La reciente proliferación de contenidos LGBTQ+ está orquestada para servir a diversas agendas, incluidos los intereses económicos y la adhesión a las normas ESG (Medio ambiente, asuntos sociales y gobernanza), con importantes actores financieros como BlackRock, State Street Global y Vanguard influyendo en estas tendencias. Los “Tres Grandes” utilizan sistemas de puntuación integrados para impulsar tanto la concienciación como la adopción de prácticas de inversión sostenibles. Cada uno de ellos anima a las empresas a alcanzar una calificación del 100%, al tiempo que influye en los comportamientos corporativos que servirán a los objetivos a largo plazo de ESG. Las puntuaciones ESG aumentan efectivamente el precio de todo, desde la gasolina y el gasóleo de calefacción hasta el gas natural, lo que a su vez afecta al suministro de alimentos. Es la causa fundamental de la reciente inflación a la que nos hemos enfrentado a la hora de adquirir bienes y servicios. Es difícil no ver hacia dónde conduce todo esto: control total, especulativo centralizado de la economía, desindustrialización y despoblación.
En los últimos años se ha producido un notable aumento de la representación del colectivo LGBTQ+ en diversas plataformas mediáticas, como la publicidad, la literatura, la música, la moda y las redes sociales.
Este aumento de la visibilidad se debe a una combinación de factores, aunque las opiniones sobre sus motivaciones varían. Mientras que algunos lo ven como un avance positivo hacia la inclusión, otros lo ven como un desarrollo más intrincado o potencialmente insidioso.
Según la última encuesta Gallup, el porcentaje de individuos que se identifican como LGBTQ+ ha aumentado del 5,6% al 7,2% en tres años, siendo la identificación transgénero una fracción menor, que oscila entre <0,1% y 0,6%.
La presencia generalizada de contenidos LGBTQ+ está vinculada a intereses corporativos que buscan satisfacer a las partes interesadas y generar beneficios. Las empresas aspiran a obtener puntuaciones altas en el Índice de Igualdad Corporativa (CEI) de la Campaña de Derechos Humanos, promoviendo iniciativas LGBTQ+ para mejorar su posición social. El CEI evalúa las políticas y prácticas de las empresas en relación con el colectivo LGBTQ+, incentivando su alineamiento con las causas LGBTQ+.
Esta atención empresarial a la inclusión de las personas LGBTQ+ está estrechamente relacionada con la Campaña de Derechos Humanos, que cuenta con el apoyo de entidades influyentes como la Open Society Foundation de George Soros y The Walt Disney Corporation.
La reciente proliferación de contenidos LGBTQ+ está orquestada para servir a diversas agendas, incluidos los intereses económicos y la adhesión a las normas ESG (Medio ambiente, asuntos sociales y gobernanza), con importantes actores financieros como BlackRock, State Street Global y Vanguard influyendo en estas tendencias.
Las Naciones Unidas (ONU) y el Foro Económico Mundial (FEM) también desempeñan un papel en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas LGBTQ+ a través de asociaciones e iniciativas, contribuyendo a la representación generalizada de los temas LGBTQ+ en diversos medios de comunicación.
Este esfuerzo concertado para fomentar la visibilidad del colectivo LGBTQ+ plantea interrogantes sobre las motivaciones subyacentes y las posibles repercusiones en los valores y las normas sociales.