Por Svetlana Ekimenko
Las nuevas filtraciones, aparentemente “bomba”, que sugieren que el coronavirus probablemente se originó en un incidente de laboratorio en la ciudad china de Wuhan, se deben a la necesidad de culpar a China del lío financiero estadounidense y mundial relacionado con la pandemia, que el establishment de Washington considera una amenaza creciente, dijo a Sputnik el experto en relaciones internacionales Emanuel Pastreich.
El Departamento de Energía de EEUU y el FBI han alegado que la pandemia COVID-19 se propagó muy probablemente “a través de un percance en un laboratorio chino”, según un informe del Wall Street Journal del que es coautor Michael R. Gordon. El informe citaba un documento de inteligencia clasificado proporcionado a la Casa Blanca y a legisladores estadounidenses.
Sin embargo, el Consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, declaró el 26 de febrero que seguía habiendo “diversas opiniones” en la comunidad de inteligencia estadounidense sobre si el virus surgió de forma natural, saltando de un animal infectado a un ser humano, o escapó de un laboratorio. Sullivan declaró que “no puede confirmar ni desmentir” el informe de The Wall Street Journal al respecto.
El momento en que han resucitado las acusaciones ha suscitado numerosas preguntas.
“Hay varias cuestiones en juego aquí. La primera es que todo el proyecto COVID-19 y la política médica y general promulgada en Estados Unidos y en todo el mundo ha sido cada vez más cuestionada. Muchas de estas políticas están siendo criticadas a través de todo tipo de acciones legales. Es necesario intentar culpar a alguien de todo esto. Y China, la ‘amenaza emergente’ en la jerga de Washington, es un buen lugar para culpar a alguien”, afirmó Pastreich, presidente del centro de pensamiento Asia Institute, que fundó en 2007.
Y añadió:
“Creo que existe una clara división dentro de la clase dirigente, la clase dirigente de la defensa militar, en cuanto a cómo abordar esta crisis de la COVID-19. Los que buscan una solución van desde los que quieren culpar al Partido Comunista Chino hasta los que apoyan a los expertos que dicen que necesitamos aún más vacunas. Y hay otros que dicen desde dentro que esta historia no se sostiene, que ha llegado el momento de limpiar la casa.”
Las relaciones entre EE.UU. y China se han visto afectadas por semanas de tensiones crecientes en los últimos tiempos, a raíz del derribo de un supuesto globo espía chino sobre Estados Unidos por parte de la administración Biden, en el que Pekín insistió en que la nave voladora formaba parte de una iniciativa civil de investigación meteorológica. A esto siguieron advertencias belicosas de que Estados Unidos “respondería” si determinaba que China había proporcionado de hecho cualquier tipo de armas letales para ayudar a Rusia en su operación en Ucrania. Tales afirmaciones han sido desestimadas por Pekín, que subrayó que “China ha estado promoviendo activamente las conversaciones de paz y la resolución política de la crisis”.
“Este movimiento es similar a la preparación para la guerra, el ataque a Irak. Quieren crear una narrativa falsa. Lo expresan en todos los formatos mediáticos posibles. Tal vez en el fondo de las mentes de esas personas en lo profundo de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, el [Pentágono] y en Lockheed Martin y General Dynamics, probablemente están pensando que van a utilizar esto como la antesala de una gran confrontación con China, que a la vez matará dos pájaros de un tiro. Por un lado, podrán culpar a China de todo este asunto que se originó con corporaciones multinacionales con sabor estadounidense, capital privado y bancos multinacionales. La segunda es utilizarlo como una forma de crear una nueva Guerra Fría o incluso algún tipo de conflicto militar real con China, lo que les permitirá estimular la economía y salvar el culo de todas estas personas que potencialmente están destrozando Estados Unidos, cambiando a una economía militar”, dijo Emanuel Pastreich a Sputnik.”
La primavera pasada, en medio de la información obtenida en el curso de la operación militar especial de Moscú en Ucrania, las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica (RCB) de Rusia empezaron a arrojar luz sobre el alcance del programa de armas biológicas estadounidense llevado a cabo en connivencia con el régimen de Kiev. El gobierno chino también ha expresado repetidamente su preocupación por los biolaboratorios secretos de Washington repartidos por todo el mundo.
“Se ha hablado mucho por ahí, la información no es clasificada, sobre DARPA y otras corporaciones privadas desarrollando tanto virus como vacunas, así como trabajando conjuntamente, de manera corrupta, con la Organización Mundial de la Salud y con compañías farmacéuticas multinacionales. Así que está claro que hay un incentivo para tratar de culpar de todo este lío, este lío transnacional de las finanzas mundiales que salpica a la pandemia, para culpar de todo a China, y específicamente al Partido Comunista Chino”, subrayó Pastreich, que se presentó como candidato independiente a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.
La hipótesis de China sobre los experimentos biológicos militares de Estados Unidos
Fuente:
Svetlana Ekimenko, en Sputnik: ‘Buildup for War’: US Spins Covid Lab Leak Narrative to ‘Pin Blame on China’.
