Ante la escalada de tensiones entre la OTAN y Rusia en relación con Ucrania, Declassified UK se dio a la tarea de examinar la participación del Reino Unido en la alianza. Resulta que el reino alberga varias unidades y centros de inteligencia de la OTAN, como el Estado Mayor Conjunto de Guerra Electrónica en la Real Estación Aeronaval de Yeovilton, la Célula Centralizada de Objetivos y el Centro de Fusión de Inteligencia de la OTAN en la RAF de Molesworth. Estas instalaciones son fundamentales para proporcionar inteligencia y apoyo operativo a las misiones de la OTAN. Además, unidades del ejército británico como la 1ª Brigada de Señales y el 280 Escuadrón de Señales aportan un apoyo logístico y de comunicaciones vital para las operaciones de la OTAN, y aproximadamente 574 efectivos extranjeros de 29 naciones están desplegados en tres emplazamientos en Gran Bretaña, con un importante contingente estacionado en el Cuartel General de Northwood, en el noroeste de Londres, al servicio del Mando Marítimo de la OTAN.
Por Matt Kennard
Mientras crecen las tensiones entre la OTAN y Rusia por Ucrania, Declassified analiza el papel del Reino Unido en la alianza a la que Vladimir Putin ha culpado de su guerra ilegal.
La OTAN tiene desplegados en tres emplazamientos británicos a unos 574 efectivos extranjeros procedentes de 29 países.
Una cuarta parte de ellos, 150, son estadounidenses, y el siguiente país en número de efectivos es Alemania, con 65.
Turquía, cuyas fuerzas armadas ocupan el norte de Siria, tiene 35 militares desplegados en Gran Bretaña con la OTAN.
Tres países no pertenecientes a la Alianza -Suecia, Austria y Finlandia- tienen personal desplegado con la OTAN en su centro de inteligencia de Cambridgeshire.
El apoyo a la adhesión a la OTAN en Suecia y Finlandia -que tiene una frontera de 830 millas con Rusia- se encuentra en un máximo histórico tras la invasión de Ucrania.
Tres efectivos de Hungría, cuyo primer ministro de extrema derecha, Viktor Orbán, es aliado de Putin, también están desplegados con la OTAN en Gran Bretaña.
Mientras tanto, el Reino Unido tiene 1.004 militares desplegados con la OTAN en todo el mundo, incluidos 150 dentro de Gran Bretaña.
El mayor despliegue británico en el extranjero es el de 238 efectivos en Bélgica, donde la OTAN tiene su cuartel general. Gran Bretaña también tiene 192 militares desplegados con la OTAN en Italia y 159 en Alemania.
La mayor parte del personal extranjero de la OTAN en el Reino Unido está destinado en el Cuartel General de Northwood, una base militar al noroeste de Londres que alberga el Mando Marítimo de la Alianza (Marcom), mando central de todas sus operaciones marítimas.
Aunque poco conocida fuera de los círculos militares, acoge a 342 miembros extranjeros de la OTAN, entre ellos 54 estadounidenses y 52 alemanes.
El comandante británico del Marcom, Keith Blount, es el principal asesor marítimo de la OTAN y tiene el mando operativo de sus fuerzas navales permanentes.
El Vicealmirante Blout ingresó en la Royal Navy en 1983 y fue Comandante del Grupo Operativo Marítimo Iraquí durante la invasión de 2003. El presidente Trump le concedió la Legión al Mérito operativa en 2016.
El Mando Terrestre de la OTAN tiene su sede en Izmir (Turquía), mientras que el Mando Aéreo se encuentra en Ramstein (Alemania).
Un barrio frondoso
La presencia de la OTAN en el cuartel general de Northwood se remonta a 1953, cuatro años después de la creación de la organización. Cuando atravieso sus puertas desde la calle, me dicen rápidamente que no se permiten fotos.
Mientras espero una entrevista que no llega en el centro de visitantes, varias personas entran a preguntar por sitio para aparcar dentro de la base. “Está completamente lleno”, les dice el funcionario. “Algo debe estar pasando en el mundo”, bromea uno.
Las puertas de acceso a la base están fuertemente fortificadas. Un soldado británico con un fusil se para delante y se percibe tensión en el aire. Mientras camino por el exterior, los ojos del soldado, y supongo que las omnipresentes cámaras de CCTV, siguen mis pasos.
La zona que rodea la base, sin embargo, no podría ser más diferente. Northwood no es más que otro tranquilo y frondoso suburbio del noroeste de Londres, situado en las afueras de la Metropolitan Line.
Mucha gente a la que interrogo en la céntrica calle comercial ni siquiera es consciente de la existencia de la gran base de la OTAN que hay al final de la calle.
Rod, un hombre de 65 años que se mudó a la zona hace cinco años, sí la conoce, pero añade: “No creo que sea una parte importante de la comunidad local, son tan cautelosos como todo el mundo, van a lo suyo, los que tienen motivos para relacionarse con ellos, se relacionan”.
