Por Angela Giuffrida
Se ha acusado a la Organización Mundial de la Salud de conspirar con el Ministerio de Salud italiano para eliminar un informe que revelaba la mala gestión del país al principio de la pandemia de coronavirus, cuya publicación tenía por objeto prevenir futuras muertes.
Italia fue el primer país europeo que se vio envuelto en la pandemia. El informe, elaborado por el científico de la OMS Francesco Zambon y 10 colegas de toda Europa, fue financiado por el Gobierno de Kuwait con el objetivo de proporcionar información a los países que aún no habían sido afectados.
Titulado “Un desafío sin precedentes: La primera respuesta de Italia al Covid-19”, el documento se publicó en el sitio web de la OMS el 13 de mayo antes de ser retirado al día siguiente, como informó por primera vez The Guardian en agosto. En el informe de 102 páginas se decía que el plan de Italia para la pandemia no se había actualizado desde 2006 y que, debido a que no estaba preparado, la respuesta inicial de los hospitales fue “improvisada, caótica y creativa”. El informe agregaba que se tardó tiempo en disponer de una orientación oficial.
El documento fue supuestamente eliminado a petición de Ranieri Guerra, subdirector general de la OMS para iniciativas estratégicas. Guerra fue el director general de salud preventiva del Ministerio de Salud de Italia entre 2014 y finales de 2017 y, por consiguiente, se encargó de actualizar el plan de pandemia con arreglo a las nuevas directrices establecidas por la OMS y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Guerra es uno de los científicos del grupo de trabajo Covid-19 del gobierno italiano.
El plan anticuado es un elemento crucial en las investigaciones preliminares que están llevando a cabo los fiscales de Bérgamo -la provincia de Lombardía más afectada durante la primera ola de la pandemia- sobre la posible negligencia criminal de las autoridades. Las muertes relacionadas con el Covid en Italia superaron las 60.000 el domingo, la cifra más alta de Europa continental.
Los investigadores también están utilizando un informe compilado tras la primera oleada por un general retirado del ejército, Pier Paolo Lunelli, que llegó a la conclusión de que hasta 10.000 muertes pueden haberse atribuido a la falta de suficientes protocolos antipandémicos.
Zambon, que tiene su sede en la oficina de la OMS en Venecia, ha sido citado tres veces para hablar con los fiscales, pero la OMS se lo ha impedido, y ha insistido en que él y los otros 10 investigadores que participaron en la elaboración del informe deberían tener inmunidad para testificar. Sólo Guerra fue escuchado por los fiscales a principios de noviembre pero el contenido de la audiencia no ha sido revelado.
Después de que se emitiera la primera citación a Zambon y a los demás investigadores, la OMS dijo que los fiscales regionales tenían que seguir los canales diplomáticos haciendo su petición a través del Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia.
La última citación de Zambon fue el 10 de diciembre, pero de nuevo se le bloqueó la entrada a pesar de haber pedido permiso.
“Cuando recibí la primera citación lo reporté a la oficina legal de la OMS y poco después respondieron diciendo que no podía ir ya que estaba protegido por la inmunidad, a pesar de que quería ir ya que tenía algo que decir”, dijo Zambon al Guardian.
Zambon afirma que Guerra lo amenazó con despedirlo del trabajo a menos que modificara la parte del texto que se refiere al plan anticuado. Dijo que a pesar de informar a los altos funcionarios de la OMS de las amenazas y los riesgos para la transparencia y la neutralidad de la organización, no se llevó a cabo ninguna investigación interna. En ese momento, la OMS no explicó por qué se eliminó el informe, pero dijo en una declaración la semana pasada que “contenía inexactitudes e inconsistencias”.
“El informe no criticaba al gobierno italiano, pero destacaba las críticas a las que se enfrentaba la gestión de la pandemia, partiendo de la premisa del antiguo plan de pandemia, que sólo fue ‘reconfirmado’ y no se actualizó en 2017”, dijo Zambon. “El equipo lo comprobó a fondo y encontró que todos los planes que vinieron después de 2006 fueron simplemente copiados y pegados – no se cambió ni una palabra ni una coma en el texto”.
Zambon afirma que un mes antes de la publicación envió un resumen de los hallazgos a Guerra, quien lo compartió con el ministro de salud de Italia, Roberto Speranza.
Los correos electrónicos enviados en mayo a Zambon por Guerra y Hans Kluge, el director de la OMS en Europa – que también escribió la introducción del documento eliminado – también parecen reflejar un pacto hecho con el ministerio de salud italiano para mantener el informe en secreto. Los correos electrónicos, vistos por el Guardian, formaban parte de un reciente documental de Report, un programa de investigación del canal de televisión estatal, Rai.
