Por Brian Shilhavy
Albert Spence es un enfermero pulmonar con 31 años de experiencia. Recientemente dio testimonio público ante la Legislatura del Estado de Carolina del Sur sobre las “opciones terapéuticas” para la COVID-19.
Una vez más, nos encontramos con que las enfermeras y enfermeros que han estado trabajando en primera línea tratando a los pacientes de COVID-19 son las personas más informadas en los Estados Unidos, pues realmente saben lo que está pasando en los hospitales, especialmente cuando se trata de los protocolos de COVID-19, y las “vacunas” experimentales de COVID-19.
Si realmente queremos saber cuál es la verdad, es absolutamente necesario que escuchemos a estos trabajadores de primera línea ahora mismo en vez de de atender a los “directivos médicos” que hablan en la televisión y que nunca tratan realmente a los pacientes. Wall Street y la industria farmacéutica controlan ahora los medios de comunicación corporativos, y nunca publicarán testimonios como éste, a pesar de que es de dominio público al haber sido grabado por la legislatura de Carolina del Sur.
En este testimonio público, el Sr. Spence relata cómo siguió todos los consejos al principio de cómo el sistema médico quería que se tratara a los pacientes de COVID, a pesar de que gran parte de ellos iban en contra de sus más de 30 años de experiencia en el tratamiento de pacientes con enfermedades respiratorias.
Pero cuando los pacientes de COVID empezaron a disminuir en su sala a principios de este año, y descubrió que el CDC había cambiado el umbral de las pruebas de PCR reduciendo las pruebas de 40 a 28 ciclos, entonces se dio cuenta de lo que estaba pasando, y le horrorizó.
Había estado asistiendo involuntariamente a la muerte de sus pacientes por el simple hecho de “hacer lo que me decían”. Ahora sabe que estos pacientes estaban muriendo por los protocolos de COVID, y no por COVID-19.
“Perdí el sueño por ello. Me dolía el pecho por ello. Me despertaba en medio de la noche. No podía dormir.
Porque mi primera o segunda semana allí (sala de COVID), no los llevé a la puerta, sino que soy el tipo que aplica la eutanasia a la gente.
Lo llaman ‘cuidado de confort’. Pero cuando llegas al punto en el que no puedes quitarte (la máscara de oxígeno), te pones muy mal. No has visto a tu familia, excepto a través de un iPad, en semanas.
Y nunca vas a salir del flujo alto, y el médico dice: ‘Has hecho todo lo posible. Pero esto va a ser todo para ti’.
Y entonces los pacientes se ponen con los ojos llorosos y molestos, y llaman al equipo de paliativos, y todos se toman de las manos y lloran.
Pero ellos dicen: ‘Podemos mantenerte cómodo’.
Y ahí va Albert (refiriéndose a sí mismo). Lleva la morfina y el ativan, y yo los cargo y les quito el flujo alto, y se mueren por el gas.
Y yo soy el tipo que pulsaba los botones, como en las cámaras de gas de Auschwitz.”
Enfermera muestra pruebas de que negligencia médica es el principal asesino, no el COVID-19
Fuente:
Brian Shilhavy, en Health Impact News: Pulmonary Nurse of 31 Years Testifies How he Unknowingly Killed Patients by Following COVID Protocols.
