No es Ghislaine Maxwell. Pero su historia, al igual que la de la socialité británica caída en desgracia, indica que la red de pedofilia de Jeffrey Epstein no es una operación psicológica planificada en Israel ni en los Estados Unidos, sino en salones de abolengo de la aristocracia europea con el objetivo de comprometer y chantajear, junto con la inteligencia israelí, a políticos y figuras influyentes de los Estados Unidos. Nicole Junkermann, una ex modelo casada con un aristócrata romano y afincada en Londres, cuyo nombre apareció en los Panama Papers, es quizá el ejemplo más cercano que se pueda encontrar a una “Chica Bond” en la vida real. Sin embargo, ella es casi completamente desconocida para la mayoría. En este artículo presentamos evidencia de los vínculos estructurales de Nicole con la aristocracia europea, así como sus conexiones con Jeffrey Epstein, la inteligencia israelí, y el Gobierno del Reino Unido.
Nicole Junkermann y la aristocracia europea
En marzo de 2017, Nicole Junkermann se casó en Roma con el Conde Ferdinando Maria Brachetti Peretti, quien anteriormente estuvo casado con la princesa Mafalda Margarethe von Hessen, hija del príncipe Moritz de Hesse y de la princesa Tatiana de Sayn-Wittgenstein-Berleburgo.
El Conde Ferdinando es Presidente y Consejero Delegado de la empresa energética italiana, Anonima Petroli Italiana, y la acaudalada Familia Brachetti Peretti está vinculada al Vaticano a través de los Borromeo, una de las familias más emblemáticas de la nobleza negra veneciana. Ugo Brachetti Peretti, hermano de Ferdinando, está casado con la condesa Isabella Borromeo Arese Taverna. Los Borromeo eran mercantes que se convirtieron en banqueros en el siglo XIV. Ellos fundaron el Banco Borromei en Milán junto con otros miembros de la familia que dirigían bancos en Venecia y Florencia. Carlo Borromeo (1538-1584), fue cardenal de la Iglesia Católica Romana, arzobispo de Milán y santo canonizado.
En un artículo publicado por EIR, titulado “El culto ‘tradicionalista’ es romano, no católico”, Stanley Ezrol refiere que Carlo Borromeo, y sus aliados del Concilio de Trento, Ignacio de Loyola y Felipe Neri, eran admirados por el decimonónico Henry Manning —mentor del Movimiento de Oxford, cardenal inglés, y posible cabeza de la Iglesia de Inglaterra como arzobispo de la misma—, quien en el siglo XIX describió el Renacimiento dorado italiano como “anticatólico, anticristiano y pagano” (sic), declarando las obras de Nicolás de Cusa, Erasmo, Francisco Rabelais y Pío II como “anatemas”. La causa de esta distorsión distributista, advierte Ezrol en su artículo, tiene origen en el contraataque de la aristocracia anglo-veneciana del siglo XIX contra la fundación de los Estados Unidos de Norteamérica.
Al parecer, a la aristocracia anglo-veneciana le inquietaba el posible resultado de combinar la creatividad renacentista con el espíritu del liberalismo auténtico que implicaba la independencia de los Estados Unidos. Así, el miedo latente de los anglo-venecianos a perder el control sobre América ayuda a comprender mejor la naturaleza de las redes de chantaje pedofílico-sexual como operaciones de inteligencia que se llevan a cabo a través de Estados delegados y agentes cortesanos con el propósito de controlar a políticos y figuras influyentes en la sociedad estadounidense.
Nicole Junkermann y Jeffrey Epstein
Una de las pruebas contundentes de que dispusieron los investigadores del caso Epstein son los registros de vuelo del “Lolita Express”, un jet privado que el pedófilo usaba para transportar a las víctimas y a los políticos, empresarios y celebridades a los que iba a implicar en actividades controvertidas en diversos destinos.
Junkermann fue sorprendida volando en el “Lolita Express” en tres ocasiones, según documenta Johnny Vedmore en un artículo censurado y retirado por Vocal.Media que fue republicado posteriormente en el portal Unlimited Hangout:
“El primer vuelo registrado, el 22 de marzo de 2002, lo compartiría con Epstein, Sean Koo y otro pasajero, pero es su segundo viaje el que realmente destaca. El sábado 31 de agosto de 2002, Jeffrey Epstein y Nicole Junkermann volarían solos desde el aeropuerto Le Bourget de París al aeropuerto de Birmingham, en el Reino Unido. Regresarían a París, por la misma ruta, el lunes 2 de septiembre de 2002. Que Jeffrey Epstein vuele sin ninguno de los miembros de su séquito es algo muy inusual. Entonces, ¿qué estaba pasando ese fin de semana? He investigado mucho sobre estas fechas, pero hasta ahora no tengo ninguna respuesta.”
