Mientras los granjeros europeos protestan contra las políticas ultragloblistas que han provocado una crisis energética, de escasez y desindustrialización, China acaba de poner en marcha un programa piloto de trenes de carga capaces de transportar alimentos frescos y otros productos a la velocidad de un avión. Los granjeros chinos también cuentan con un “tren lento” especial para transportar y vender su ganado en zonas rurales o urbanas, garantizando así el abastecimiento de alimento a la población del país.
El 15 de enero, China implementó un programa piloto de trenes de carga de alta velocidad, los cuales ahora operan diariamente entre Chongqing, ubicado en el suroeste del país, y la ciudad de Zhengzhou, en la provincia de Henan, según informó el China Daily el 1 de febrero.
El país asiático tiene la intención de aprovechar la línea ferroviaria de alta velocidad Zhengzhou-Chongqing, en funcionamiento desde 2022. Hasta el momento, esta ruta estaba destinada exclusivamente al transporte de trenes de pasajeros de alta velocidad, según señala EIRNS.
De acuerdo con China Railway Express, el operador de estos trenes, el DJ5811 que va de Zhengzhou a Chongqing y su contraparte, el DJ5812 en sentido contrario, tienen la capacidad de transportar hasta 15 toneladas métricas en cada viaje.
Cada trayecto de 1.028 km tiene una duración inferior a cinco horas, lo que implica una velocidad media de 206 km/hora. Según el operador, esta velocidad rivaliza con el transporte aéreo y es un día más rápido que el transporte por carretera. La carga transportada incluirá alimentos frescos, productos biofarmacéuticos, correspondencia comercial y productos electrónicos.
Desde hace un par de años, el gobierno chino ha implementado un tren especial destinado a agricultores. Se trata de un “tren lento” en la vía de ferrocarril Chengdu-Kunming, que realiza paradas en todas las estaciones, es económico y permite a los granjeros transportar su ganado desde zonas rurales hacia ciudades, o incluso venderlo directamente dentro del tren, según informó el South China Morning Post.
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