Mientras gran parte del mundo (la Mayoría Global) está entusiasmada con los acontecimientos en la cumbre BRICS en Sudáfrica, el Complejo Industrial de Censura está trabajando horas extras para evitar que usted sepa lo que ha ocurrido allí.
Harley Schlanger (1), del Instituto Schiller, sostiene que los países BRICS no son anti-estadounidenses, sino más bien anti-cárteles, y critica a los principales medios de comunicación por difundir mentiras sobre las divisiones dentro de la alianza.
Los BRICS enfatizan la necesidad de cooperación y beneficio mutuo, celebran los avances logrados por sus miembros y piden el apoyo de Occidente. El BRICS promueve una visión de desarrollo económico global basada en avances científicos y tecnológicos, se opone a políticas desindustrializantes como el Nuevo Trato Verde, y se alinea con las visiones del estadista estadounidense Lyndon LaRouche, quien abogó por un desarrollo económico libre de coerción colonial y en beneficio de toda la humanidad.
En breve, los BRICS buscan poner fin al dominio occidental impuesto por cárteles corporativos, promoviendo una visión de desarrollo basada en la cooperación y el progreso tecnológico.