Cuándo uno habla de las ya incontables evidencias de la fraudulenta pandemia del Covid-19, siempre surge algún negacionista que respalda a la oficialidad diciendo: “Pues sí. Pero la gente se está muriendo. Checa los números.” Y claro, cada año nace y muere mucha gente en todo el mundo, pero hasta hoy casi nadie se había preocupado por comprender las causas diversas que hay detrás de la mortalidad mundial, que guste o no tienen muy poco que ver con contabilidad y estadística, y mucho que ver con factores geopolíticos y teorías de la conspiración.
Hablando de números, los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. han admitido que registraron más de 51 mil muertes por males cardíacos como “muertes por Covid-19” y que a los hospitales en ese país se les paga una bonificación por registrar pacientes con Covid-19 que muchas veces mueren por los tratamientos del Covid-19 ó por no ser atendidos por los padecimientos que les llevaron al hospital. Pero si pones los números en contexto, te censuran o te llaman teórico de la conspiración, “¡pues a quién se le ocurre que un médico sería capaz de tomar dinero a costa de la salud de la gente en la era de la idolatría del dinero!”
Si explicas que la prueba PCR no sirve para diagnosticar COVID-19 —según científicos, ministerios de salud e incluso fabricantes de los tests a los que han dado positivo hasta papayas— también te llaman conspiranoico; y lo mismo si les muestras que la tasa de mortalidad del Covid-19 es bajísima y que la gente que muere pertenece en su mayoría a un grupo de edad avanzada que tiene otros padecimientos y que generalmente muere de estos o por negligencia médica.
Ahora resulta que el Covid-19 nunca fue aislado según admiten los CDC. Y por si esto fuera poco, la gran farsa del Covid-19 también ha sido expuesta en la cifra de muertes oficiales en España, publicada el 23 de octubre de 2020 en el Índice Nacional de Defunciones: Se han registrado 305.802 muertes al 23 de octubre de 2020, y en 2019 hubo un total de 416.602 sin “pandemia”.
¿Y ahora qué harán para deshacerse en dos meses de 110,800 españoles y justificar así que hubo una pandemia mortal? ¿Obligarán a todos a hacerse el test PCR y los confinarán una vez más para destruir todavía más la economía y provocar una hambruna nacional? ¡Pero cómo puedes pensar eso!, te dirán. Solo un desalmado podría hablar de muertes humanas como simples números. Pero son ellos quienes todo el tiempo hablan y justifican cada una de sus acciones basándose en numerología falsa.
Te van a decir que la tasa de mortalidad en México durante los primeros nueve meses del año “ha dejado 193 mil muertes ‘extra’, aunque sólo el 40% de esas muertes (78.449) se han confirmado como COVID-19”, basándose —por su puesto— en la inservible prueba PCR que ha sido la causa de esta pandemia de falsos positivos. Pero no te dicen que la tasa de mortalidad en México ha venido aumentando notablemente durante la última década, a diferencia de España donde se ha mantenido relativamente estable.
Entonces, ¿de qué está muriendo la gente en México?
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En los países en vías de desarrollo, la gente muere de padecimientos asociados a la desnutrición, la alimentación transgénica y la pobreza que son consecuencia de las políticas neoliberales de austeridad que han impedido el desarrollo integral y la soberanía de las naciones. Y esta mortalidad crecerá a merced de los cierres de la economía y los confinamientos que la dictadura sanitaria global ha impuesto alrededor del mundo siguiendo los modelos predictivos de charlatanes del Imperial College de Londres, que a su vez siguen órdenes de la Cámara de los Lores que representa a la nobleza negra británica de origen veneciano.
“Ay, ya vas a empezar otra vez con los británicos”, te van a decir. Pero la gente olvida que los angloamericanos están matando a naciones enteras a través de sanciones económicas que imponen a quienes se oponen a su modelo económico de casino. Recordemos la hambruna que el imperio británico causó en Irán en 1917, en la que murieron entre 8 y 10 millones de personas.
Y no está demás mencionarlo, pues los medios occidentales de propaganda que llaman “de comunicación de masas” nunca lo advirtieron, ni tampoco divulgan ahora que más de 55 millones de personas en siete países del planeta necesitan desesperadamente el alivio de la hambruna relacionada con el COVID-19, según un informe reciente de la organización benéfica internacional Oxfam, titulado “Más tarde será demasiado tarde”.
Así que no se sorprendan al ver cómo la gente se vuelve a lanzar a los supermercados con desesperación, ni al ver cómo se vuelven a romper las cadenas de suministro y se empiezan a vaciar las bodegas de las grandes ciudades; pues ya lo sabíamos: la farsa del COVID-19 y su numerología inútil son sólo una excusa para lo que viene.
Fuentes:
Ministerio de Sanidad — Índice Nacional de Defunciones, 23 de octubre de 2020.
INEGI / Datos Macro — México – Mortalidad.
