El Ministerio de Transporte y Asuntos Marítimos del gobierno yemení de Sanaa rechazó las acusaciones de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre el corte de cables submarinos en el Mar Rojo. El periódico israelí Globes implicó a las Fuerzas Armadas yemeníes, alegando su participación en el daño de al menos cuatro cables de comunicación entre Yeda y Yibuti.
El gobierno yemení declaró que las agresiones de Estados Unidos y el Reino Unido causaron interrupciones en los cables, poniendo en peligro las comunicaciones internacionales. Destacando su compromiso con la seguridad de los cables en virtud de las leyes, tratados y acuerdos internacionales, subrayó la dedicación de Yemen a los intereses de los países asociados a los cables.
Destacando el uso de tácticas agresivas por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña en su guerra de Yemen, la declaración afirmó que sus acciones servían a los intereses israelíes, permitiendo la continuación del genocidio palestino. El ministerio denunció el corte de cables como un acto criminal e ilegal, rechazando las falsas afirmaciones y afirmando la inocencia de Sanaa.
El comunicado reveló que una empresa internacional de telecomunicaciones confirmó la no implicación de Sanaa, al considerar que los cables submarinos son parte integrante de la comunicación mundial. Cualquier interrupción debida a la militarización estadounidense-británica en el Mar Rojo supone una amenaza para la seguridad global de la información y la estabilidad socioeconómica.
El ministerio se mostró dispuesto a facilitar las reparaciones y a proporcionar los permisos necesarios para la restauración del cable submarino.