Brandon Smith y Peter Koenig ofrecen dos visiones distintas —más no incompatibles— sobre la agenda del Gran Reseteo anunciada por el Foro Económico Mundial y el Príncipe Carlos de Galés. Ambos autores coinciden en que el “Gran Reseteo” anunciado a principios de junio de 2020 por el presidente no electo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, y el Príncipe de Gales, es el último caso de impostura convenientemente flagrante que se lanza después de la primera ola de Covid-19, al menos en el Norte Global, donde se toman las principales decisiones a nivel mundial.
Este foro busca promover la desindustrialización y despoblación del planeta usando como justificación la Agenda 2030 de la ONU, que equivale a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y lo que hoy se conoce como el Nuevo Trato Verde, que busca reconstruir la economía mundial intencionadamente destruida, respetando los principios (“verdes”) de los 17 ODS bajo un orden mundial unipolar.
Sin embargo, escribe Koenig, China promueve una versión distinta del reseteo que impulsa la industrialización y no contempla la despoblación mundial, sino un gigantesco plan de desarrollo socioeconómico para el siglo XXI, que está representado por la Iniciativa del Cinturón y Nueva Ruta de la Seda (BRI), creado para conectar y unir al mundo con infraestructura y un modelo comercial de “ganar-ganar” —con igualdad para todos los socios— de cara hacia un mundo multipolar y bajo un modelo económico respaldado con activos físicos.
Brandon Smith: Globalistas revelan que el ‘Gran Reseteo Económico’ llegará en 2021
Para aquellos que no están familiarizados con el término “reseteo económico global”, este se trata de un concepto que los elitistas en el mundo de la banca central han venido usando cada vez más durante los últimos años. La primera vez que lo escuché fue en 2014, referenciado por Christine Lagarde, la directora del FMI en ese momento. El reseteo a menudo se promueve con el mismo aliento que ideas como las de “el Nuevo Eultilateralismo” o “el Orden Mundial Multipolar” o “el Nuevo Mundo” o la “Nueva Era”. Todas estas frases significan esencialmente lo mismo.
El reseteo se promueve como una solución a la crisis económica en curso que se desencadenó en 2008. Este mismo colapso financiero todavía está con nosotros hoy en día, pero ahora, después de una década de impresión de dinero del banco central y creación de deuda, la burbuja es aún mayor. Como siempre, la “cura” de la banca central es mucho peor que la enfermedad, y el colapso renovado que enfrentamos hoy es mucho más mortal que lo que hubiera sucedido en 2008 si simplemente hubiéramos tomado nuestro medicamento y nos hubiéramos negado a arreglar artificialmente las partes débiles de la enfermedad de la economía.
Muchos economistas alternativos a menudo atribuyen erróneamente el hábito de la Reserva Federal (Fed) de empeorar las cosas a la “arrogancia” o la “ignorancia”. Piensan que la Fed realmente quiere salvar el sistema financiero o “proteger el ganso de oro”, pero esa no es realidad. La verdad es que la Fed no es un torpe hombre de mantenimiento, la Fed es un saboteador, un terrorista suicida que está dispuesto a destruirse incluso a sí misma como institución para explotar la economía de los Estados Unidos y despejar el camino para un nuevo mundo con un sistema globalmente centralizado a través del “Reseteo global”.
En 2015, dije lo siguiente en mi artículo “El reseteo económico global ha comenzado”:
“El reseteo global no es una ‘respuesta’ al proceso de colapso en el que estamos atrapados hoy. No, el reseteo global implementado por los bancos centrales y el BIS / FMI es la causa del colapso. El colapso es una herramienta, un lanzallamas que quema un gran agujero en el bosque para dar paso a la construcción de los cimientos del ziggurat globalista… el desastre económico sirve a los intereses de los elitistas”.
Ahora, en 2020, vemos que el plan globalista está llegando a buen término, con las élites revelando lo que parece ser su intención de lanzar el reseteo en 2021. El Foro Económico Mundial (WEF) anunció oficialmente la iniciativa del “Gran Reseteo” como parte de su Plataforma de Acción contra el Covid la semana pasada, y tiene programada una cumbre en enero de 2021 para discutir sus planes de manera más abierta con el mundo y los principales medios de comunicación.
