Un informe del Departamento de Defensa de EE.UU. de junio de 2022 admite la financiación de 46 instalaciones biológicas en Ucrania en 20 años “para reducir amenazas nucleares, químicas y biológicas en ex países soviéticos”.
En una sesión informativa del 16 de agosto, el Ministerio de Defensa de Rusia expresó preocupación por los proyectos militares estadounidenses centrados en agentes biológicos, indicando que los patógenos de interés del Pentágono, como el coronavirus, luego se vuelven pandémicos, beneficiando a compañías farmacéuticas con ayuda de EcoHealth Alliance.
La implicación de entidades ucranianas amplifica la preocupación de Rusia sobre posibles agendas ocultas y plantea que EE.UU. podría estar utilizando tecnologías defensivas con fines ofensivos y para la gobernanza mundial a través de crisis biológicas manufacturadas.
Un nuevo estudio de dos universidades de Japón concluye que las variantes del COVID no son producto de la evolución natural, sino de una posible selección deliberada.
Es curioso que el país que ha sido acusado oficialmente por China y Rusia por usar armas biológicas para obtener beneficios geopolíticos, registre ya en dos ocasiones un patrón de brotes de COVID y medidas pandémicas que coinciden perfectamente con coyunturas geoestratégicas, como las elecciones presidenciales de los Estados Unidos.