La recesión luce aterradora cuando incluso los indicadores de los que nunca has oído hablar empiezan a parpadear en rojo, afirma el autor y ex analista financiero de Wall Street, John Rubino.
Varios indicadores económicos, como la deuda de los consumidores, el crecimiento de la masa monetaria y la curva de rendimientos invertida, llevan algún tiempo señalando posibles problemas económicos. Sin embargo, otros indicadores menos conocidos pero muy predictivos también están reforzando esta advertencia.
Uno de ellos es el aumento del diferencial entre hipotecas y bonos del Tesoro, que ha alcanzado su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, lo que indica que se avecinan dificultades económicas.
Otro indicador es el PIBplus negativo, que combina el Producto Interno Bruto (GDP) y la Renta Interior Bruta (GDI) y ha pasado a ser negativo, coincidiendo históricamente con las recesiones.
Las compras de viviendas por parte de inversores están cayendo en picada, lo que sugiere un menor optimismo en el mercado inmobiliario.
Además, el exceso de ahorro de los hogares, acumulado durante la pandemia, se está agotando rápidamente.
El conjunto de estos indicadores sugiere que 2024 puede traer consigo retos económicos comparables a la crisis financiera de 2008, lo que podría crear oportunidades de inversión para quienes dispongan de capital.