En la cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna el próximo mes de julio, la alianza aprobará por primera vez en décadas un plan clasificado para un conflicto de larga duración contra Rusia. Según se informa, el plan asignará tareas y lugares específicos a los países miembros de la OTAN. ¿Se trata sólo de otra escalada… o posiblemente de una profecía autocumplida?
Por Mente Alternativa
El 18 de abril, Franklin D. Kramer, miembro distinguido de la junta directiva del Consejo Atlántico y ex Subsecretario de Defensa de Estados Unidos, publicó un informe titulado “Disuasión y defensa de la OTAN: Prioridades militares para la Cumbre de Vilnius” en el que explica que en la cumbre que la Organización del Tratado del Atlántico Norte celebrará en julio en Vilna la atención se centrará necesariamente en el apoyo a Ucrania y en la forma en que la Alianza de la OTAN, de acuerdo a su Concepto Estratégico, necesita responder a un conjunto más amplio de retos, entre los que destacan los procedentes de Rusia.
El informe se centra en la amenaza militar convencional procedente de Rusia y expone seis actuaciones prioritarias que la OTAN debería emprender para mejorar su capacidad disuasoria y de defensa.
En resumen, el informe recomienda
- Mejorar la capacidad de movilidad de la OTAN para cumplir los objetivos de posición de fuerzas establecidos en la Cumbre de Madrid mediante una combinación de preposicionamiento, adiestramiento y ejercicios regulares de avance de divisiones, brigadas y alas aéreas, creación de nuevas áreas de adiestramiento y un mayor apoyo de los países anfitriones;
- el establecimiento de una iniciativa de sostenimiento para que la OTAN mantenga reservas suficientes para combatir en un conflicto de larga duración, y que la industria de defensa tenga la capacidad de reponer dichas reservas en el momento oportuno;
- establecer relaciones eficaces con las principales empresas del sector privado que participarán en actividades operativas durante un conflicto, centrándose inicialmente en la ciberseguridad de las infraestructuras críticas, garantizando la continuidad de las redes de tecnología de la información y las comunicaciones y la utilización de las capacidades espaciales del sector privado;
- establecer, a través del Proceso de Planificación de la Defensa, requisitos para vehículos aéreos y marítimos no tripulados de bajo coste, incluso con capacidades de inteligencia artificial (IA), y revisar el papel potencial de las minas como capacidad disuasoria;
- revisar las estructuras de mando y control de la OTAN en el Mando Conjunto de Fuerzas de Brunssum y el Mando Conjunto de Fuerzas de Nápoles para que sean mandos regionales capaces de dirigir la guerra de alta intensidad y centrados en el este/norte y el sur, respectivamente; y utilizar la tecnología comercial disponible actualmente para establecer la capacidad de mando y control rápidos de operaciones multidominio; y
- establecer la financiación necesaria para lograr lo anterior, incluyendo un compromiso por parte de los países de la OTAN del 2,5 por ciento del producto interior bruto (PIB) como mínimo para el gasto en defensa y apoyando la creación por parte de la Unión Europea (UE) de un presupuesto de seguridad y defensa de la UE centrado en la movilidad, el mantenimiento y la resistencia de las infraestructuras críticas.
Notas a pie de página
1. Franklin D. Kramerm en Atlantic Council: NATO deterrence and defense: Military priorities for the Vilnius Summit. 18 de abril de 2023.