El WEF también publicó un video bastante raro sobre el Reseteo, que consiste en una serie de imágenes del mundo que se desmorona (e imágenes de fábricas que liberan emisiones de carbono inofensivas en el aire, lo que supongo que tiene la intención de asustarnos con nociones de calentamiento global). Luego, la destrucción se “resetea” con tan solo presionar un botón, y todo se revierte a un mundo de naturaleza virgen sin humanos con la invitación de “Únete a nosotros”.
El reseteo, según las discusiones del FMI, es básicamente la siguiente etapa en la formación de un sistema económico mundial y un posible gobierno global. Esto parece estar en línea con las soluciones ofrecidas durante la simulación de pandemia del Evento 201; una simulación de una pandemia de coronavirus realizada por la Fundación Bill y Melinda Gates y el Foro Económico Mundial dos meses antes de que sucediera lo REAL a principios de 2020. El evento 201 sugirió que una de las principales soluciones a una pandemia sería institución de un organismo económico global centralizado que podría manejar la respuesta financiera al coronavirus.
¿No es sospechoso que los eventos de la pandemia del coronavirus real hayan coincidido exactamente con la simulación del Evento 201, así como también directamente con los planes de reseteo global del FMI y el Foro Económico Mundial? Como dice el lema de los globalistas, nunca desperdicies una crisis para imponer el “orden a través del caos”.
Con los disturbios civiles a punto de convertirse en una forma de vida para muchas partes del mundo, incluidos los EE.UU., y con la pandemia preparándose resurgir en una segunda oleada después de la “reapertura” —creando una justificación para una segunda ola de bloqueos, probablemente en julio—, la economía tal y como la conocemos está siendo destruida. Los últimos vestigios del sistema, que cuelgan de un hilo delgado después del colapso de 2008, ahora se están cortando.
El objetivo es bastante obvio: aterrorizar a la población con pobreza, conflictos internos y una cadena de suministro rota hasta que presionen al establishment en busca de ayuda. Luego, este les dará la “solución” a través de la tiranía médica, los pasaportes de inmunidad, la ley marcial, y un sistema económico global basado en una sociedad digital sin efectivo en la que se borre la privacidad en el comercio. Después, lenta pero seguramente, se formará un gobierno global “multipolar” sin rostro que no responderá a nadie y hará lo que le plazca.
Recuerdo cuando Christine Lagarde comenzó a hablar sobre el reseteo en 2014. Ese mismo año también pronunció un discurso muy extraño en el National Press Club en el que comenzó a divagar alegremente sobre la numerología y el “mágico número 7”. Muchos dentro del club se rieron, pues aparentemente la divagación era una broma interna que el resto de nosotros ignoramos. De cualquier modo, debo señalar que la reunión del Foro Económico Mundial sobre el reseteo global en 2021 se llevará a cabo exactamente 7 años después de que Lagarde pronunció ese discurso. Pero supongo que se trata solamente de otra interesante coincidencia…
El nuevo orden mundial, el reseteo global, es un esquema de larga duración para centralizar el poder, pero de una manera que debe mantenerse durante los siglos venideros. Las élites saben que lograr la gobernanza global a la fuerza no es suficiente; tal intento solo conduciría a la resistencia y la rebelión eterna. Lo que las élites quieren es que el público PREGUNTE e incluso ruegue por una gobernanza global. Si se engaña al público para que lo exija como una forma de salvación de los horrores del caos global, entonces es mucho menos probable que la gente se rebele contra él más tarde. Problema / reacción / solución.
La pandemia no desaparecerá pronto. Todos deben esperar que los gobiernos estatales y el gobierno federal convoquen a cierres renovados. Con estos nuevos bloqueos, la economía de EE.UU. en particular será destruida. Con 40 millones de personas perdiendo sus empleos durante los últimos bloqueos, muchos estados solo reabrieron parcialmente, y solo del 13% al 18% de las pequeñas empresas han recibido préstamos de rescate para sobrevivir. Por lo que los próximos dos meses serán una devastadora llamada de atención.
La solución real será que las personas formen comunidades más autosuficientes y libres de la economía convencional. La solución real debería ser la descentralización y la independencia, no la centralización y la esclavitud. Los globalistas buscarán interferir con cualquier esfuerzo para romper el programa. Dicho esto, pueden hacer muy poco si millones de personas realizan esfuerzos de localización al mismo tiempo. Si las personas no dependen del sistema, entonces el sistema no puede controlarlas.