En uno del 13 de mayo, Guerra escribió: “Si incluso la OMS critica sin acuerdo la sensibilidad política del ministro [de salud]… no creo que estemos haciendo un gran servicio al país”. Guerra le dice entonces a Zambon “que no olvide” que “acaban de darnos 10 millones como contribución voluntaria en base a la confianza y como reconocimiento de lo que hemos hecho hasta ahora… después de seis años sin nada”. El correo electrónico de Kluge a Zambon del 15 de mayo comienza: “Pero no me quita un tema clave: mi relación con el ministro, que estaba muy decepcionado.”
Kluge termina el correo electrónico diciendo que escribirá al ministro [de salud] para establecer un grupo de expertos entre la OMS, el ministerio de salud de Italia y el instituto superior de salud para revisar el documento. “Kuwait está feliz, ahora necesitamos que el Ministerio de Salud esté feliz…”
La OMS dijo en una declaración por correo electrónico al Guardian el jueves: “Actualmente estamos trabajando con el gobierno italiano para aclarar el asunto”. Refiriéndose al documento eliminado, la declaración añadía: “Mientras estaba fuera de línea, se tomó la decisión de utilizar en su lugar un nuevo mecanismo creado en los primeros meses de la pandemia con el objetivo de ayudar a los estados miembros a realizar revisiones intra-activas y evaluar sus respuestas Covid-19; seguir las mejores prácticas; prevenir errores; y actualizar los planes nacionales de preparación y respuesta estratégica”. Por consiguiente, el documento no se volvió a publicar.
“Entendemos que la publicación y posterior eliminación del informe causó confusión y hemos actualizado nuestros procedimientos de publicación en consecuencia”.
El Ministerio de Salud de Italia negó cualquier implicación: “Por lo que sabemos, este no es un documento oficial de la OMS y nunca ha sido enviado al ministerio de salud, que por lo tanto nunca lo ha evaluado o comentado. Toda la información relativa a él no procede de fuentes institucionales”, dijo en una declaración. Speranza dijo recientemente en una entrevista que la OMS “debería ser reformada y fortalecida para aumentar la transparencia”.
Hasta el jueves por la noche, Guerra no había respondido a una solicitud de comentario.
Si los fiscales de Bérgamo encuentran que Italia no ha actualizado su plan de pandemia, entonces todos los ministros de salud y primeros ministros desde 2013 corren el riesgo de ser juzgados. Antonio Chiappani, el fiscal jefe, le dijo al Corriere della Sera esta semana: “Italia no estaba preparada para Covid, hubo mucha improvisación… tenemos que averiguar por qué hay tantas víctimas en comparación con otros lugares”.
Zambon dijo que la información contenida en su informe podría haber ayudado a salvar vidas en países que estaban detrás de la curva de la pandemia.
“Escribí desesperadamente a todos los altos funcionarios, incluido el director general, advirtiendo del peligro [de que el informe fuera bloqueado]”, dijo. “Su publicación tenía potencial para salvar vidas y estaba en juego la responsabilidad de la OMS, porque se consideraba que un conflicto de intereses personal era más importante que compartir las lecciones aprendidas del país más afectado en ese momento”.
Luigi Di Maio, el ministro de asuntos exteriores de Italia, envió una fuerte señal a la OMS esta semana cuando dijo que estaba “en contra de las inmunidades”. La OMS dijo en su declaración que Guerra había hablado con los fiscales “a título personal”. La declaración añadía: “El personal de la OMS (y de la ONU) son funcionarios internacionales que llevan a cabo todas las actividades de forma imparcial y sin temor a represalias o expectativas de favor. Para preservar su objetividad e independencia, la OMS normalmente no se involucra en asuntos legales a nivel nacional”.
Zambon no recibió una negativa formal de la OMS que le impidiera hablar con los fiscales el 10 de diciembre, pero fue informado el miércoles por la noche de que la OMS había escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, diciendo: “Se ha pedido a Zambon y a otros expertos de la OMS antes mencionados que no se presenten en estas audiencias”.
Zambon dijo que estaba dispuesto a colaborar con los fiscales, que hasta ahora han entrevistado al primer ministro, Giuseppe Conte, y a Speranza. Añadió que la referencia a que el informe estaba “lleno de inexactitudes” era difamatoria y que había pasado por todas las etapas de control requeridas.
“No se trata de las consecuencias que pueda sufrir”, dijo Zambon. “Lo hago porque creo firmemente que el mundo necesita una OMS transparente e independiente, que en última instancia se centre en la gente”.
Fuente:
The Guardian — WHO accused of conspiring with Italy to remove damning Covid report.
