Foto: El primer ministro Benjamín Netanyahu alguna vez mostró desafiante ante la Asamblea de las Naciones Unidas un mapa de “El Nuevo Oriente Medio”, sin Palestina, alineado en torno a la Gran Israel con la bendición de los regímenes árabes. Para su mala fortuna, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos optaron por unirse al bloque del BRICS durante su última cumbre en Sudáfrica, mientras que Irán se encuentra en la lista de espera para integrarse a la alianza multipolar. Es en ese contexto que se pueden comprender mejor las acciones desesperadas —y áltamente peligrosas— que han llevado al “post-sionista” a su condición actual. (La denominación “post-sionista” fue planteada por el columnista de HAARETZ, Alon Pinkas, quien ha venido advirtiendo lo que considera “una guerra de Netanyahu contra su propio país, que el premier perderá indudablemente”).
Mientras la prensa israelí crucifica a Benjamin Netanyahu y pide su dimisión, en su más reciente artículo (1), el periodista estadounidense Seymour Hersh, ganador del Premio Pulitzer, advierte que el premier israelí puso en peligro la seguridad de Israel y ha dado lugar a una guerra sangrienta creyendo que podía controlar a Hamás. Ahora, Netanyahu está acabado y es un muerto viviente que permanecerá en el cargo sólo hasta que cesen las hostilidades activas, quizá uno o dos meses más, predice Hersh.
El 11 de octubre, Netanyahu anunció la creación de un gobierno de emergencia en Israel. Se formó en condiciones de hostilidades. Israel está cada vez más dividido, pues una controvertida propuesta de reforma judicial de Netanyahu, que busca subordinar el poder judicial al poder legislativo, ha resaltado una lucha interna entre las dos facciones de la nación: una que aboga por un país más religioso y conservador, y otra que aspira a un estado laico y liberal.
Además, Netanyahu ha venido llevando a cabo una operación militar en Gaza “para eliminar por completo a Hamás”, un grupo radical “controlado” por Israel y creado bajo los cánones de un manual de contrainsurgencia británico de 1960 y que en realidad es utilizado para desestabilizar la región radicalizando al islam para proyectarlo como una amenaza para el orden occidental que está cada vez más desesperado por sabotear la integración euroasiática.
En la mañana del 7 de octubre, se lanzó un ataque masivo con misiles contra Israel. El movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, reivindicó la autoría del ataque.
¿Hamás volvió a ‘sorprender’ a Israel ‘durmiendo la siesta’, como hace 50 años?
En respuesta, Jerusalén lanzó la operación antiterrorista Espadas de Hierro. Su primera fase terminó la noche del 8 de octubre.
El 8 de octubre, Netanyahu pidió a la oposición que se uniera para establecer inmediatamente “un gobierno de unidad nacional de emergencia sin condiciones previas”, como ocurrió bajo Menachem Begin en la Guerra de los Seis Días en junio de 1967.
El 10 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron el lanzamiento de un ataque a gran escala contra objetivos de Hamás en la Franja de Gaza. Aviones israelíes atacaron varios objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, entre ellos un arsenal y un puesto de mando. También fue atacado el puesto de operaciones de mando de Jebaliya.
EIRNS ha recopilado los ataques de los medios más importantes de Israel contra Netanyahu en dos notas recientes (2):
“El diario israelí de mayor circulación, Yedioth Ahronoth, estalló correctamente en indignación por los errores psicópatas del Primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, errores que han dejado a muchos israelíes masacrados y al país sumido en una furia de sed de sangre. El redactor jefe del diario considera que la horrible situación en que se encuentran es ‘el resultado de una catastrófica y pervertida lista de prioridades de este gobierno que, desde su establecimiento el pasado enero, se ha concentrado casi por completo en su dañina e innecesaria legislación judicial y ha capitulado ante las exigencias financieras y políticas de sus miembros ultra ortodoxos… ¡Basta! ¡Váyase! La coalición de Netanyahu, Smotrich, Levine y Ben-Gvir, junto con sus cómplices, debe irse… ¡Deben irse todos a casa!… Deben irse, agachar la cabeza avergonzados y salir del escenario, y mientras más pronto mejor…”
“En el editorial principal del 8 de octubre de sus ediciones en inglés y hebreo, ‘Netanyahu es responsable de esta guerra entre Israel y Gaza’, el influyente diario israelí Ha’aretz afirma que el Primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu es plenamente responsable de la guerra en curso entre Israel y Gaza, provocada por su política de limpieza étnica contra los palestinos.”
¿Hamás volvió a ‘sorprender’ a Israel ‘durmiendo la siesta’, como hace 50 años?
Notas a pie de página
1. Seymour Hersh, en Substack: Netanyahu is finished. 12 de octubre de 2023.
2. EIRNS: Los israelíes enfurecidos insisten en que Netanyahu debe irse; El Consejo Editorial de Ha’aretz responsabiliza de la guerra a Netanyahu y a la cruzada antipalestina, 11 de octubre de 2023.
