Los oligarcas del Big Tech, potentados de la economía en línea, aparecieron el 29 de julio por vídeo ante el subcomité antimonopolio del Poder Judicial de la Cámara de Representantes, deseosos de explicar por qué no tenían razón de estar ahí. Lo cierto es que tanto Google, Apple, Amazon y Facebook contemplan el mundo como suyo, y están listos para dividírselo entre sí de la misma manera en que España y Portugal se dividieron el Nuevo Mundo a través del Tratado de Tordesillas en 1494. En cuanto a los inquisidores políticos del Congreso, demostraron ser muy teatrales, pero sorprendentemente ineficaces.
por Dr. Binoy Kampmark
Silicon Valley continúa expandiendo su influencia, y sus barones modernos del robo dominan el mundo con una seguridad que roza la arrogancia. Los gigantes de la tecnología en esa región de California son considerados por Steve Forbes como “virtuosos del ingenio” que han “creado y suministrado productos y servicios que antes eran inimaginables y que nos han permitido sobrevivir a los cierres del COVID permitiéndonos trabajar desde casa”.
En su mayor parte, han sido alentados a hacerlo por lobistas en el Congreso, que han sido sus siervos y mimados. Los grandes y audaces Google, Apple, Amazon y Facebook ahora contemplan el mundo como suyo, y listo para ser dividido de la misma manera en que España y Portugal se dividieron el Nuevo Mundo a través del Tratado de Tordesillas en 1494.
Los oligarcas de la Gran Tecnología, potentados de la economía en línea, aparecieron por vídeo ante el subcomité antimonopolio del Poder Judicial de la Cámara de Representantes el 29 de julio, deseosos de explicar por qué no tenían razón de estar ahí. Existían para el bien, habían hecho el bien y seguirían haciéndolo; Facebook y Google, en la publicidad; Amazon en el comercio electrónico y Apple en las aplicaciones.
Los miembros del subcomité se ocuparon durante 13 meses de investigar las prácticas anticompetitivas de los Cuatro Grandes, aunque la audiencia no afectó en nada sus resultados financieros ni reveló mucho que no supiéramos ya. El 30 de julio, las cuatro empresas informaron de un beneficio combinado de 28.600 millones de dólares para el segundo trimestre. Los inquisidores políticos demostraron ser muy teatrales pero sorprendentemente ineficaces.
El interrogatorio del subcomité tampoco hizo nada para manchar los nombres de los gigantes de la tecnología. Según una encuesta realizada por Harris Poll para Fast Company, casi la mitad de los jóvenes de 18 a 34 años afirmaron que su percepción de las empresas mejoró con la audiencia. Dentro de ese grupo de edad, el 63% afirmó haber aumentado su uso de los servicios, productos y prácticas anticompetitivas suministrados por esas compañías.
Tim Cook encubrió la política de la App Store de Apple a los rivales, insistiendo en que no excluía las aplicaciones de control parental hechas por otras empresas con el propósito expreso de conseguir una mayor cuota de mercado para su propia aplicación Screen Time. “Estábamos preocupados, congresista”, explicó el CEO de Apple a la representante demócrata Lucy McBath de Georgia, “por la privacidad y la seguridad de los niños”. Un ejemplo de una aplicación rival a la que la compañía le dio órdenes de marchar fue OurPact. Supuestamente era propensa a ser adquirida por terceros.
Los que fueron expulsados de la tienda de aplicaciones, al parecer por no haber sido investidos adecuadamente con la protección de la privacidad, fueron admitidos seis meses más tarde sin cambios notables de su parte. Lo que importaba era el retraso, que McBath señaló como “una eternidad para las pequeñas empresas”. Presentó un correo electrónico de una madre preocupada a un empleado de Apple deseoso de hacer su descarga de Screen Time. “Estoy profundamente decepcionada”, decía la bien informada nota materna, “de que haya decidido eliminar esta aplicación y otras similares, reduciendo así el acceso de los consumidores a servicios muy necesarios para mantener a los niños seguros y proteger su salud mental y bienestar”.
Cook estaba impasible. Cualquier aplicación puede ser eliminada del palacio que es la App Store por cualquier número de razones. Ninguna de ellas parecía ser debido a prácticas depredadoras por parte de su compañía. Todos fueron tratados por igual, aunque esto no encajaba con el trato tan selecto que recibió Amazon, que aseguró un trato con Apple para obtener su aplicación de Prime Video en Apple TV. En lugar de pagar a Apple el estándar de 30% de reducción de ventas en el uso de la plataforma, el CEO de Amazon Jeff Bezos logró negociar un 15% de reducción con Eddy Cue, el VP de Apple a cargo de Apple TV.
Bezos fue obligado a escuchar las cuentas de varios dueños de pequeñas empresas que afirmaron que fueron aplastados por el monstruo de Amazon. El presidente del subcomité demócrata David Cicilline de Rhode Island citó las palabras de un vendedor descontento que se había beneficiado al usar la plataforma de Amazon hasta que la compañía supuestamente copió una versión de su producto al mercado a un costo menor. “La llamamos heroína Amazon. Tenías que conseguir tu siguiente dosis, pero esta persona iba a ser tu perdición”. Por su parte, Bezos fue despectivo. Su compañía no se rebajó a “intimidar” a los pequeños. “No es así como operamos el negocio”, agregó.
Fuente:
Dr. Binoy Kampmark / Global Research — Apple, Amazon, Google, Facebook: The Big Four High Tech Oligarchs Appear Before the US Congress.
