Por Mente Alternativa
El 1º de febrero, en el centro de Bruselas, se celebró el evento “Alerta Alimentaria” (Food Alert), en el que se reunieron funcionarios de la Unión Europea y de los gobiernos europeos, expertos en seguridad alimentaria, representantes de la industria y periodistas para simular y prepararse para hacer frente al peor escenario posible para una de las regiones mejor alimentadas del mundo: una crisis alimentaria europea en toda regla en 2025.
El evento fue patrocinado por la Unión Europea (impulsora de las políticas verdes malstusianas) y organizado por asociados como Chatham House (el centro de pensamiento de la corona británica que quiere prolongar la guerra en Ucrania), así como Sciences Po, INRAE, el Centre for Systems Solutions, Prospero & Partners, y el European Policy Centre.
El simulacro, que duró dos días, imaginó un mundo en el que la combinación de factores como El Niño, La Niña, los conflictos geopolíticos y las interrupciones en las cadenas de suministro provocan una serie de malas cosechas, un aumento de los precios de los alimentos y malestar social.
La prueba de resistencia pretendía diseñar políticas de prevención y respuesta. Los participantes, enfrentados a vulnerabilidades cada vez mayores, debatieron medidas como la gestión de crisis, la constitución de reservas y la reorientación de la dieta hacia opciones más sanas ante las múltiples crisis que afectan a la producción, distribución y consumo de alimentos. También se destacó la necesidad de futuros ejercicios que aborden temas como la seguridad alimentaria, el bioterrorismo y las enfermedades transmitidas por animales.