“Rara vez se ven soldados por aquí”, añade, antes de decirme que los soldados extranjeros “conducen como locos, sobre todo los italianos”.
Pero se alegra de que esté ahí. “Es lo único que se interpone entre nosotros y Putin”, me dice. “Es lo único que impide que nosotros y otros países de Europa seamos invadidos por un cleptómano que está loco”. Los lugareños tienen poco tiempo para preocuparse de sobre si esta base es una amenaza. “Cualquiera que vaya por ahí preguntándose si es seguro, si no lo queremos aquí, si podría convertirnos en un objetivo, tiene toda la maldita razón, tienes que defender aquello en lo que crees”.
Otro vecino, Mike, de 34 años, dice mientras toma un café fuera de Costa con una amiga. “Probablemente seríamos los primeros en ser bombardeados, aunque estoy seguro de que nuestras defensas los interceptarían antes de que se acercaran”.
Pero no cree que sus preocupaciones sean compartidas por otros lugareños. “No creo que mucha gente sepa que la base está ahí, de hecho, he hablado con algunas personas, trabajo en Tesco, a la vuelta de la esquina, y no creo que mucha gente lo sepa, no se destaca… No he oído que otras personas estén asustadas, sólo he estado hablando de ello con mi mujer, los dos sabemos que está ahí, los dos somos de la zona”.
Su amiga, también de la zona, comenta que ella no lo sabía antes de que yo hiciera la pregunta.
Mike, que vive en la zona desde hace una década, dice: “No es muy conocido ni siquiera a nivel local, lo mantienen muy discreto, no hay señales, ves algunas señales que dicen sede de Northwood, esas son las únicas señales que ves”.
Continúa: “Hay una gran comunidad estadounidense, justo detrás de la base, no es un emplazamiento militar, son sólo casas donde viven”.
Mike no cree que estemos “bajo amenaza en este momento, pero si hay alguna represalia a Rusia entonces creo que sí, que está preparada para usar armas nucleares, creo que se le ha ido la olla”. ¿Se siente protegido por tener la base allí o todo lo contrario? “Todo lo contrario”, responde.
Una joya dentro del sistema de inteligencia de la OTAN
Hay otros 32 soldados extranjeros de la OTAN destinados en la Real Estación Aeronaval de Yeovilton, en la zona rural de Somerset.
Desde 2013, es la sede del Estado Mayor Conjunto de Guerra Electrónica (JEWCS) de la OTAN, que “ofrece conocimientos especializados sobre cómo reaccionar ante un entorno electromagnético hostil”. También proporciona “capacidades” de guerra electrónica para las operaciones de la OTAN.
Otros 28 miembros extranjeros de la OTAN trabajan en la Centralised Targeting Cell (CTC) de la RAF de Molesworth (Cambridgeshire). La CTC “proporciona apoyo de inteligencia en el mundo real a la selección de objetivos” para las operaciones y ejercicios de la OTAN.
La RAF Molesworth también alberga el Centro de Fusión de Inteligencia de la OTAN (NIFC), que cuenta con 167 miembros extranjeros de la OTAN. El centro -que se activó en 2006 con Estados Unidos como “nación marco”- proporciona “inteligencia oportuna, relevante y precisa para apoyar la planificación y ejecución de las operaciones de la OTAN”.
El subsecretario de Defensa estadounidense para Inteligencia, Ronald Moultrie, ha declarado: “Sin lugar a dudas, el NIFC es el centro de gravedad de la OTAN para la colaboración multinacional de inteligencia en la producción de inteligencia de alto impacto para las operaciones de la OTAN”.
Mientras tanto, el comandante marítimo de la OTAN ha calificado al NIFC de “joya dentro del sistema de inteligencia de la OTAN”.
Además del personal extranjero de la OTAN, la 1ª Brigada de Señales del ejército británico está bajo el mando operativo del Cuerpo Aliado de Reacción Rápida de la OTAN.
Con base en el cuartel de Imjin (Gloucestershire), esta unidad de alta disponibilidad está especializada en el suministro de sistemas de comunicaciones de información y apoyo logístico. La brigada cuenta también con el apoyo de un batallón Ghurka.
Otra unidad del ejército británico asignada permanentemente a la OTAN es el 280 Signal Squadron, con base en el campamento de Blandford, en Dorset. Su función es instalar y controlar sistemas estratégicos de comunicación e información para los despliegues de la OTAN.
La política del Gobierno británico hacia la OTAN está coordinada por la Unidad de Política de Seguridad Euroatlántica, una unidad conjunta del Ministerio de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores creada en 2016. En la actualidad, el Reino Unido tiene 34 personas trabajando en el compromiso con la OTAN, mientras que el equipo político de la delegación conjunta del Reino Unido ante la OTAN cuenta con unas 50 personas.
