En el siglo XX, los ideales de postguerra (exploración espacial y compromiso con el desarrollo) se sobrepusieron a una época marcada por las guerras, el declive económico y la erosión de los compromisos fundamentales. En la actualidad, las élites despoblacionistas de Occidente impulsan la desindustrialización y reactivan guerras y conflictos históricos en zonas estratégicas para sabotear la integración euroasiática y el avance del BRICS plus, que impulsa una agenda industrialista.
Alemania es un ejemplo de cómo los ciudadanos de Occidente se están viendo obligados a lidiar con los trastornos energéticos y las presiones geopolíticas impulsadas por las élites occidentales, como advierte una editorial reciente de EIR (1).
Las recientes protestas nacionales en las que han participado varios productores europeos, se presentan como una manifestación de una creciente revuelta contra los políticos percibidos como perjudiciales para los medios de subsistencia.
Es en ese marco que toma relevancia la propuesta del movimiento LaRouche de desmantelar el complejo militar-industrial-financiero y reorientar sus recursos hacia tareas productivas.
Es imperativo que Occidente cambie de rumbo hacia la cooperación, acoplándose a la dinámica BRICS-Plus, así como negociando el alto el fuego inmediato en Gaza para adoptar una solución de dos Estados y el establecimiento de una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo para superar los conflictos geopolíticos mediante la colaboración entre naciones.
Notas a pie de página
1. EIR: German Farm Protests Reveal the Actual State of the World: ‘This Is Just the Tip of the Iceberg’. 8 de enero de 2023.