La semana pasada en el Foro Económico Oriental celebrado en Vladivostok, el ‘Lejano Oriente ruso’ estuvo en plena y gloriosa exhibición. Rusia, China, India y el Sur Global estuvieron allí presentes para contribuir a este renacimiento del comercio, la inversión, la infraestructura, el transporte y las instituciones, como señala Pepe Escobar en un artículo publicado en The Cradle.
Puntos clave:
- Se destacó destacó la importancia estratégica del Lejano Oriente para el siglo XXI.
- La región está siendo testigo de un aumento de la inversión, con 2.800 proyectos, incluidas las Zonas Económicas Especiales Avanzadas (ASEZ) y la ampliación del Puerto Libre de Vladivostok, lo que subraya su potencial como nodo clave en Asia-Pacífico.
- Putin destacó la importante tasa de inversión, el vasto territorio inexplorado y la expansión de la producción de energía en el Lejano Oriente.
- También destacó el cambiante panorama económico mundial, con el aumento del comercio de Rusia con los países de Asia y el Pacífico.
- El movimiento de desoccidentalización está ganando impulso, con China como un importante inversor.
- Se discutieron el desarrollo de infraestructura, la logística y el papel del Ártico, en consonancia con la visita de Kim Jong-un de Corea del Norte, con la geoeconomía en el centro de la cooperación entre Rusia, China y la RPDC.
- Se están llevando a cabo iniciativas multilaterales como el Corredor Internacional de Transporte Norte Sur (INTSC) y el Corredor Marítimo Oriental (EMC).
- Aunque desafiante, se vislumbra la perspectiva de un sistema de pagos en Eurasia. Rusia tiene como objetivo mejorar la confianza en el rublo y explorar un rublo digital.
- Se enfatizó la necesidad de aumentar el comercio y la inversión entre Rusia y la India, junto con el éxito de la India en el mercado de pagos digitales.
- Los corredores de transporte transeurasiáticos están llamados a dar forma a los patrones del comercio mundial, con esperanzas de cumbres conjuntas BRICS-EAEU y acuerdos de libre comercio con Irán.
- El foro ejemplificó el compromiso de Rusia con la asociación y la mejora de la conectividad en una era policéntrica.
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