Al igual que Chatham House (centro de pensamiento de la corona británica), la revista The Economist (voz de la City de Londres y de la aristocracia anglo-veneciana) teme a los “instintos proteccionistas” y aislacionistas de Donald Trump, pues podrían llevarle a “poner fin a la guerra de Ucrania en un día y arruinar a la OTAN”, y/o “llegar a un acuerdo con el presidente de China, Xi Jinping, para abandonar Taiwán”, y/o “aplastar los esfuerzos” para mantener viva la farsa del cambio climático dizque antropogénico. The Economist tiene claro que el aislacionismo de Trump favorece la integración euroasiática y sabotea la ambición unipolar belicista de Londres y Wall Street, pero también es consciente de que Israel es su talón de Aquiles.
La 38.ª guía predictiva anual de la revista The Economist para 2024 considera que Donald Trump es una “amenaza” para la implementación de algunos de los fundamentos de la agenda del orden unipolar ultraglobalista. Aunque en general aprueba la política internacional de Trump durante su primer mandato, la revista advierte que “un segundo mandato sería diferente porque el mundo ha cambiado” y ya no es unipolar como desearían las élites de Londres y Wall Street, sino multipolar.
The Economist, voz de la City de Londres y de la aristocracia anglo-veneciana, teme a los “instintos proteccionistas” (aislacionistas) de Trump, que podrían llevarle a “poner fin a la guerra de Ucrania en un día y arruinar a la OTAN”, y/o “llegar a un acuerdo con el presidente de China, Xi Jinping, para abandonar Taiwán”, y/o “aplastar los esfuerzos” para mantener viva la farsa del cambio climático dizque antropogénico.
The Economist tiene claro que el aislacionismo de Trump favorece la integración euroasiática y sabotea la ambición unipolar de Londres y Wall Street, pero también es consciente de que el talón de Aquiles de Trump es Israel. Y ese es uno de los factores que explican el interés estratégico de Londres por activar el frente de guerra en la Franja de Gaza a través de Hamás y el Estado sionista de Israel, al que creó, arma e impulsa.
Por último, para poner en relieve que la visión de The Economist es la visión de la aristocracia británica, cabe recordar que en agosto, James Nixey, director de los programas para Rusia y Eurasia del centro de pensamiento de la corona británica, Chatham House (también conocido como Instituto Real de Asuntos Internacionales), publicó un artículo en el que planteó la postura aislacionista de Trump como un obstáculo para prolongar la guerra en Ucrania:
“Incluso algunos de los amigos de Ucrania, aunque lejos del tipo de postura temeraria y aislacionista adoptada por Trump, están debatiendo la preparación del terreno para las conversaciones”, y “Putin se vería enormemente empoderado por otra administración Trump en Estados Unidos.” (1)
Aunque The Economist considera el posible triunfo de Trump como “una cuestión de suerte” (sic), advierte que las encuestas indican su ventaja sobre el presidente Joe Biden en los estados indecisos. Esto significa que la escalada de caos que azotará al mundo debe interpretarse en base a la desesperación de quienes temen al nuevo orden multipolar.
Notas a pie de página
1. James Nixey, en Chatham House: Pushing Ukraine to negotiate now would be disastrous. 30 de agosto de 2023.
