto, no se puede encontrar una solución a la amenaza existencial de la humanidad con la ayuda de arreglos secundarios o parciales, sino que la solución debe encontrarse en el nivel de ese Uno más elevado, que es superior a los Muchos. Requiere pensar en el nivel de la Coincidentia Oppositorum, la Coincidencia de los Opuestos, de Nicolás de Cusa.
Noveno: Para superar los conflictos derivados de la disputa de opiniones, que es el modo en que los imperios han mantenido el control sobre los subordinados, hay que cohesionar el orden económico, social y político con las leyes a las que está sujeto el universo físico. En la filosofía europea se hablaba de esto como del ser en el marco de la ley natural, en la filosofía india como la cosmología, y en otras culturas se pueden encontrar nociones apropiadas. Las ciencias modernas, como la ciencia del espacio, la biofísica o la ciencia de la fusión termonuclear, aumentarán continuamente los conocimientos de la humanidad sobre esta legitimidad. Una cohesión similar puede encontrarse en las grandes obras del arte clásico de diferentes culturas.
Décimo: El supuesto básico para el nuevo paradigma es, que el hombre es fundamentalmente bueno y capaz de perfeccionar infinitamente la creatividad de su mente y la belleza de su alma, siendo la fuerza geológica más avanzada del universo, lo que demuestra que la leyes de la mente y las del universo físico están en correspondencia y cohesión, y que todo el mal es el resultado de una falta de desarrollo, y por lo tanto puede ser superado.
Si somos capaces de reunir a la mayor parte de la humanidad en torno a estos principios y de este modo poner el interés de la humanidad ENTERA por delante de todos los intereses particulares, seremos creadores activos de lo que podría devenir en una hermosa “Sternstunde der Menschheit”, una hora estelar de la humanidad. Para Federico Schiller no había contradicción entre un patriota y un ciudadano del mundo, quien llevaría el destino de toda la humanidad en su corazón y en su mente. Así pues, ¡creemos un movimiento mundial de ciudadanos del mundo!
¡Gracias!
Fuente:
EIRNS: “Los principios necesarios para un Nuevo Paradigma de Relaciones Internacionales”: Disertación de Helga Zepp-LaRouche a la Escuela Internacional del BRICS. 1º de diciembre de 2022.