La verdadera prueba vendrá con el colapso final de la economía existente. Cuando la estanflación aumente aún más de su estado actual y los precios de las necesidades se dupliquen o tripliquen una vez más, y el desempleo se dispare aún más, ¿cuántas personas clamarán por la solución globalista y cuántas construirán sus propios sistemas? ¿Cuántos se inclinarán en sumisión y cuántos estarán listos para defenderse? Esa es una pregunta para la que aún no tengo una respuesta, incluso después de 14 años de análisis sobre el tema.
Lo que sospecho es que muchas personas lucharán. No tantos como podríamos esperar, pero suficientes para defender la causa de la libertad. Quizás esto sea demasiado optimista, pero creo que los globalistas están destinados a perder esta guerra a largo plazo.
Peter Koenig: ¿Aceptará la gente el ‘gran reseteo global’ del Foro Económico Mundial y el Estado Profundo?
El plan del Gran Raseteo no tiene que suceder. Al menos la mitad de la población mundial y algunos de los países más poderosos, económica y militarmente, como China y Rusia, se oponen al mismo. Y aunque también buscan un reseteo, no lo hacen en los mismos términos occidentales. De hecho, ya se está produciendo un reseteo con China a punto de lanzar una nueva criptomoneda basada en la cadena de bloques y respaldada por el Banco Popular de China, el cripto RMB o yuan. Esta no es solo una moneda fuerte basada en una economía sólida, sino que también es compatible con el patrón oro.
Mientras que el presidente Trump sigue atacando a China, esta se está reorientando silenciosamente hacia los países de la ASEAN y a Japón y Corea del Sur, donde el comercio ya representa alrededor del 15% de todo el comercio de China y se espera que se duplique en los próximos cinco años.
A pesar del bloqueo y la interrupción del comercio, las exportaciones generales de China se recuperaron con un aumento del 3,2% en abril (en relación con abril de 2019). Sin embargo, este desempeño general en las exportaciones de China estuvo acompañado por una dramática disminución en el comercio entre Estados Unidos y China. Las exportaciones de China a los EE.UU. disminuyeron un 7,9% en abril (en relación con abril de 2019).
Está claro que la gran mayoría de las industrias estadounidenses no podrían sobrevivir sin las cadenas de suministro chinas. La dependencia occidental de los suministros médicos chinos es particularmente fuerte. Sin mencionar la dependencia china de los consumidores estadounidenses. En 2019, el consumo total de los EE.UU., alrededor del 70% del PIB, ascendió a $ 13.3 billones, de los cuales una cantidad justa se importa directamente de China o depende de ingredientes de China.
Los controladores del Foro Económico Mundial se enfrentan así a un verdadero dilema, pues su plan depende en gran medida de la supremacía del dólar, que continuaría permitiendo repartir sanciones y confiscar activos de aquellos países que se oponen al gobierno de los Estados Unidos; una hegemonía en dólares que permitiría imponer los componentes del esquema del Gran Reseteo, como se describió anteriormente.
En la actualidad, el dólar es dinero fiduciario, dinero de deuda creado de la nada. No tiene respaldo alguno. Por lo tanto, su valor como moneda de reserva está decayendo cada vez más, especialmente frente al nuevo cripto yuan de China. Para competir con el yuan chino, el gobierno de los EE.UU. tendría que alejarse de su esquema monetario Ponzi, separándose de la Ley de la Reserva Federal de 1913 e imprimiendo su propio dinero (cripto) respaldado por la economía de los EE.UU. Eso significaría cortar los lazos de más de 100 años con la FED —que es propiedad del clan Rothschild and Co.— y crear un banco central real propiedad de la gente. No es una tarea imposible, pero sí altamente improbable. Aquí, es donde El Estado Profundo occidental y las élites asiáticas podrían chocar, ya que el poder mundial está en juego.
Mientras tanto, China, con su filosofía de creación sin fin, continuaría avanzando imparablemente con su gigantesco plan de desarrollo socioeconómico del siglo XXI, la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda (BRI — Belt and Road), conectando y uniendo al mundo con infraestructura para el transporte terrestre y marítimo, con investigación conjunta e industrial, proyectos de intercambio cultural, y no menos importante, comercio multinacional con características de “ganar-ganar”, con igualdad para todos los socios, de cara hacia un mundo multipolar, hacia un mundo con un futuro común para la humanidad.
El ‘Gran Reseteo’ del Príncipe de Gales y el Foro Económico Mundial: ¿maldición o bendición?
Fuentes:
Brandon Smith — Globalists Reveal That The “Great Economic Reset” Is Coming In 2021.
Peter Koenig / Global Research — The Global Reset – Unplugged. “The Deep State”.
