La Organización LaRouche
“La imperativa extraterrestre es una fuerza motriz en el crecimiento natural de la vida terrestre más allá de sus límites planetarios. Como tal, es una parte integral del patrón obviamente expansionista y orientado al crecimiento de la evolución de la vida. Este impulso hizo que la vida creciera desde unos inicios infinitesimales hasta convertirse en una fuerza que abarca y transforma todo un planeta a través de su biosfera. Más básicamente, la Imperativa Extraterrestre expresa un “primer mensaje”, un imperativo primordial, engendrado en la esencia misma del universo, que impulsa la evolución de la materia desde las formas más simples (partículas elementales) hasta las estructuras altamente complejas (por ejemplo, el cerebro inteligente). La materia estelar libera una gran cantidad de energía cósmica en la fase inicial de este proceso -la transformación del hidrógeno en helio y elementos más pesados- y se acumula en las fases posteriores, que implican la formación y evolución de la materia viva. Por estas raíces, es posible identificar la Imperativa Extraterrestre como un principio básico que puede derivarse de una interpretación y generalización consistente de los fenómenos recurrentes comunes a los procesos evolutivos”.
Estas palabras fueron escritas en 1971 por Krafft Ehricke (1917-84), el visionario y científico de cohetes alemán-estadounidense. Su concepto de Imperativa Extraterrestre afirmaba que era responsabilidad de la humanidad explorar el espacio y explotar los recursos del Sistema Solar, para sostener el desarrollo de la especie. No hay “límites al crecimiento” externos, insistía Ehricke, porque mientras la Tierra es un “sistema cerrado”, la exploración del espacio abre todo el universo a la humanidad. Para Ehricke, como para su amigo Lyndon LaRouche, la creatividad humana no tiene límites.
Este concepto recibió un gran impulso y una inspiradora confirmación el día de Navidad de 2021, con el exitoso lanzamiento del telescopio espacial James Webb, un proyecto en el que han trabajado más de 10.000 personas de más de 14 países durante 25 años. El telescopio será totalmente funcional en junio de 2022, siempre y cuando se logre el extraordinariamente complejo proceso de alcanzar su órbita a 1 millón de millas de la Tierra, mientras se abre el aparato a través de “50 grandes despliegues… y 178 mecanismos de liberación para desplegar esas 50 piezas”, según el ingeniero de sistemas de la misión Webb, Mike Menzel, en un vídeo titulado “29 Days on the Edge”.
El telescopio mirará hacia atrás en el tiempo hasta 13.500 millones de años. Quizá descubra el secreto de la Estrella de Oriente en un día de Navidad de hace 2021 años.
Pero este estallido de progreso, y el optimismo y la creatividad humanos que lo crearon, se enfrentan a una oscura realidad en la Tierra, donde múltiples crisis plantean la cuestión de si la raza humana tiene o no la aptitud moral para sobrevivir. Además de una pandemia fuera de control, una explosión hiperinflacionaria y la desintegración económica en gran parte del mundo, Estados Unidos y la OTAN se enfrentan a Rusia y China con una posible guerra termonuclear. Ciertos locos creen que Estados Unidos sigue siendo la “única superpotencia”, que su retorcida visión de la “democracia liberal” es realmente el perfeccionado “fin de la historia” y que sus amenazas obligarán a estas dos grandes naciones históricas, ambas armadas con armas nucleares, a cumplir las órdenes de los supuestos señores del mundo.
El Instituto Schiller publicó un Memorándum de emergencia el 24 de diciembre, titulado “¿Estamos caminando dormidos hacia la Tercera Guerra Mundial Termonuclear?“, con una línea de tiempo que demuestra cómo se llegó a este punto de crisis económica y estratégica, y por qué es responsabilidad de cada ciudadano de la Tierra trabajar con nosotros para detenerla. Haz circular este Memorándum por todas partes.
Fuente:
The LaRouche Organization: Extraterrestrial Imperative or Thermonuclear War?
