En un artículo publicado por Berliner Zeitung, Finn Wandhoff reflexiona sobre el renacimiento de patrones históricos e ideas regresivas de los días más oscuros en la época contemporánea. El Parlamento alemán, por ejemplo, se protegerá de ataques externos de “radicales” con métodos medievales como una zanja de 150 metros de largo y dos metros y medio de profundidad. Wandhoff sugiere que esta decisión ha sido impulsada por el miedo, y aboga por un enfoque positivo y soberano de los símbolos estatales, haciendo hincapié en la necesidad de símbolos democráticos fuertes en lugar de medidas defensivas como un foso medieval.
Superstición y tabú: Alemania retrocede a la Edad Media mientras su economía decae