Por Mente Alternativa
Un artículo reciente de Sergei A. Karaganov que no debe tomarse a la ligera (1) ya ha suscitado reacciones fuertes en la prensa occidental y un gran debate entre expertos rusos en armas nucleares, pues Karaganov es asesor de Vladimir Putin y presidente del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, un connotado centro de pensamiento con sede en Moscú.
El miedo a un holocausto nuclear aseguró una paz relativa durante los últimos tres cuartos de siglo, advierte Karaganov en su artículo. Sin embargo, ahora ese miedo ha desaparecido, y las ambiciones desmedidas del orden unipolar son impensables de acuerdo a las ideas previas sobre la disuasión nuclear, por lo que hay que reavivar ese miedo, de lo contrario, la humanidad está condenada. Revaluar la posibilidad de lanzar un ataque nuclear preventivo sería para Rusia una “decisión difícil pero necesaria” para garantizar su supervivencia, para obligar a Occidente a desistir acerca de su agenda totalitaria, y para “salvar a la humanidad de una catástrofe mundial.”
Según Karaganov, la cuestión más importante pero casi no discutida, la causa del conflicto en Ucrania y de muchas otras tensiones en el mundo, así como del crecimiento general de la amenaza de guerra, es:
“el fracaso acelerado de las élites occidentales gobernantes modernas -principalmente las compradoras en Europa (los colonialistas portugueses utilizaban la palabra ‘comprador’ para referirse a los comerciantes locales que satisfacían sus necesidades)- generadas por el curso de la globalización de las últimas décadas. Este fracaso va acompañado de rápidos cambios, sin precedentes en la historia, en el equilibrio mundial de poder a favor de la Mayoría Global, con China y en parte India actuando como sus motores económicos, y Rusia elegida por la historia para ser su pilar militar-estratégico. Este debilitamiento enfurece no sólo a las élites imperial-cosmopolitas (Biden y compañía), sino también a las imperial-nacionales (Trump). Sus países están perdiendo su capacidad de cinco siglos de sifón de riqueza en todo el mundo, imponiendo, principalmente por la fuerza bruta, órdenes políticos y económicos, y el dominio cultural. Así que no habrá un final rápido para la confrontación defensiva pero agresiva de Occidente. Este colapso de las posiciones morales, políticas y económicas se ha estado gestando desde mediados de la década de 1960; fue interrumpido por la desintegración de la Unión Soviética, pero se reanudó con renovado vigor en la década de 2000. (La derrota en Irak y Afganistán, y el comienzo de la crisis del modelo económico occidental en 2008 fueron hitos importantes).”
Por lo tanto, considera Karaganov, la creciente amenaza a la que se enfrentan Rusia y sus dirigentes es una situación compleja y desafiante. La posible victoria en Ucrania, aunque incluya la liberación de ciertas regiones, podría no poner fin de forma decisiva al conflicto, pues prevalecería la amargura en algunos sectores lo que podría hacer estallar una guerra de guerrillas y más complicaciones. La liberación de toda Ucrania, aunque supondría una gran victoria, podría dar lugar a una población que odie en gran medida a Rusia y a un largo proceso de reconstrucción y redención. La causa subyacente del conflicto radica en el fracaso acelerado de las élites occidentales y su deseo de mantener el dominio mundial. Este enfrentamiento con Occidente plantea un riesgo significativo de escalar a una guerra mundial a gran escala. El avance de la inteligencia artificial y la robotización de la guerra agravan aún más la amenaza de una escalada imprevista. Para hacer frente a estos retos, Rusia debe centrarse en su desarrollo interno y cambiar su orientación hacia Oriente. Es crucial articular una nueva visión para Rusia y salvar a la humanidad disuadiendo a Occidente y evitando una catástrofe global. Esto puede requerir una reevaluación de la disuasión nuclear y la voluntad de utilizar armas nucleares si es necesario, concluye Karaganov. La elección es difícil, pero podría prevenir la destrucción de la civilización humana, según su proyección.
En 2022, Karaganov declaró: “sé, por la historia de la estrategia nuclear estadounidense, que Estados Unidos probablemente no defenderá a Europa con armas nucleares.”
El artículo completo de Karaganov puede leerse en el portal de Russia in Global Affairs.
Notas a pie de página
1. Sergei A. Karaganov, en Profile Magazine: A Difficult but Necessary Decision.