“En aquella época, Junkermann tenía 27 años, por lo que es muy poco probable que estuvieran saliendo, ya que todo el mundo sabe que a Jeffrey Epstein no le interesan los adultos plenamente desarrollados sexualmente. Encontrar esta anomalía en el manifiesto del avión de Epstein me animó a investigar más a fondo la vida de Nicole Junkermann y, entre otras cosas, si tenía o no algún vínculo con una agencia de inteligencia estatal. ¿Se reunían Junkermann y Epstein a solas por motivos inocentes? Aunque Junkerman ya había realizado muchas inversiones, podría haber estado intentando obtener más fondos de un inversor ansioso como Epstein. Cómo Epstein acumuló originalmente sus miles de millones sigue siendo un tema bastante turbio en sí mismo.”
“Cualquiera que fuera la razón de que estas dos personas increíblemente ricas estuvieran juntas, este encuentro fue muy privado. Junkermann también acababa de terminar el Programa de Desarrollo Directivo de la Universidad de Harvard, y Jeffrey Epstein mantenía una relación de alto nivel con Harvard que, en 2003, le llevó a donar dinero a la universidad de la Ivy League al tiempo que declaraba que había financiado la escuela con 30 millones de dólares, una afirmación que más tarde se reveló falsa. ¿Utilizaba Epstein la famosa universidad estadounidense para reclutar personal para sus propios negocios u otros intereses?”
Nicole Junkermann y la inteligencia israelí
El vínculo entre Nicole Junkermann, los servicios de inteligencia del Estado israelí y las Fuerzas de Defensa de Israel también es muy revelador.
Entre las inversiones/adquisiciones de la empresaria destaca Carbyne911, también conocida como Carbyne (antes Reporty Homeland Security), un “líder mundial en tecnología de seguridad pública” de cuyo consejo de administración formó parte Junkermann junto con Ehud Barak, el 10º Primer Ministro de Israel, 14º Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, ex Ministro de Defensa y ex Jefe de Inteligencia Militar de Israel.
Ehud Barak tiene un largo historial como una de las caras más públicas de las operaciones encubiertas israelíes. Antes de ser Primer Ministro, Ehud Barak era un nombre importante en las Fuerzas de Defensa de Israel. En la década de 1970 dirigió numerosas operaciones, entre ellas la de disfrazarse de mujer para matar a miembros de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina). Ehud Barak también ha sido relacionado con Jeffrey Epstein y Benjamin Netanyahu.
En un articulo titulado “Mega Group, los Maxwell y el Mossad: la historia de espionaje en el corazón del escándalo de Jeffrey Epstein”, la periodista de investigación Whitney Webb escribe lo siguiente:
“Después de la fundación de Israel, Sam Bronfman trabajó con el futuro primer ministro israelí, Shimon Peres, para negociar la venta de armamentos canadienses a mitad de precio a Israel y la compra de armas fue pagada en su totalidad por una cena de recaudación de fondos organizada por Bronfman y su esposa. Muchos años después, Peres presentó a Ehud Barak —otro futuro primer ministro de Israel— con Jeffrey Epstein.
El resto de la marcha de la familia Bronfman en ‘el camino hacia la honorabilidad’ fue emprendido por los hijos de Bronfman, que se casaron con familias aristocráticas como los Rothschild de Europa y la ‘realeza’ de los Lehman y Loeb de Wall Street.”
Nicole Junkermann y el gobierno británico
En 2018, Nicole Junkermann fue nombrada miembro de la Junta Asesora de Tecnología Sanitaria del Reino Unido (Healthtech Advisory Board), dirigida por el parlamentario Matt Hancock, quien se desempeño como Secretario de Estado de Sanidad y Asistencia Social durante la crisis sanitaria del Covid-19.
La junta se encarga de estudiar cómo el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) puede aprovechar la tecnología para mejorar los resultados de los pacientes y reducir la carga de trabajo del personal.
La investigación de Johnny Vedmore advierte los vínculos entre el NHS bajo asesoría de Junkermann y la amplia cartera de empresas tecnológicas de la ex modelo. En particular, se menciona el caso de OWKIN, una empresa de inteligencia artificial que recibirá datos de pacientes del NHS, lo que plantea riesgos potenciales para la protección de datos.
Según Venture Beat,
“Owkin, una startup de aprendizaje automático para la investigación médica, anunció un nuevo inversor en forma de GV (anteriormente Google Ventures), que se ha unido como participante tardío a la ronda de serie A de Owkin.”
“Fundada en 2016, la plataforma de Owkin aprovecha los algoritmos de aprendizaje profundo para ayudar a los investigadores clínicos del mundo académico, la medicina y la industria farmacéutica a desarrollar modelos predictivos y acelerar el desarrollo de fármacos a lo largo de todo el proceso. La plataforma, denominada Socrates, integra genómica, datos clínicos e imágenes biomédicas para identificar características o ‘biomarcadores’ asociados a enfermedades.”
Así es como la multifacética ex-modelo y aristócrata ligada a algunos de los clanes más emblemáticos de la aristocracia negra se ha dedicado a gestionar la agenda ultraglobalista desde el aire, a lado de pedófilos de alto nivel dedicados a chantajear figuras influyentes en la sociedad, y desde tierra, en mesas directivas compartidas con ex jefes de la inteligencia militar israelí y consejeros de instituciones del Gobierno del Reino Unido que intentan fusionar la tecnología y el cuerpo humano para impulsar el sueño húmedo transhumanista del Foro Económico Mundial.