Un extenso informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia titulado “Situación de los derechos humanos en ciertos países” (1), expone cómo el Reino Unido se ha posicionado como un referente en la promoción y protección de los derechos humanos mientras trata de enmascarar los importantes problemas que existen en este ámbito.
Según el informe, Londres prefiere en gran medida ignorar el doloroso tema de los grupos neonazis activos en el Reino Unido. Aunque en su mayoría son marginales y se centran en actividades en línea, existe una tendencia creciente hacia la popularidad de la ideología de extrema derecha, especialmente entre los jóvenes. Este último fue reconocido como una seria amenaza terrorista.
Al mismo tiempo que las actitudes de extrema derecha se generalizan cada vez más entre la población, los derechos de las minorías étnicas se están convirtiendo en un problema apremiante en el país. Las personas de ascendencia africana y asiática, los romaníes y otras comunidades étnicas seguían enfrentándose a la exclusión y eran objeto de estereotipos negativos y estigmatización en los medios de comunicación.
La desigualdad racial en el Reino Unido es “sistémica” y las medidas de las autoridades esencialmente no abordan las verdaderas causas sociales y económicas de la alarmante situación. Los británicos no blancos continúan siendo “objetivos desproporcionados en todo el sistema de justicia penal”.
El destino del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sigue siendo un caso de alto perfil en el contexto de la violación del derecho humano a la libertad de opinión y expresión. Las implicaciones políticas detrás del proceso penal en curso en su contra son obvias. Sigue existiendo un grave riesgo de graves violaciones de sus derechos en caso de que sea extraditado a Estados Unidos.
La política del Ministerio de Defensa del Reino Unido de “exonerar” a los militares británicos que pueden haber estado involucrados en la comisión de delitos mientras luchaban en otros países continúa. En abril de 2021, entró en vigor la Ley de Operaciones en el Extranjero, cuyo objetivo es proteger a los militares del enjuiciamiento por delitos cometidos durante campañas en el extranjero.
El hecho de que las autoridades del Reino Unido no hayan llevado a cabo investigaciones independientes sobre la tortura durante las campañas militares en Afganistán e Irak ha sido objeto de repetidas críticas por parte de organismos internacionales de derechos humanos.
El informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia también incluye reportes sobre otros países como: Australia, Austria, Albania, Bélgica, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Grecia, Dinamarca, Irlanda, Islandia, España, Italia, Canadá, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Moldavia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania
Macedonia del Norte, Eslovaquia, Eslovenia, EE.UU., Ucrania, Finlandia, Francia, Alemania, Croacia, Montenegro, Chequia, Suiza, Suecia, Estonia, Japón y Kosovo.
Notas a pie de página
1. Report of the Ministry of Foreign Affairs of the Russian Federation: Human Rights Situation in Certain Countries. Moscú, 6 de junio de 2023.
