Un estudio en preimpresión ha descubierto ARNm de la vacuna y proteína espiga en los ganglios linfáticos durante 60 días después de las inyecciones. Los investigadores dejaron de recoger las sondas después de este periodo de tiempo.
El estudio sugiere que el cuerpo no destruye rápidamente el material genético de las inyecciones, y que la proteína espiga generada por la vacuna circula en la sangre en algunos casos. Casi 50 investigadores de todo el mundo colaboraron en el trabajo.
Ver el estudio en Cell Press.
La catedrática María José Martínez Albarracín habla sobre las la proteína espiga y las vacunas Covid
Fuente:
Immune imprinting, breadth of variant recognition and germinal center response in human SARS-CoV-2 infection and vaccination. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cell.2022.01.018