Nota del editor: La nacionalización de sectores esenciales para el funcionamiento de la nación mexicana no encaja con los planes de los oligarcas de Occidente, que, por el contrario, pretenden poner toda la propiedad bajo control privado y someter a los países al dominio de las empresas transnacionales de la Red de Control Corporativo Global. Estados Unidos y Canadá han expresado su oposición a las acciones de México y han amenazado al país con una guerra comercial si la administración de López Obrador continúa restringiendo el acceso de la Red de Control Corporativo Global a los mercados de electricidad y petróleo de México. La existencia de la Red de Control Corporativo Global fue demostrada por Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, tres matemáticos del Instituto Federal de Tecnología de Zurich, Suiza. Según la abogada, economista y whistleblower del Banco Mundial, Karen Hudes, los Bancos Centrales de la mayor parte del mundo son todos propiedad de la Red de Control Corporativo Global, y están bajo el control de la nobleza negra anglo-veneciana.
Por Markku Siira
El gobierno mexicano sigue nacionalizando industrias clave a pesar de las fuertes objeciones de Estados Unidos y de los círculos capitalistas occidentales.
El gobierno mexicano ha acordado comprar trece centrales eléctricas a la compañía energética española Iberdrola por seis mil millones de dólares. Esto dará a la compañía eléctrica estatal, la Comisión Federal de Electricidad, el control del mercado eléctrico del país.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (también conocido por el apodo de “AMLO”, formado a partir de las primeras letras de su nombre), ha hablado de la importancia de nacionalizar algunas de las industrias más importantes del país, como la producción de minerales y petróleo, y ha pasado a la acción.
Estados Unidos y Canadá han expresado su oposición a las acciones de México y han amenazado al país con una guerra comercial si la administración de López Obrador “continúa restringiendo el acceso de las empresas internacionales a los mercados de electricidad y petróleo de México”.
La nacionalización de sectores esenciales para el funcionamiento de la sociedad no encaja con los planes de los oligarcas de Occidente, que, por el contrario, pretenden poner toda la propiedad bajo control privado y someter a los países al dominio de las empresas transnacionales.
La política de México podría sentar un precedente peligroso e inspirar a otros países, por lo que cabe esperar acciones contra el régimen de López Obrador, en particular por parte de Estados Unidos. De hecho, el presidente mexicano ya ha sido retratado en los medios de comunicación estadounidenses como un “autócrata contra la democracia liberal”.
México es un país independiente y libre, no una colonia ni un protectorado de Estados Unidos”, contraatacó López Obrador, criticando duramente la influencia de Estados Unidos en la economía del país. México está dispuesto a cooperar con los estadounidenses, pero no a someterse a las órdenes de Washington en contra de sus propios intereses.
Este tipo de retórica ha sido una parte importante de la estrategia de López Obrador a lo largo de su presidencia. Desde su elección en 2018, el presidente mexicano ha criticado a los estadounidenses. AMLO considera a su vecino del norte “una amenaza para la soberanía económica de México”.
Las tensiones entre EE.UU. y México han aumentado por estas declaraciones y acciones. La administración Biden planea lanzar un ultimátum al gobierno mexicano en las próximas semanas, exigiéndole que abra los mercados energéticos a las empresas estadounidenses, o se enfrentará a aranceles comerciales y otras sanciones.
Estados Unidos también se ha visto envuelto en una disputa comercial con México por la importación de maíz modificado genéticamente, después de que López Obrador pidiera la prohibición de todos los productos agrícolas transgénicos, alegando riesgos para la salud. Según algunos estudios, el maíz transgénico provoca cáncer y daños en los órganos.
Estados Unidos, que exporta cada año a México 17 millones de toneladas de maíz, en su mayor parte transgénico, acusa a México de violar el USMCA y amenaza con tomar represalias si México deja de comprar maíz transgénico.
AMLO ha sido un líder sin complejos que está poniendo en práctica la visión de un “México autosuficiente” que planteó en su discurso de investidura. En repetidas ocasiones ha calificado la hegemonía económica y política estadounidense como un “imperialismo moderno” al que hay que resistir. ¿Tendrá éxito en sus ambiciones un México que defiende su soberanía, o el gobierno nacionalista será derrocado por los capitalistas de Occidente?
Red de Control Corporativo Global: ¿Quién controla el mundo?
Fuente:
Markku Siira, en Geopolitika: La política de nacionalizaciones de México en la línea de fuego del capitalismo occidental. 13 de abril de 2023. Traducción por Enric Ravello Barber.
