Alemania eligió respaldar las sanciones económicas e impulsó la economía verde, hundiendo por completo sus industrias y economías para dar más tiempo a EE.UU. como hegemón, en lugar de permitir la transición a un orden mundial multipolar pro-crecimiento. La debacle energética fue fabricada nada menos que por las grandes finanzas de Londres y Wall Street y el paradigma pseudocientífico del alarmismo verde, que en su desesperada apuesta por la desindustrialización y la despoblación mundial ha buscado eliminar por completo el gas, el petróleo y la energía nuclear, que resultan ser las únicas fuentes de energía fiables en la actualidad.
Por Mente Alternativa
De acuerdo a datos definitivos publicados el 25 de mayo por el departamento federal de Estadística (Destatis), la economía de Alemania experimentó una contracción del 0,3% en el primer trimestre del año. Esta cifra confirma oficialmente que el país ha entrado en una recesión técnica, al registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según reportó la Agencia EFE y Deutsche Welle.
En noviembre de 2022, el analista Zoltan Pozsar adivirtió que el entorno político de antagonismo entre las grandes potencias y estructural actual propiciaría políticas inflacionarias que podrían terminar en recesión económica. También criticó el cambio secular de actitud hacia la energía:
“A principios de los años 80 queríamos producir más energía basada en el carbono para romper el dominio de la OPEP. Ahora buscamos evitar el carbono por completo en favor de una política de Cero Emisiones. Esto es extremadamente inflacionario tanto a corto como a medio plazo”.
Alemania y el resto de Europa eligieron respaldar las sanciones económicas y el hundimiento de sus industrias y economías para dar más tiempo a EE.UU. como hegemón, en lugar de permitir la transición al un orden mundial multipolar.
En retrospectiva, la debacle energética fabricada nada menos que por las grandes finanzas, sus guerras delegadas, y el paradigma pseudocientífico del fanatismo verde, fue impulsada por eurócratas como el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, la Ministra Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, y la cortesana Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quienes se han hecho pasar por salvadores de Europa predicando que la única salida a la emergencia climática dizque provocada por el hombre, es invertir fortunas en la energía eólica y solar, que no son fiables. Asimismo, estos eurócratas al servicio de la oligarquía despoblacionista, han recomendado eliminar por completo el gas, el petróleo y la energía nuclear, que resultan ser las únicas fuentes de energía fiables en la actualidad.
