El fin de semana, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás lanzó un gran ataque contra Israel un día después del 50 aniversario de la llamada “Guerra de Yom Kippur” del 6 de octubre, cuando una generación anterior de israelíes también fue sorprendida “durmiendo la siesta”. De ahí que algunos sectores adviertan inverosimilitud en la teoría de que el Estado de Israel, y más precisamente sus controladores criptopolíticos en el Reino Unido y los Estados Unidos, hayan sido sorprendidos, pues el ataque parece obedecer al objetivo imperial de escalar un conflicto de larga data… De hecho, antes de que Hamás lanzara el ataque contra Israel el pasado fin de semana, Egipto había advertido a las autoridades israelíes de que el movimiento palestino planeaba “algo grande”, según informó AP citando a un funcionario de la inteligencia egipcia, quien afirmó: “les habíamos advertido de que se avecina una explosión de la situación, y muy pronto, y que sería grande. Pero subestimaron tales advertencias”. Asimismo, un borrador de 2021 del Departamento de Estado de los Estados Unidos, obtenido por el Washington Free Beacon en 2023, advirtió que la ayuda financiera estadounidense a Palestina podría ayudar indirectamente a grupos como Hamás. Esta ayuda fue congelada durante la Administración Trump, y reactivada por la Administración Biden.
En ese contexto, la reactivación de la guerra en un pivote geoestratégico como Israel puede interpretarse en relación a la desesperación de Londres y Washington por lavar el colapso de su sistema financiero y por sabotear los esfuerzos de China, Irán y Rusia por llevar a cabo una estrategia de desarrollo euroasiática. Asimismo, debe tomarse en cuenta la posibilidad de que en caso de que el conflicto se prolongue, por no hablar de que se convierta en un conflicto regional, existe la posibilidad real de que Estados Unidos ponga a dormir el conflicto ucraniano para redirigir la ayuda militar infinita a Israel.
Factores y posibles repercusiones a tomar en cuenta:
1. La aristocracia británica presionó al gobierno británico para crear el Estado de Israel, que lo largo de su historia ha sido utilizado como pivote estratégico para desestabilizar el Oriente Medio e impedir la integración euroasiática. Vídeo de archivo: En una entrevista divulgada por activistas de la red pro-palestina Handhala, el aristócrata británico Lord Nathaniel Charles Jacob Rothschild, 4º Barón Rothschild, afirma que sus ancestros contribuyeron a allanar el camino para la creación del Estado de Israel obligando al gobierno británico a firmar la Declaración Balfour en 1917.
2. En 2023, el Washington Free Beacon obtuvo documentos que indican que a los funcionarios del Departamento de Estado les preocupaba que la ayuda estadounidense a Palestina pudiera ayudar a grupos como Hamás.
3. Israel atraviesa una crisis política interna debido a las reformas judiciales de Netanyahu, lo que pudo contribuir a un fallo de la inteligencia para prevenir los ataques.
4. Business Insider ha llamado la atención sobre el “dilema” que atraviesa Estados Unidos para decidir quién recibirá la ayuda militar infinita, ¿Israel o Ucrania?
5. Tras la escalada, Arabia Saudí está sometida a una inmensa presión por parte de la comunidad musulmana internacional para congelar las conversaciones de paz con Netanyahu.
6. Es posible que el megaproyecto del Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés) también quede congelado por algún tiempo si Arabia Saudí y/o, especialmente, Jordania congelan su participación en su construcción en protesta por la implicación de Israel en el conflicto, aunque esto no perjudicará al comercio de India con ninguna de las partes relevantes, ya que se realiza íntegramente por mar.
7. El presidente turco Erdogan apoya la causa palestina, y el conflicto se produce en un momento en que Turquía, que en el pasado apoyó a los palestinos y propugnó una solución de dos Estados para el conflicto, trabaja para normalizar los lazos con Israel tras años de animosidad.
8. Si Hezbolá decide iniciar hostilidades a gran escala, Líbano y posiblemente también Siria podrían verse arrastrados a la contienda.
9. El geoestratega Dan Alamariu, de Alpine Macro, considera que en la situación actual “el principal riesgo es que Israel ataque el programa nuclear iraní, lo que agravaría el conflicto en la región, interrumpiría las exportaciones de petróleo del Golfo Pérsico y podría arrastrar a Estados Unidos a la contienda. Antes de este conflicto, pensábamos que este riesgo estaba infravalorado. Lo habíamos estimado en un ~20%, dadas las actividades de enriquecimiento nuclear iraníes. Israel tiene ahora un fuerte incentivo para llevar la guerra a su principal enemigo, Irán, por lo que es probable que este riesgo aumente… El escenario más extremo implica que Israel ataque las instalaciones nucleares de Irán (~20% de posibilidades). Esto podría disparar los precios del petróleo muy por encima de 150 $/bbl”.
10. Tanto Rusia como China han manifestado neutralidad ante la escalada del conflicto.
Guerra de corredores económicos: la estratagema India-Oriente Medio-Europa
