En el siguiente vídeo, publicado el 23 de junio de 2017 por Bürgerrechtsbewegung Solidarität (BüSo), el portavoz del Movimiento LaRouche, Harley Schlanger, ofrece una conferencia en la que explica el rol del Movimiento LaRouche en la creación del proyecto que llevó a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos en 2016. En su intervención, Schlanger explica por qué aunque el Movimiento LaRouche participó en la confección de la estrategia para hacer ganar a Trump, ellos no necesariamente son partidarios de Donald Trump. Schlanger también resalta la importancia de presionar y obligar al presidente de los Estados Unidos a cumplir sus promesas de campaña, mediante el activismo y el pensamiento crítico, en vez de sólo “confiar en el plan”, sentarse a “disfrutar el show” e idealizar al presidente de los Estados Unidos como si se tratara de un ser humano ejemplar, pues Trump “no es precisamente un humanista sino un hombre de negocios egoísta, aunque muy inteligente”, y “así como hay personas con buenas intenciones alrededor del presidente, también las hay con muy malas” —y sobre todo truculentas. A fin de cuentas, esto es política. Y los políticos no son más que funcionarios cuya responsabilidad y percepción debe ser únicamente la de trabajar para los ciudadanos que los eligen y no para una pequeña oligarquía de banqueros de Wall Street o de la Banca Central.
por Harley Schlanger
Yo estuve muy involucrado en ayudar a dar forma al entorno que condujo a la elección de Donald Trump.
Porque en el Movimiento LaRouche hemos estado luchando por un cambio durante varios años.
Quiero darles una idea general de lo que hizo posible a la victoria de Trump [en 2016].
Pero también quiero hacerles saber que [en el Movimiento LaRouche] no necesariamente somos partidarios de Donald Trump.
Nosotros trabajamos en un nivel más alto.
Y estamos tratando de dar forma a la Administración del presidente Trump.
Al principal estratega de Trump, que ha estado en contacto con nosotros, se le ocurrió la idea correcta de enfocar la campaña:
Había que ir contra la maquinaria de la dinastía Bush y los Clinton.
Contra su apoyo a las guerras.
Y contra su sumisión a Wall Street.
Hillary no lo entendió, pero Trump tenía una estrategia.
Dijo que iba a enfrentarse a Wall Street, que iba a luchar contra Wall Street.
Mucha gente se preguntaba cómo lo iba a hacer.
Y él hizo algo que no fue divulgado por los grandes medios de comunicación.
Manifestó su apoyo a la Ley Glass-Steagall para la regulación de la banca.
Esto es algo por lo que hemos estado luchando durante años [en el Movimiento LaRouche], desde que la ley fue derogada en 1999.
Y ese es el proyecto de ley al que más temen los banqueros.
Porque terminaría con los rescates y fianzas a los bancos.
Si un banco fallara, los propietarios tendrían que asumir las pérdidas.
Cuando Trump fue elegido, los banqueros se volvieron locos.
Y al frente de la línea de oposición había alguien que creo que la mayoría de ustedes conocen: George Soros.
Soros siempre ha sido un operador de la Ciudad de Londres.
Y eso no sólo significa que gana mucho dinero, sino que también es responsable de crear políticas para matar gente.
Soros ha destruido más economías que los economistas de la Alemania del Este.
Soros fue responsable de destruir países del sudeste asiático en 1997.
Soros financió lo que se llama las revoluciones del color en Europa del Este y en Rusia
Y ahora está financiando la operación para tratar de derrocar a Donald Trump en los Estados Unidos.
[Con Trump] no tenemos garantía de nada.
Donald Trump no es un humanista.
Él es un hombre de negocios egocéntrico.
Pero es brillante y muy inteligente.
A su alrededor hay algunas personas que son buenas.
Y también está rodeado de gente terrible.
Así es la política.
Pero lo que hemos logrado hasta el momento es dar forma a una agenda.
Fue nuestra organización [el Movimiento LaRouche] la que hizo de la Ley Glass-Steagal una prioridad.
Y nadie puede considerarse un político serio si no es capaz de definir si está a favor o en contra de Glass-Steagal.
Tenemos que hacer lo mismo en Alemania.
A nosotros no nos respaldan los medios de comunicación de masas.
