Diversas fuentes de análisis sostienen que la convergencia de narrativas entre los bancos centrales, los bancos internacionales y el cambio climático forman parte de un movimiento estratégico para ganar más poder e implantar un sistema económico global.
En un análisis reciente de la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial (1), Brandon Smith destaca que los debates de la cumbre celebrada en París se centraron en la centralización internacional del poder, los impuestos sobre el carbono y la formación de un consorcio mundial.
Los planes propuestos implican la redistribución de la riqueza, la aplicación de nuevos impuestos sobre los combustibles fósiles y la posible introducción de una Moneda Digital del Banco Central (CBDC).
Los críticos advierten de que estas medidas, bajo el pretexto del cambio climático, darían lugar a un dominio financiero, una reducción de la libertad y menos prosperidad para la población en general, lo que vendría acompañado de una posible crisis financiera que facilite la centralización de la gobernanza mundial.
Notas a pie de página
1. Brandon Smith: Globalists Suggest ‘Finance Shock’ And Climate Controls To Launch Their Great Reset.