Tenemos una organización de activistas.
Somos pocos y tenemos muy poco financiamiento.
Igual que ustedes.
No tenemos a un billonario como Donald Trump que nos respalde.
Pero en momentos de crisis ocurren cosas más importantes.
Las ideas basadas en la verdad y los principios se vuelven más poderosos.
Así que tenemos que continuar con nuestro trabajo para impulsar a Trump a hacer lo correcto.
Necesitamos que los gobiernos sean capaces de actuar en beneficio de sus ciudadanos.
Eso implica terminar la confrontación contra Rusia.
Y hay que unirse con Rusia y China en la Nueva Ruta de la Seda.
No tengo tiempo para explicarles todo lo que los chinos están haciendo a nivel global.
Pero ellos están usando su poder económico para desarrollar otros países.
Están invirtiendo en países de África, Asia, e incluso en América del Sur.
Y tuvieron una idea muy inteligente.
Le dijeron a Trump que querían invertir en los Estados Unidos.
Los japoneses dijeron lo mismo.
Por alguna razón los estadounidenses hemos sido demasiado estúpidos y no hemos invertido en nuestra infraestructura.
Pero eso ahora puede cambiar.
Entonces, tenemos que imaginar un mundo libre de la dictadura de los banqueros.
En el que los gobiernos dejen de ser agencias coleccionadas por ellos.
Yy en el que la gente comprenda que la austeridad es la peor política que hay.
Y que se necesita un sistema de crédito para invertir en el futuro.
En eso consisten las cuatro Leyes básicas de Lyndon LaRouche:
1. Implementar la Ley Glass-Steagal para detener el casino especulativo de los banqueros.
2. Crear un sistema nacional de crédito basado en la idea de un banco nacional que invierte en su propio país.
A esto lo llamamos “sistema hamiltoniano” por el nombre de nuestro primer Secretario del Tesoro, Alexander Hamilton.
3. La tercera ley es invertir en infraestructura.
Pero no sólo como un grupo de proyectos aislados.
Sino con la idea de crear una nueva plataforma de desarrollo para toda la economía.
Y para asegurarnos de que todo esto funcione se necesita la cuarta ley:
4. El llamado “conductor científico”.
Es decir, invertir en las tecnologías más avanzadas que permitan elevar la economía en conjunto.
Trump busca reelegirse para un segundo mandato en 2020 y aún no ha restituido la Ley Glass-Steagal
El 17 de septiembre de 2019, la Reserva Federal de los EE.UU. lanzó un nuevo programa de rescate de cientos de miles de millones de dólares a la semana en préstamos para Wall Street.
La crisis de COVID-19 presentó la oportunidad perfecta para designar a BlackRock (una empresa de gestión de inversiones considerada como “una de las cuatro grandes de Wall Street”) como administrador de la política fiscal de los Estados Unidos.
En marzo de 2020, se le otorgó a BlackRock un contrato sin licitación en virtud de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus (Ley CARES) para desplegar un fondo provisional de $ 454 mil millones establecido por el Tesoro en asociación con la Reserva Federal. Este fondo a su vez podría ser apalancado para proporcionar más de $ 4 billones en crédito de la Reserva Federal.
De este modo, mientras el público estaba distraído con protestas, disturbios y bloqueos, BlackRock emergió repentinamente de las sombras para convertirse en la “cuarta rama del gobierno”, administrando los controles del dinero fiduciario de impresión bajo demanda del banco central.
Hay evidencia de que la crisis financiera actual inició en agosto de 2019, y no después de la crisis del Covid-19. Se sabe también que BlackRock ya tenía el plan de rescate desde antes que estallara la crisis. Y ahora tres bancos centrales lo implementarán.
Cómo llegamos a esto: Guerras, colapso económico, Covid, Reseteo y Nuevo Tratado Verde
Fuentes:
BüSo / Bürgerrechtsbewegung Solidarität — LaRouche-Sprecher Harley Schlanger beim BüSo-Treffen in Frankfurt, 23 de junio de 2017.
Mente Alternativa — BlackRock tenía el plan de rescate desde antes que estallara la crisis, ahora 3 bancos centrales lo implementarán.
Mente Alternativa — BlackRock: gigante financiero global y 4ª rama del gobierno de EEUU en el reseteo.
